Decisiones

1.7K 99 212
                                    

Capítulo 29

Rin

Regresé a la habitación sin hacer ningún ruido, el corazón me latía acelerado, no comprendía lo que había escuchado; ¿Sería capaz de preguntarle a Sesshōmaru a qué se refería? ¿Sería mejor quedarme callada?. No sabía qué hacer, tampoco quería que fuera verdad lo que me estaba imaginando.

Entré al baño para mojarme la cara con agua fría y así poder calmarme, tenía que mantener la calma, Sesshōmaru no es malo, no sería capaz de dañar a alguien, él solo quiere protegerme pero de ninguna manera puedo permitir que cometa algún error que lo ponga en riesgo. Me recosté en la cama, el sol comenzaba a meterse y los tintes naranjas y violáceos entraban por la ventana; los malestares que tenía habían desaparecido aunque los pechos me dolían un poco, lo raro era que seguía sin tener sangrado, tal vez solo es un pequeño desajuste hormonal.

Me relajé respirando hondo y soltando el aire retenido varias veces, sentí que el nudo que se me había formado en el pecho y que no me dejaba respirar con normalidad al fin se había desecho; cerré los ojos estando boca arriba, no tenía sueño, en mis planes estaba pasar una linda noche con Sesshōmaru mientras nos desvelamos viendo películas o simplemente charlando y aprovechando antes de regresar a nuestra vida cotidiana, ahora no sabía si podríamos hacer eso, para empezar salió molesto de la habitación y ahora esto, lo que había escuchado y que me tenía muy intrigada. No sé ni cuánto tiempo estuve así, con los ojos cerrados y mi antebrazo sobre ellos. De repente sentí que mis piernas eran recorridas a besos desde los pies hasta las rodillas, un cosquilleo se sintió en mi vientre con tal acción. Me retiré el brazo de la cara y pude ver a Sesshōmaru parado frente a mi adueñándose de mis extremidades.

—¿Sigues enojada?—   preguntó soltando mis piernas esperando una respuesta.
—No estoy enojada, al menos yo no—   me levanté poniéndome sobre mis rodillas y avanzando hasta él para colgarme de su cuello.
—Yo tampoco estoy enojado, preciosa, solo estoy preocupado, tú no conoces como yo a Irasue, no sabes de lo que es capaz—   depositó varios besos rápidos en mis labios haciéndome desear más  —no quiero que nadie te haga daño, Rin—   poniendo su antebrazo bajo mis glúteos, me levanto hasta cargarme por completo con mis piernas a cada lado de su cuerpo.
—Confía en mí, estoy segura que Amelie no sabe absolutamente nada, es más, en ningún momento me pareció molesta después de saber que tú y yo estamos juntos, está sola y me da mucha pena, no me imagino lo que yo estaría sintiendo si  estuviera en sus zapatos. Lo único que quiero es ser amable, si noto algo raro o simplemente me parece que intenta algo más, te juro que me alejaré y no la volveré a ver—   se sentó sobre la cama conmigo en su regazo, sus lagunas doradas me miraron sin emitir palabra alguna por unos instantes.
—Tú ganas, pero eso sí, quiero saber a dónde irán y que si ves algo raro me llames enseguida para ir por ti, ¿De acuerdo?—  lo había conseguido, sonreí muy contenta lanzándome para agradecerle devorandome esos labios que me vuelven loca.
—Lo prometo, no volveré a acercarme a Amelie si noto algo extraño en ella—  nuevamente lo besé.
___________________________________

Sesshōmaru

Intenté poner atención en la pantalla, Rin veía una película de terror, pero lo único en lo que yo podía estar atento era en verla; estaba tan sumergida en lo que veía que ni siquiera se daba cuenta de que yo la observaba.

Era increíble que con tan solo tenerla cerca mi cuerpo sintiera esta calma, una que nunca antes había conocido, siempre viví enojado sin razón, odiando a todo el mundo, lo único importante siempre fue el poder, siempre me enfoqué en que Inuyasha nunca fuera mejor que yo en los negocios, ya me había arrebatado otras cosas y no podía permitirle quitarme lo que por derecho me pertenecía. Ahora es distinto, porque mi prioridad es ella, el poder pasó a segundo plano cuando vi su sonrisa por primera vez. Hoy lo más importante es mantenerla a salvo y que nunca vuelva a sufrir como cuando era pequeña.

Un seductor enamoradoМесто, где живут истории. Откройте их для себя