56. Cadenas y anomalías

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—No somos niños para que-

Suspirando, Kenny se acercó a él y ésta vez sí le dio un zape.

—Calla con eso y mejor explícame qué diablos hacemos aquí, y qué diablos buscas de hacer esto.

Félix suspiró y se pasó las manos por el cabello, despeinando los mechones y tirando de ellos con algo de frustración en las venas, y en los nervios, y en cada una de esas fibras en su cuerpo que le dificultaban la vida. Era estúpido, e innecesario, y sentirse así…

Estaba cansado de sentirse así.

—Tengo que saber qué es eso —murmuró volviéndose al frente. El lago en la propiedad de los Jovan brillaba del mismo modo que el lago de Uri lo hacía la última vez que estuvo en el, y la superficie, perlada y luminosa, reflejando la luz del sol, se veía como un gran, enorme espejo en el que él iba a zambullirse—. Ese… Ese mundo, ese árbol y sus arenas, tengo qué saber quién está allí.

De Kenny no escuchó más que un quedo suspiro.

El día estaba hermoso, y sin embargo, Félix no podía dejar de sentir que las piezas del rompecabezas comenzaban a encajar con más facilidad en el tablero, que las que estaban perdidas podrían ser halladas si conseguía ir a ese sitio. Era una sensación enterrada bajo su piel que simplemente le pedía a gritos que fuera, que lo encontrara, y entonces entendería.

—¿Y por qué aquí? —preguntó el otro, ligeramente irritado—. ¿Por qué un puto lago, uh?

—Porque parece un espejo.

—… ¿Qué?

Félix suspiró, otra vez.

—Los espejos suelen ser vistos como "portales a otro mundo", el reflejo de tu propia alma o para predecir el futuro —sus dedos se sostuvieron del borde de la camiseta y luego tiraron hacia arriba hasta sacársela por encima de la cabeza—. También se cree que son reveladores de la verdad.

—¿De dónde sacaste eso?

—Encontré un libro entre las cosas de Frieda que hablaba de eso —dijo.

Kenny también suspiró. El Ackerman se llevó las manos al rostro y lo talló con las palmas, un irritado resoplido deslizándose entre las grietas de sus dedos.

—Eso no responde mi pregunta.

—Solo piénsalo. Todos estos sueños que he estado teniendo son recuerdos, hechos que ocurrieron en otras vidas, vidas mías. Y ese lugar con el árbol y la arena… Están relacionados, lo sé. Y si lo que se cree de los espejos tiene algo de verdad, ¿por qué no puedo usar la metáfora del lago en esto?

—Félix —repitió Kenny con extrema paciencia—. Vas a hundirte ahí dentro, chico, y tu madre está en esa casa de allá atrás bebiendo café muy tranquila. ¿Qué le voy a decir si de repente te ahogas y lo único que alcanzo a sacar del agua es tu cadáver, uh?

—No voy a morir.

—¿Cómo estás tan seguro de eso?

—Esta… Cosa, ésta cosa, lo que sea que es, no va a dejarme morir así de fácil.

—¿A qué te refieres?

Había un tono de cautela en la voz de Kenny y Félix maldijo por lo bajo, sus puños cerrándose levemente. El azabache resopló y agitó su mano como si quisiera sacarle importancia al asunto y avanzó los pocos metros que lo separaban de la orilla del lago, sus pies hundiéndose en el barro del linde donde el agua lamía el césped y la tierra.

Friend of the Devil ━shingeki no kyojinWhere stories live. Discover now