El Secreto de mi Vecina

15.Falsa identidad

—Si, como sea —Dijo y se metió en la casa —¿Cuál es el plan?

Revisé que mi madre no estuviera cerca —La idea es que te escondas y mientras yo las distraigo tú revises sus cosas haber si encuentras algo raro o lo que sea que podamos usar, igual si tienes una mejor idea, habla.

—Está bien.

Se formó un silencio tenso —Gracias.

—Puedes meterte en el clóset y en cuanto oigas que estamos yendo a otro lugar entras en acción.

Asintió —¿Has buscado su nombre en internet? —Preguntó, me bofeteé mentalmente por no haber empezado por ahí, negué. —Por suerte yo si.

Iker traía una mochila de la cual sacó su computadora, me dolió ver su fondo de pantalla, era una foto de él besando a Lau en la mejilla, noté que él sonreía discretamente, seguro se dio cuenta del efecto que tuvo en mí ver esa foto.

Desbloqueó su computadora y entró en la página de facebook de Lara —Mira, sus fotos son muy recientes, y si buscas más de ella no hay nada... Es como si hubiera empezado a existir este año.

—Su primera publicación fue subida el mismo día que se encontró conmigo —Dije, entonces escuché como mi madre abría la puerta de su habitación —.Escóndete hasta que oigas mi señal.

Asintió y le mostré el pequeño armario donde se guardan toallas que está afuera del comedor, supuse que Iker podría escuchar todo desde adentro, abrí la puerta para él y entró, antes de cerrar habló directo —¿La has besado?

—Si —No podía negarlo, él se limitó a asentir, entonces cerré la puerta y no pasó mucho tiempo para que mi madre bajara las escaleras.

Decidí fingir que estaba de acuerdo en todo con ella para que no sospechara —Perdón por haberme comportado así hace rato, no volverá a pasar.

Mi madre suspiró aliviada y me abrazó —Esta todo bien, Lara llegará en cualquier momento ¡¿No estás emocionado?!, Creo que ya tiene tiempo que no la ves.

—Sí, muy emocionado.

Iba a decirme algo pero el timbre sonó, eso significaba que mi novia impostora con oscuras intenciones ocultas había llegado, mi madre se apresuró en abrir y la saludó abrazándola, Lara iba vestida con un vestido totalmente ceñido a su cuerpo, apenas y le cubría los muslos y el escote era demasiado grande, me pareció que era inapropiado que se pusiera ese tipo de ropa pero limité a decir que se veía bien.

Nos sentamos a comer, miraba algunas veces hacia el armario donde Iker estaba, de repente me puse un poco ansioso de que hiciera algún ruido y lo descubrieran pero tenía que concentrarme más en que no se me saliera algún comentario sarcástico o algo que hiciera enojar a mi madre.

Lara me estaba diciendo algo a lo que no estaba prestando atención cuando mi madre le pegó suavemente a su copa con el tenedor captando nuestra atención —Hay algo muy importante que debo decirles.

—Primero iré por el postre —Anuncié, mi madre asintió y fui a la cocina, abrí el horno y saqué el panqué, lo siguiente que iba a hacer iba a dolerme pero fue la única cosa que se me ocurrió podría distraerlas el suficiente tiempo como para que Iker pudiera registrar la bolsa de Lara.

Iker

Sentía que las piernas se me estaban durmiendo dentro del armario al que Diego se le ocurrió meterme, la verdad no tenía idea por qué lo ayudaba por ahí estaba —¡Mamá, me corté! —Escuché su grito y me dio risa, no podía creer que en verdad se hubiera cortado como distracción, creí que rompería un vaso o haría algo menos raro.

Inmediatamente después del grito de Diego escuché las sillas deslizándose y pasos y voces alarmadas, cuando todo quedó en silencio, abrí ligeramente el clóset, ya no había nadie, la bolsa de Lara colgaba de la silla en la que había estado sentada, la registré, a la vista no hubo nada que me llamara la atención, había un estuche con maquillaje y su celular, pensé en intentar desbloquearlo pero tardaría mucho en adivinar su clave si es que lo lograba.

Al fondo de su bolsa estaban las cosas importantes, primero me topé con su cartera, dentro había una foto doblada en la que se veían ella junto a una señora ya grande, ambas estaban sentadas sobre una cama sonriendo, le tomé foto a la foto. Luego había dos identificaciones, en una estaba Lara, la Lara que conozco, y en la otra igual estaba Lara solo que con pelo rubio y el nombre: Lucía Vallejo, habían algunas tarjetas de crédito con el mismo nombre, y lo más sorprendente de todo: También estaba su pasaporte, con ese mismo nombre, obviamente también le tomé foto.

Puse todo en su lugar y me dispuse a irme cuando un cuadro llamó mi atención, a diferencia de los demás, ese estaba ligeramente inclinado, soy fanático de las películas de detectives así que no pude pasar eso por alto, moví un poco el cuadro para ponerlo en su lugar y de ahí calló una memoria USB, no me la pensé dos veces y la guardé en el bolsillo de mi pantalón, después de eso me fui.

Me puse a investigar un poco, busqué el nombre de Lucía Vallejo en internet y de ella si aparecieron muchas cosas, sus redes sociales dejaron de estar activas justo cuando las de Lara empezaron a estarlo, revise las cuentas de algunos de sus amigos y fue fácil darse cuenta de que Lara era su nombre falso y Lucía el real, solo tenía que saber por qué y le diría todo a la policía, así la haría pagar por haberme acusado de haber intentado abusar de ella.

Después de terminar de revisar sus redes, conecté la memoria USB a mi computadora pero necesitaba una clave de cuatro números para poder acceder a lo que sea que contuviera y cada vez que fallaba el tiempo que debía esperar para volver a intentarlo se duplicaba, decidí que tendría que decirle a Diego para ver si él tenía una idea de cuál podría ser la contraseña, esperé a que él me escribiera que ya estaba desocupado y le dije que fuera a mi departamento, no tardó en llegar con una gran venda en su brazo, reí al verlo.

—Espero que hayas encontrado algo que justifique la cicatriz que me va a quedar —Dijo malhumorado.

—¿No se te ocurrió haberlas distraído de otra forma? —Soltó un Gruñido  —Ya de acuerdo, el nombre de Lara en realidad es Lucía, Lara es su identidad falsa, tiene un pasaporte en su bolsa como si en todo momento estuviera preparada para huir y por último esto —Le mostré el USB —Estaba detrás de un cuadro, ¿Tienes idea de cuál puede ser la contraseña?

Le di un momento para que pudiera procesar todo lo que le dije y cuando por fin lo digirió habló —Tal vez sea el cumpleaños de mi madre, intenta con nueve de marzo.

Puse los números 09 03 y ahora teníamos que esperar 20 minutos para hacer otro intento.

En ese tiempo Diego me preguntó demasiadas cosas, como si yo supiera todo cuando en realidad estaba igual de perdido que él.

—¡Ya sé!, prueba con mi cumpleaños —Dijo.

—Ya lo hice.

—¿Cómo sabes cuando es mi cumpleaños?

No quería decirle que Lau me lo dijo, así que desvié el tema —¿No conoces alguna otra fecha importante que tu madre pueda tener de contraseña?

Hizo una mueca —Tal vez siete de septiembre, a mi madre le gusta celebrar esa fecha porque ese día se divorció de mi padre.

Cuando pasó el tiempo puse los número 07 09 y miré a Diego antes de oprimir enter.

—¡Ya hazlo! —Exclamó.

Nota de la autora: Perdón por tardar en actualizar pero fue porque de pronto se me ocurrió un final explosivo y tenía que encontrar una forma de enlazar la historia con lo que va a pasar... ¡No puedo esperar a que lean los siguientes capítulos!