El Secreto de mi Vecina

2. Despertar

Diego

—¿Hijo?, ¿Diego?,¡Doctor, está despertando!

Pude escuchar aquellas palabras pero sonaban muy lejanas, luego sentí un dolor insoportable de cabeza, después abrí los ojos y sentí que una deslumbrante luz blanca me cegaba, creí que estaba muerto pero luego vi a mi madre sentada en la camilla.

Volví a desmayarme. Fue lo primero que pensé.

Cuando observé bien a mi madre, fruncí el ceño, se veía más arrugada y canosa, entonces sentí miedo —¿M-mamá? —Dije angustiado.

—Tranquilo, tranquilo —Su voz se quebró y me envolvió en un abrazo —Ya está todo bien, todo está bien.

Estuvimos abrazados durante mucho tiempo hasta que entró un doctor, me confundí al verlo —¿Dónde está el doctor Ramírez?

—Él ya no es tu médico Diego, ahora lo es el doctor Espinoza.

—Bien Diego, ¿Puedes decirnos cuál es tu último recuerdo? —Intervino el doctor.

Me costó un poco recordar —Creo que... ¡Ya lo recuerdo! Hace un par de semanas me habían detectado cáncer —Mis propias palabras me golpearon y luego entré en crisis —¡Me voy a morir!, ¡Me voy a morir!

Ambos me intentaron calmar pero gracias a mi drama no escuchaba lo que estaban diciendo hasta que mi madre gritó —¡No te vas a morir!.

Me quedé quieto escuchando que más tenían por decir —No es tan malo como creí que sería —Dijo el doctor dirigiéndose a mi madre —Creí que moriría o despertaría con la mentalidad de un niño de 7 años, pero si su último recuerdo es de una semana después de que le detectaron cáncer, entonces nada más no recuerda los últimos ¿Qué?... 3 o 4 años antes de quedar en coma.

¿Coma?, ¿3 o 4 años?, ¿Queeee?

Ambos me voltearon a ver —Diego, han pasado 10 años, y si le sumas los que no recuerdas son 14.

—Creo que no estoy entendiendo muy bien.

El doctor tomó asiento y habló detenidamente —Te diré tu historial médico, ¿De acuerdo? —Asentí —Hace 13 años, tu antiguo médico, el doctor Ramírez, te detectó un sarcoma, es un tipo de cáncer muy peligroso que....

—Eso sí lo recuerdo —Lo interrumpí.

—Bien, me saltaré esa parte entonces, el tumor se recorrió a tu estómago, entonces pudieron hacerte una cirugía para extraer una parte del tumor y la otra parte destruirla con quimioterapias.

—Entonces estoy bien —Afirmé.

—No del todo, ¿Recuerdas el accidente de tu madre? —Volteé a ver a mi madre y negué —.Tu madre tuvo un accidente automovilístico hace un poco más de 10 años, necesitaba un trasplante de riñón y tu le diste el tuyo —Mi madre sollozó —El problema fue que tu cuerpo no se encontraba lo suficientemente fuerte para ser anestesiado, eso fue una secuela del cáncer, entonces tu cerebro tuvo una especie de sobredosis y eso fue lo que te dejó en coma durante 10 años, 3 meses y 4 días.

Me quedé en silencio un momento procesando todo lo que escuché, fue entonces que mi vista cayó en un espejo situado frente al lavabo de la habitación, observé mi rostro, me veía maduro, pero sentía que mi mentalidad seguía siendo la de un adolescente de... —¡¿Tengo 31 años?! —Exclamé al hacer cuentas.

El doctor soltó una risa —Épico —Dije alivianando el ambiente, no sabía si estaba teniendo la reacción esperada después de haber despertado después de 10 años sin recordar los últimos 4, pero no tenía idea de cómo reaccionar ante esa situación, no es algo que me hayan enseñado en la escuela, fijé mi vista en el doctor —.¿Me está diciendo que ya no tengo cáncer?, ¿Que no recuerdo lo que seguro fueron los peores años de mi vida?, ¿Que dormí 10 años?, ¿Y que desperté como nuevo? —Dije con cierta emoción.

Mi madre y el doctor compartieron una mirada —Si, es una forma de verlo —Dijo el médico.

Me levanté de la cama y abracé a mi madre, cuando me separé de ella giré mi cabeza hacia la puerta que tenía una pequeña ventana a través de la cual alcancé a ver a una chica cuyos ojos me resultaron familiares, le sonreí, pero apenas lo hice, ella se fue.

—¿Listo para ir a casa? —Dijo mi madre.

—Muy listo —Luego lo pensé bien —¿No me van a hacer estudios o análisis y cosas así?.

—No por hoy —Dijo el doctor —Antes de que despertaras los hicimos todos, nada más te recomendaré un psicólogo para que te ayude con tu memoria y una vez al mes tienes que venir para ver que no vuelvas a desarrollar algún tumor cancerígeno o para checar como va tu cerebro— Hizo una pausa y luego añadió —.Tu madre ya sabe que medicamentos debes tomar y a qué hora, lo único que debes saber es que no debes tomar alcohol por ningún motivo y tampoco debes ejercitarte mucho, esta bien que salgas a caminar o trotar pero no hasta quedar agotado.

—¿De verdad no recuerdas nada ni a nadie? —Habló mi madre mirándome a los ojos.

—No, pero ¿Es importante que recuerde algo o alguien?

Mi madre sonrió —No.

Nota de la autora: ¿Qué opinan?, espero les guste la nueva trama, tal ve fue un poco predecible pero se vienen cosas que no son predecibles, así que espero que les guste :)

Y las actualizaciones no tienen día establecido pero garantizo mínimo tres por semana.