CAPÍTULO 42

456 33 8
                                    

La boda se aproximaba, y DongHae solo quería saber una sola cosa: Saber donde y cómo estaba HyoRi. No había recibido un solo mensaje de su parte. Esta sumamente preocupado. La mayor parte de su tiempo, esta solo pensando es eso. Estaba a punto de perder al cabeza. Le había marcado tantas veces a su amiga para saber si sabia algo, pero ella había prometido no hablar y eso era lo que estaba haciendo.

Caminaba por toda la casa como un deambulaste con poco descanso. Las ojeras era cada ves más notorias, y los ánimos de trabajo estaban por el suelo. Desde que se marcho, él no ha pisado la empresa y su padre comenzaba a enojarse por su irresponsabilidad. Claro, en ese momento era irresponsable, pero cuando se trata de su hija, no tenia importancia el asunto. Claro, el dinero antes, pero para DongHae no era así. Su hija, antes que el dinero.

—¿Se puede saber por que estas aquí perdiendo el tiempo? Hay mucho trabajo por hacer en la empresa. Y si no tienes ganas de trabajar, al menos ve a ayudar a tu prometida. Te casas en dos días —le recuerda su padre algo molesto por su comportamiento.

—¿Sabes algo papá? Con esto que estas haciendo, me demuestra que realmente no te importo. Que solo me has usado para subir tu posición social. Trabajo... igual a dinero, ¿no? Igual a estabilidad en la alta sociedad. Pues sabes ¿que? Conmigo no cuentes. Prefiero quedarme sin dinero, a ser como tú. Pones el maldito dinero por encima de la familia. Siempre ha sido así. Y pensar que yo te veía como un ídolo, que nunca se rendía y que siempre estaba para la familia, pero ya veo que no. Me has dejado solo, sin apoyo y sin tan siquiera un poco de comprensión. Fabuloso papá. Simplemente fabuloso... Te burlas del dolor de un padre, pero claro, que vas a saber tu de dolor, si ni siquiera sientes pena por mi.

—Yo no me estoy burlando.

—¿No? ¿No lo haces? Y diciéndome que me caso en dos días, no es burlarte? Porque yo creo que sí.

—No pongas palabras y acciones que no he dicho o hecho.

—Aunque me case, ese dolor y preocupación de padre, no se me va a ir tan fácilmente. Por que yo si estoy preocupado por ellas. ¿Se te olvido que las dejaste sin nada? ¿Que tú mismo dejaste a una niña que aun no ha nacido sin un hogar? Eso no te da pena, ¿no? Pero si te da pena que yo no quisiera continuar con SoYeon, eso te dolió horrores. Con eso te humille y te pisotee, ¿no? Me rebaje a lo que tanto deseabas, firmando un maldito papel que ya no puedo deshacer.

—Entonces... te has enamorado de esa pobretona.

—Si y ¿que? Que de malo puede haber que me enamore de una mujer que no es de la misma alta sociedad que el señor Lee, ¿ah? ¿Que de malo tiene?

—¡Que nadie te tomara en serio! ¡De eso se trata todo! ¡De mantener una postura y no rebajarse!

—Yo nunca me rebaje. Nunca. Mantuve mi postura. Pero así es esto papá. Me mantuve callado, intentando respetar mi relación, por que no había amor de por medio, solo una maldita atracción. La trate en todo momento como un profesional, pero esa noche traspase esa linea.

—¿Tu traspasaste la linea? —cuestiono indignado.

—Si, yo... Yo fue quien empezó todo. Yo, tu hijo fue quien cruzo esa linea. Y sabes ¿que? No me arrepiento; sabes ¿por que? Por que gracias a ese acontecimiento, descubrí la otra cara de la moneda. Tu dejándome completamente solo, y SoYeon una mujer que solo ha vivido obsesionada conmigo. Ya es suficiente papá, es suficiente.

—SoYeon es la mejor opción que tienes.

—¡No! ¡No lo es! Deja tu maldita obsesión de alta posición y el maldito dinero. ¡Basta! Por primera ves en tu vida papá, analiza tu vida y tus palabras. En tu cabeza solo existe el dinero, y tu familia que se vaya a la mierda si no hace lo que dices. ¿Crees que mama es feliz? ¿Alguna ves te has puesto a pensar que piensa al respecto de todo lo que estas haciendo? ¿No verdad? Por que te importa una mierda lo que los demás piensen. La única ley es la que sale por tu boca y los demás tiene que mantenerse callados. Pues eso se acabo. Se acabo... Si no me vas a ayudar a sentirme un poco mejor o ayudarme a buscarlas, entonces, no me dirijas la palabra. Ya es suficiente con todo lo que has hecho todos estos años. Y si hablamos de humillación, la peor humillación, la has hecho tú.

La Secretaria (Lee DongHae)Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz