1. Mi comienzo

7.7K 343 123
                                    

LENA

Eran las 6:30 AM del día 30 de noviembre y sonaba la alarma en mi teléfono. Me desperté sobresaltada y estiré el brazo para apagarla. Casi no había podido dormir en toda la noche por los nervios, llevaba esperando una oportunidad como esta casi toda mi vida y todavía no podía creerme que hubieran pensado en mí para esto. Estoy segura de que pase lo que pase, hoy será uno de los días más especiales de mi vida, por fin podré cumplir uno de mis sueños y hacer la audición para poder representar a España en Eurovisión.

Decidí darme una ducha rápida antes de bajar a desayunar con mis padres, necesitaba estar un tiempo sola para concentrarme en el día que me esperaba y sumergirme en todos los pensamientos que todavía no era capaz de asimilar.

Terminé de ducharme, me miré en el espejo respirando profundamente para alejar los nervios y me prometí a mi misma dar lo máximo de mí. Bajé al comedor, donde estaba mi madre poniendo el desayuno en la mesa.

-Buenos días ¿cómo habéis dormido?- Pregunté mientras le daba un beso en la mejilla a mi madre y me sentaba en la mesa al lado de mi padre para poder servirme el desayuno.

-Buenos días cariño, hemos dormido muy bien- Dijo papá mientras daba un sorbo a su café.

-¿Nerviosa por la audición de hoy, Lena?- Preguntó mi madre uniéndose a la conversación mientras se sentaba delante de mí.

-La verdad es que estoy bastante nerviosa- Dije untando un poco de mermelada en la tostada que tenía delante solo para tener las manos ocupadas, aunque en realidad ni siquiera tenía hambre.

-Pero he estado ensayando mucho para este momento.- Comente, aunque no sé si lo hice para tranquilizar a mis padres o a mi misma. Aunque era cierto, llevaba años preparándome para que algún día ocurriera algo como esto, las inseguridades seguían estando, pero pienso que los nervios existen cuando algo nos importa de verdad, y eso hace que pongamos todo nuestro esfuerzo en ello y las cosas salgan bien.

-Seguro que lo harás genial, y aunque no ganes, el simple hecho de ser elegida para representar a tu país en eurovisión es un logro.- Afirmó mi madre-

-España suele quedar el primero contando desde abajo, así que peor que eso no puedes hacerlo- Dijo mi padre con tono burlón mientras mi madre lo fulminaba con la mirada.

Mi padre siempre intentaba animar a todo el mundo con alguna de sus bromas, y un poco de razón sí que tenía, parece que España le tiene miedo al éxito, pero para eso estaba yo; para cambiarlo.

Después de acabar de desayunar subí a mi habitación, me maquillé un poco, me marqué un poco más mis ondas naturales en el pelo y me vestí con el las prendas que había preparado la noche anterior. Tenía que ser algo que causara buena impresión, pero sin perder mi estilo así que opté por un traje de dos piezas, con un pantalón de vestir y una blazer blanca con un top negro de encaje. De zapatos me decidí por unas sandalias de tacón, al fin y al cabo, solo iban a valorarme a mí y a la canción, por lo que no era necesario que llevara a mi cuerpo de baile y podría ir cómoda con esa ropa. Me estaba terminando de arreglar y echándome mi perfume cuando me sonó el teléfono a las 9 am, era Mario, mi chofer, diciéndome que ya estaba en la puerta de mi casa esperando con Marcel, mi manager, para llevarme a la audición.

Salí atropelladamente de mi casa despidiéndome de mis padres, los cuales se estaban empezando a emocionar y me deseaban mucha suerte.

Cerré la puerta detrás de mí, y me subí al coche de Mario.

-Buenos días Lena- dijeron los dos al unísono cuando me senté en el asiento trasero.

-Buenos días chicos- contesté con una de mis mejores sonrisas, aunque a ellos no les podía engañar, ya me conocían demasiado bien y sabían que mi tembloroso tono de voz significaba que estaba muerta de miedo.

-Tranquila Lena, sé que lo vas a hacer genial.- dijo Marcel girando en el asiento delantero para dedicarme una mirada tranquilizadora. Él era la persona que más me había apoyado, era el que confiaba en mí incluso cuando yo no lo hacía, he llegado a donde estoy gracias a él y se lo debo todo por creer en mí. Además no solo era un simple manager, para mí era como un hermano mayor que me aconsejaba para mi bien aunque a veces eso provocara algún enfado de mi parte. Él tenía ya cierta edad y es una de esas personas que te aportan lecciones de vida increíbles, tiene el cabello castaño casi rubio y unos preciosos ojos azules.

Y Mario era también casi parte de la familia, él era la persona que nos había visto crecer y nos había acompañado a mí y a mi grupo de baile a todas las actuaciones. Él es moreno con ojos marrones y siempre le acompaña su característica barba corta que siempre lleva bien arreglada.

El trayecto no fue muy largo, las audiciones se hacían en mi misma ciudad, Barcelona, y encima con los nervios se me pasó volando, parece que cuando queremos detener el tiempo, más rápido pasa, aunque estaba deseando de cantar ya y que pasara lo que tuviera que pasar.

𝕀ℕ𝕋ℝ𝔼ℂℂ𝕀𝔸𝕋𝔼 •Damiano David•Where stories live. Discover now