Capítulo 79

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Los últimos dos días Jungkook había tenido las peores nauseas de su vida, comida que comía, comida que vomitaba; esperaba que los malestares estomacales disminuyeran, pero estos días iban de mal en peor.

Si bien en las películas o series de amor muestran el embarazo como una etapa linda, no cuentan toda la historia completa. Jungkook supo desde un inicio, que unas partes de su cuerpo se ponían más lindas, como la barriguita abultada, piecitos anchos, mejillas regordetas, pero otras eran espantosas a su parecer. Ojeras enormes y oscuras, piernas delgadas, antes de que sus mejillas engordaran, su cara parecía chupada.

Y ni hablar, de cómo las hormonas estaban cambiando aparte de su cuerpo, su estado de ánimo.

Unos días feliz, otros triste, otros calenturiento, otros odioso. Se sentía fatal.

— Es normal, Kookie — decía Solar mientras doblaba la ropa limpia — Tu cuerpo seguirá pasando por este proceso, incluso después de dar a luz.

— ¿En serio? — preguntó con sus ojos entre abiertos después de haber despertado de la siesta que tomó en la tarde.

— Si. Después de unas semanas o pocos meses, tu cuerpo tiene que adaptarse al cachorro y volver a la normalidad.

— ¿Más cambios? — preguntó con algo de frustración.

— Si. Aparte de los cuidados que tienes ahora, serán igual de importantes después del parto. Como, alimentarte bien para producir buena leche y buen olor.

— ¿Olor?

— Tu cuerpo producirá un olor parecido a la leche, pero no leche de vaca — soltó una risa — La leche humana no huele así; tiene un aroma distinto tu cuerpo para que el bebé siga el aroma para encontrar tu pezón y empiece a lactar.

Jungkook parpadeó varias veces.

— Tal vez ese aroma te frustre un poco, pero es normal. Si ese aroma no te gusta, puedes bañarte diario y procurar comer lo mejor posible.

— Entiendo — jugó con sus dedos por encima de su pecho — ¿Las náuseas ya disminuirán?

— Esperemos. Cada persona y embarazo es diferente, así que no te recomiendo andar comparando.

— Bueno, espero que acaben así como que acabe estas ganas de ir al baño todo el tiempo.

— Oh — Solar terminó de doblar la ropa encima de la cama del omega. La tomó y abrió el armario para meterla.

— Noona — alzó su vista para verla — Hablaron del trabajo.

— ¿Tu trabajo?

— El director — rascó su ceja — Falté marzo y abril, falté al inicio del ciclo — sus ojos lagrimearon un poco — Llamaron al maestro sustituto.

Papá necesita un omegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora