Capítulo 75

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— Señor Park, señor Park — decía repetidas veces.

El omega estaba tan absorto leyendo el papeleo del día anterior, sumado con los nuevos correos del caso que estaba terminando, más, unas cuatro o cinco tazas de café exprés que había tomado temprano en la mañana, eso sin contar todas las que tomó en la noche para no dormir.

— Señor Park.

— ¿Qué? — preguntó algo desquiciado.

— El señor Han ha llegado, se encuentra afuera esperándolo — dijo el beta algo temeroso.

— ¿Quién?

— El señor Han, el caso nuevo.

Jimin se llevo las manos a la cara, y con la yema de los dedos masajeó sus ojos cerrados y las enormes bolsas oscuras debajo de ellos.

— De acuerdo — le dio el último sorbo a su taza de café y se llevó sus manos a la cadera — Dile que pase.

— De acuerdo. Con permiso — hizo una reverencia y salió de su despacho.

El omega hizo unas cuantas respiraciones, antes de que escuchara a alguien hablar y la puerta cerrarse.

— Buenas tardes, mi nombre es Park Jimin, me dijeron que llevaré su caso, señor Han... — se cortó al tener que alzar la vista.

El chico era alguien demasiado alto, tal vez media alrededor de 1.85 o 1.90 metros, le sacaba casi dos cabezas a Jimin.

El joven asintió y tomó asiento.

Jimin por su parte lo miró buen tiempo y luego también se sentó.

— Si hizo entrega de sus papeles en orden, debieron llegarme al correo — dijo empezando a revisar en su computador de escritorio.

Eran más de sus compañeros y de la firma, uno de Taehyung y otros. Jimin empezó a buscar por el apellido Han, pero sus nervios se alteraron más con la cafeína y empezaba a desesperarse.

— Si. De... de hecho, es mi hermana quien debió haberlo mandado. Su nombre es Min Yuji, bueno, media hermana.

Jimin asintió y buscó mejor por ese apellido. Su estomago se contrajo al estar pensando en aquel apellido.

Min. Min. Min.

— Aquí está, lo he encontrado — dijo dando un doble clic — Mientras leo toda esta formalidad, podríamos ir empezando, ¿De acuerdo? Podrías contarme más abierto de que es lo que pasa; una disculpa, no tuve tiempo de ver el caso antes.

Mandó a imprimir el correo y salió en su impresora de al lado. Tomó las hojas y un lapicero y se lo tendió al chico, pero al momento en que Jimin casi toca sus manos con las de él, el chico se hizo bruscamente para atrás y casi cae de su silla.

Papá necesita un omegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora