Cᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ XVIII: Tʀᴀᴠᴇᴄɪᴀ

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En la mansión Black todo era realmente divertido, la llegada de Sirius dio pie a que múltiples bromas estallaran en la mansión. Los autores intelectuales eran; Canuto, Mini cornamenta (Harry), Drago (Draco) y la innombrable. sus bromas consistían en llenar de pintura mágica que cambiaba de color constantemente en la cual cayo un par de veces Cybilus y Ted. 

Derretir los zapatos y quedarse pegados en el lugar tras pisar alguna losa o madera del suelo. en esta broma cayeron un par de veces las mujeres habitantes de la casa. sirius tuvo que dormir afuera en su forma de perro varias noches tras arruinar los tacones favoritos de su prometida. 

Entre Draco y Harry debían ser muy cuidadosos en no ser atrapados puesto que ambos sabían que la pasarían mal con la madre del azabache si era atrapado haciendo alguna broma con el hermano de la Blanca. 

Y es que para orgullo y pesar de Sirius, ambos niños resultaron ser unos expertos en el sigilo y Harry con ayuda de su capa de invisibilidad y el silencio divertido de su abuela eran suficientes para que no sospecharan de ambos niños. 

Y volviendo a los niños estos estaban ocultos bajo la capa del azabache esperando que su victima cruzara por la trampa que le habían tendido. ambos niños tenían una mirada sumamente maliciosa.

Pero en aquel momento esa sonrisa se vio cambiada por una de terror al ver las personas quienes pasaron por la puerta activando el mecanismo que les vació primero una cubeta de algún liquido viscoso de color blanco. la azabache y la niña castaña-oscura de ojos grises quienes al sentir aquello cerraron sus ojos y abrieron las bocas sorprendidas, la azabache se retiro lentamente el liquido de sus ojos, abrió estos para luego ver con los ojos abiertos como una trompeta aparecía levitando frente a ellas y estallaba llenándolas a ambas de muchas plumas de colores distintos.

- ¡¡¡SIRIUS!!!/¡¡¡PAPA!!! - Gritaron las dos al mismo tiempo con mucho enojo, la azabache parecía dispuesta  cometer un asesinato cuando iba a dar un paso se dio cuenta que sus tacones estaban pegados al suelo - lo mato - dijo esta con frialdad 

el par de niños se vieron mutuamente para empezar a retroceder muy lentamente sin hacer ruido rezándole a todos los magos antiguos que el hombre quien les había instruido en el arte de las bromas siguiera vivo para la mañana.

En otro lado de la mansión se encontraban Ted, Cybilus y El futuro cadáver tomando un par de cervezas de mantequilla, de repente el ultimo nombrado empezó a sentir un frió peligroso, los dos hombres que estaban frente a el palidecieron al ver a la mujer que entraba por la puerta.

- ¿alguien dejo entrar algún dementor? - pregunto Sirius con un pequeño escalo frió - ¿ o por que hace tanto frió? - dijo este y los dos hombres al frente de el señalaron a su espalda. el black lentamente giro su cuello topándose con lo que en algún momento pudo haber llamado lo mas gracioso del mundo pero al ver la cara de ira de su hermana trago en seco con fuerza - ah.... hola hermanita - dijo con una sonrisa de inocencia 

- espero que hayas dejado testamento Orion - dijo la azabache con furia y los dos hombres salieron despacio de la habitación para no ser receptores de la ira de aquella mujer.

un grito de niña se escullo por toda la mansión proveniente de un paniquiado Sirius black. en la habitación de cierto azabache un par de niños se vieron con miedo y las el par de rubias, una castaña y una metamorfa los veían con una ceja alzada ignorando los gritos de tortura que provenía de planta baja.

una hora después se podía ver a un muy herido Sirius black con vendas por todas partes pareciendo una momia en vida, todos veían al pobre con lastima mientras que una azabache a su lado llena de plumas y liquido blanco lo fulminaba con la mirada. 

Lᴇɪᴅʏ Bʟᴀᴄᴋ, Lᴀ Rᴇɪɴᴀ Dᴇ Sʟʏᴛʜᴇʀɪɴ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora