Lᴇɪᴅʏ Bʟᴀᴄᴋ, Lᴀ Rᴇɪɴᴀ Dᴇ Sʟʏᴛʜᴇʀɪɴ

Cᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ VII: Lᴀ Cᴀʀᴛᴀ

El día de Navidad había pasado, los 6 habitantes que se encontraban actualmente en Grimmauld Place pasaron el día hablando, comiendo y bromeando por parte de los adultos. Los niños estaban en el cuarto de Harry leyendo los nuevos libros que les habían regalado. Esto por parte del azabache y la rubia, mientras que la niña de 5 años se la pasaba jugando con alguno de sus juguetes que sus padres le mandaron a traer con un elfo de la mansión Greengrass.

La Azabache convenció a sus amigos de pasar el resto del mes en la mansión black cosa que aceptaron después de que sus dos hijas usarán el hechizo más poderoso jamás inventado por la humanidad; los ojos de cachorrito.

Al final del día los niños fueron los primeros en ir a dormir, los tres adultos se quedaron en la sala conversando un poco.

–Chicos, mañana iré con Harry al callejón Diagon ¿Quieren venir?– pregunto la azabache mientras bebía su segunda copa de vino. El matrimonio Greengrass la vieron por un momento.

–Me parece bien, de todos modos tenía que ir en algún momento. Tengo que comprar algunas cosas para mí escoba– dijo el castaño encogiéndose de hombros – tu y tu escoba. Aveces pienso que si yo no hubiera sido tu novia desde 5to grado te hubieras casado con una escoba– dijo la rubia cruzada de brazos fingiendo estar molesta

–Nah, me hubiera casado y divorciado de una escoba cada vez que saliera una nueva– respondió el castaño divertido haciendo reír a una azabache y ganandose un golpe en el brazo por parte de la rubia –tonto– murmuró está haciendo puchero, su esposo soltó una carcajada para después besarla apasionadamente.

–¡¡oigan!! Eso al cuerto degenerados– dijo la azabache divertida viendo a sus dos amigos –solo estás celosa de que a mí si me concientan– le respondió su rubia amiga ganandose un golpe con un cojín en la cara, sus dos amigos empezaron a reír ante el acto infantil de la azabache.

–Dejando de lado las niñerías Alya ¿Que necesitas comprar en el callejón Diagon? – pregunto la rubia alejando a su esposo que empezaba a ponerse contento ya que el vino empezaba hacer efecto – Ayer en la fiesta le pedí un permiso especial a Harry para que pudiera comprar una varita antes de los 11 años y pudiera hacer magia siendo menor de edad. Ella acepto– comento la azabache y sus dos amigos la vieron soprendidos

–Vaya, Millicent debe querer mucho a Harry para que le dé ese permiso– dijo la Rubia, su esposo gruño ante la mension del niño esquivando por los pelos dos almohadazos de las mujeres – Vamos cariño, Harry es solo un niño. No por qué sea amigo de Daphne debes estar asi– dijo la rubia suavemente divertida –me quiere robar a mí princesa– dijo el castaño en murmullo haciendo reír a las dos mujeres.

– no seas idiota Cybilus, Harry es muy inocente para esas cosas, además solo tienen 6 años, deja lo DramaQueen– se burló la Azabache haciendo que su amigo pusiera una mano en su corazón y fingiera estar dolido y ofendido

Las dos mujeres volvieron a reír un poco por eso para después unirseles el castaño.

–entonces creo que deberíamos ir a dormir ya para madrugar mañana– dijo el castaño dirigiendo le un mirada pícara a su esposa – tu solo quieres ir y tener sexo con la rubia – dijo la azabache divertida y la rubia se sonrojo fuertemente por aquella –Obvio – contesto el castaño haciendo que la rubia muy sonrojada se levantara y tomara la mano de su esposo arrastrándolo hacía la habitación murmurando un "buenas noches"

La azabache negó divertida –¡¡USEN HECHIZOS SILENCIADORES PAR DE CONEJOS!! – Les gritó a ambos mientras reia, el castaño le levanto el pulgar en contestación antes de perderse por las escaleras junto a una muy roja esposa.

•••

A la mañana siguiente, los seis individuos se encontraban desayunando en el comedor de la mansión, la Azabache solo le dirigía una sonrisa burlona a la rubia a su lado que estaba desde la mañana con un aire de haber tenido sexo durante toda la noche, su esposo solo tenía una sonrisa boba mientras comía.