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—¿Y que dijo? ¿Vendrá?—Preguntó Luna bajando las escaleras con emoción hasta llegar a la sala

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—¿Y que dijo? ¿Vendrá?—Preguntó Luna bajando las escaleras con emoción hasta llegar a la sala.

—No,..dijo que hoy tenía mucho trabajo extra y no alcanzaría a llegar, pero dijo que si querías quedarte a cenar aquí que lo hicieras, podrías ayudarme a prepararla si quieres.

—Oh...yo pensé que...si estábamos con ustedes cenaríamos juntos...—Disminuyendo su sonrisa habló—Pero está bien, tal vez deba irme temprano a casa, ya es de noche en realidad...—

—¿Enserio no quieres cenar con nosotros? Será divertido.

—Prefiero cenar en casa...pero gracias.

—Tal vez Jaeden te pueda ir a dejar, no creo que se demoren tanto.

—Ahm....si el quiere...—Angela asintió y subió las escaleras.

Dudosa tomó su mochila aún tirada en el sillón quedándose parada mirando sus pies, su respiración se hacia pesada y cada vez su estomago se sentía mas enredado de lo normal, y mucho mas al escuchar la queja de Jaeden.

—Vamos—Besó la mejilla de Angela como despedida y cerró la puerta atrás de Jaeden para subir al auto.

Luna tenía claro que debía arreglar todo, concluía que ella era la culpable y la que estaba estorbándole, o la que debía pedir perdón, en algunos balbuceos en el camino intentó hablar, pero le parecía difícil al verlo tan serio a su lado.

Al frenar Jaeden suspiró—Bien, nos vemos mañana.

—¿No te gustaría pasar? Podemos cenar juntos! Papá llegará tarde y ya es aburrido cenar sola...—Quitándose el cinturón sonrió intentando convencerlo.

—Necesito irme Luna, enserio, tengo cosas que hacer—Sin mirarla tomo su celular.

—Vamos...no seas aburrido—bajó del auto para correr hacia el lado abriendo la puerta—Se que te gusta lo que cocino...—Riendo lo agarró del brazo para bajarlo.

—No Luna, déjame.

Sin parar de reír lo guió hacia la puerta de la casa—Sube, yo voy en un momento.

—No seas terca Luna, necesito irme.

—Vamos...solo es un día—Dejando un pequeño beso en su mejilla caminó hacia la cocina con emoción, aún así dentro de ella sabía que lo estaba obligando a estar juntos para sentirse querida, pero le parecía más fácil ignorar sus propios pensamientos a que aceptarlos.

—Si quieres pon una película! Como era antes...—Sonriendo dejó el plato con panqueques arriba de la cama.

—Pone una tu, no creo estar tanto tiempo—Murmurando respondió.

Luna se apoyó en una de las piernas de Jaeden mirando la televisión, había olvidado sus preocupaciones, no había parecido haber cambio, solo ellos dos viendo la televisión como era antes.

Kalopsia ;; Jaeden Martell Donde viven las historias. Descúbrelo ahora