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La semana había pasado lento para los dos, aunque se hubieran visto toda la semana con normalidad no habían hablado del tema de su aniversario, fue difícil en especial para Luna, que cada día se dormía mas temprano para que los días pasaran mas rápidos.
Esa mañana del sábado Jaeden se levantó tarde por equivocación, después de comer se arregló lo que mas pudo para tomar el dinero y salir de su casa. Cuando pasó por el centro buscó algún lugar donde vendieran flores, no era fácil encontrar tiendas abiertas a esa hora del día, compró unas de color rosa, parecía simple, pero estuvo casi media hora eligiéndolas.
Se sentía apenado, ¿Por que estaba tan preocupado en fingir lo mucho que le importaba? Sus sentimientos estaban mezclados, y sabía que aunque fuese así debía actuar como si nada, era complicado disimular, en especial cuando estaba enojado. Sin dejar de pensar en eso siguió caminando mirando cada casa, el camino parecía infinito.
─La amo, la amo, la amo, la amo─Repetía en susurros casi inaudibles. Al llegar sacó su teléfono y le envió un mensaje a Luna informándole que ya había llegado.
Luna al recibir el mensaje se alteró mucho, parecía demasiado temprano para que el estuviese ahí. Desesperada miró por la ventana hacia abajo donde el estaba mirando a todas partes esperándola, con rapidez salió de ahí quitando su ropa para ponerse una larga falda blanca y una camiseta rosa, puso sus medias intentando no romperlas y por ultimo los pequeños tacones de color verde.
Al bajar corrió con emoción hasta la puerta, suspiró y sonrió antes de abrirla─Hey...─Luna antes de seguir escuchándolo sonrió poniendo sus manos en su cuello.
Los pocos segundos que había estado con Jaeden ese día parecía sentirse diferente a los de casi un mes entero, ya no sentía la angustia en el estomago y menos el raro enojo que tenía con el.
─Hola...─Susurró separándose del beso con una sonrisa, rió y lo abrazó─Te amo mucho Jaeden─Sin parar de sonreír se separó y besó su nariz.
─Yo también te amo Luna, y mucho, mas de lo que puedas imaginar─Con una sonrisa fingida entró a la casa siendo tirado del brazo, parecía mucho mas emocionado que el.
─Quédate aquí, volveré en un segundo─El asintió sentándose en sillón, desviando la mirada cuando ella subió las escaleras.
Su mirada permanecía en el suelo, al mismo tiempo que pasaba sus manos por su cabello arreglando, con nervios. Lo mas probable sería ponerse nervioso los días así, y aunque lo pareciera, lo que menos le importaba en ese momento era el "gran" día.
─¡Estoy lista!─Luna lo abrazó por atrás para besar sus mejillas, hasta sentarse a su lado.
─Te traje flores, pensé que...estas serían las que mas te gustaran─Jaeden estiró el ramo dejándolo en las manos de la chica con cuidado.
─Jaeden creo que eres el chico mas perfecto en el mundo─Los dos rieron, el poniéndose serio antes que ella.
Unos minutos después los dos salieron de casa, dejando las flores ahí.
