SECRETOS Y MENTIRAS

CAPITULO 12

Con mucha cautela entró y todo estaba oscuro, se notaba que Marin no estaba allí, a pesar de que las cosas entre ambos se torno complicada y claramente el sabia que era el culpable, no podía negar que quien daba vida a todo lo que estaba allí era ella. Recordó cuando llegaba por las noches y encontraba todo limpio y organizado, su comida lista que por cierto nunca probaba, por qué?, se preguntó, giro hacia la escalera y allí de pie frente a esta creyó ver a Marin vestida para ir a la ultima fiesta que lo acompaño.

Paso a la sala y miro la foto del día de la boda, se veía feliz, se veían felices, Kanon comprendió que ella dejo todo por el, porque ella si había comprendido que a pesar de tener intereses diferentes, ya debían pensar en el otro, el lo hizo al principio pero las ganas le duraron poco, conocer a Thetys para el fue algo que desbalanceo su mundo y el cayó sin tener en cuenta que arrastraba a Marin a un abismo del que no podría salir y se sintió mas miserable que nunca, sus decisiones no fueron las correctas, pero quien menos debió sufrir fue ella.

Con pesadez llego hasta el segundo piso, ya ni recordaba porque llego hasta allí, entro primero a su habitación y las puertas del closet estaban abiertas, tomo un portafolio donde tenía unos papeles que necesitaba y salio de ahí.

Llego a la alcoba que en principio compartió con su esposa, como se sentía de vacía y triste la casa. Camino y se sentó del lado que siempre uso ella, en la mesa de noche estaba una foto de ellos dos en uno de sus viajes, los ojos de Marin resplandecían y su sonrisa era hermosa, acaricio la imagen de la mujer y no pudo soportarlo mas, las lagrimas comenzaron a brotar sin poder evitarlo, abrazo la fotografía a su pecho y repetía una y otra vez, perdóname Marin.

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Marin se sentía afligida, triste, unas enormes ganas de llorar la embargaban, ese día estaba sola en casa, Shaina y Milo, salieron y por primera vez en mucho tiempo no tenia nada mas en que pensar sino en su vida. Su corazón dolía mucho, era una sensación extraña, poso sus manos a la altura del pecho y cerro los ojos, la primera imagen que se le vino a la mente fue la de Kanon, abrió los ojos de golpe y empezó a respirar de manera agitada. Le habrá pasado algo?. Se preguntó. No, eso era ridículo, pero la sensación de angustia no se iba.

Camino hasta la cocina para prepararse un té, necesitaba calmarse o terminaría llamando a Kanon y la verdad lo que menos quería era importunarlo, se sentó en la mesa a esperar que el agua hirviera y recibió unas fotografías de Aioria y Milo, entre toda su tristeza no pudo ocultar una sonrisa al ver a sus amigos, sobre todo a Milo con la cara llena de chocolate y un mensaje que decía: Milo les lleva un poco para que prueben. Marin suspiro, cuando escucho la tetera se levanto y termino de prepara la bebida, se fue a la sala y se sentó en el sofá, tomo nuevamente el celular y volvió a abrir la imagen, miraba el rostro de Aioria y no pudo evitar de nuevo, ese hombre era un bálsamo para su alma, solo verlo lograba animarla, pero su angustia no se iba.

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Luego de su jornada de trabajo, Kanon con toda la disposición que había reunido y con el animo de no dilatar mas su conversación con Thetys salio de su oficina directamente para la casa de la que era aun amante. No podía negar que estaba nervioso, pero era algo que debía hacer.

Entro a la casa de la joven y un pequeño niño, salio corriendo y al ver que era su papa gritaba de la emoción:

- Papá, papá - gritaba al niño emocionado al rededor del hombre - quiero mostrarte algo - Kanon lo cargo y lo beso.

- Hola hijo, como estas?

- Bien papá, pero quiero enseñarte algo - a Kanon le dio curiosidad tanta insistencia - ven a mi cuarto, si?