INNOCENT | DRACO MALFOY ✓

𝐅𝐈𝐅𝐓𝐘 𝐒𝐄𝐕𝐄𝐍

[contenido adulto]

Draco Malfoy.

En el momento en que Pansy cerró la puerta, me moví frente a Aria y llevé mi mano a la parte posterior de su cabeza y enredé mis dedos en las raíces de su cabello, atrayendo sus labios a los míos.

Ella me devolvió el beso y envolvió sus piernas alrededor de mi cintura, haciendo que mi dura erección presionara su núcleo, que solo estaba cubierto por una fina capa de tela de traje de baño.

Sus labios sabían dulces, tanto que nunca me cansaría de besarla. Despreciaba el hecho de que ella no se viera a sí misma de la misma manera que yo la veía perfecta. Su personalidad, sus rasgos, su cuerpo... todo fue perfecto para mí.

Todo en ella solo me hizo más ansioso por destruir hasta la última pizca de pureza e inocencia que le quedaba antes de que la reconstruyera.

El pequeño gemido que salió de sus labios tan pronto como besé su cuello prácticamente me hizo aún más ansioso por follarla. Quería escuchar maldiciones salir de sus labios mientras la complacía... Quería sentir físicamente cómo reaccionaba su cuerpo a mi toque.

Mis manos se deslizaron por su cintura, su piel cubierta de heladas protuberancias a pesar del agua caliente que nos rodeaba.

—Joder...—Su voz sensual hizo que mi deseo por ella se hiciera más fuerte, así que continué deslizando mis labios por su piel.

Empujé ligeramente su cuerpo por encima del agua, exponiendo su mitad superior al viento frío que golpeó su piel y la hizo temblar. Noté que tenía frío, así que presioné su cuerpo contra el mío en un intento de calentarla.

Hacía demasiado frío para permanecer aquí por mucho más tiempo, y aunque estábamos en la piscina, nuestras caras todavía estaban rosadas por el viento frío.

—Vamos adentro...—Murmuré las palabras, susurrándole al oído mientras ella asentía. Había dos toallas junto a la piscina que los demás nos habían dejado, así que las agarré rápidamente antes de salir de la piscina. Envolví uno alrededor de mi mitad inferior, mi pecho se enfrió inmediatamente.

Revisé el área, haciendo lo que Parkinson pidió, asegurándome de que todas las bebidas estuvieran desechadas y que la terraza estuviera ordenada antes de dar la vuelta para ayudar a Aria a salir de la piscina. Coloqué la toalla alrededor de sus hombros, acercando su cuerpo al mío mientras la acompañaba de regreso a la casa.

Aria Rowen.

Los dos entramos a nuestro dormitorio, permaneciendo lo más silenciosos posible para evitar despertar a los demás que ya se habían retirado a sus habitaciones mucho antes que nosotros.

Me moví para sentarme en el sofá mientras Draco entraba al baño, y no pasó mucho tiempo antes de que oí que el agua de la ducha comenzaba a correr.

Sentí que mi cuerpo, todavía envuelto en la toalla, comenzaba a calentarse mientras los últimos rastros de aire frío del invierno se desvanecían de mi piel. El fuego frente a mí era lo único que iluminaba el dormitorio, aparte de la luz del baño.

Escuché pasos detrás de mí y me volví para ver que Draco había regresado a la habitación, y ahora estaba parado directamente al lado del sofá.

—Nunca respondiste a mi pregunta...—Se tomó un tiempo para sentarse a mi lado, y giré mi cuerpo para que estuviera completamente frente a él.

Miré a Draco confundida, incapaz de recordar qué era lo que había preguntado.

Dio una pequeña risa antes de mover su mano a mi mandíbula y acercar mis labios a los suyos. Inmediatamente me derretí en el beso, saboreando la sensación y el sabor de sus labios contra los míos.