INNOCENT | DRACO MALFOY ✓

𝐅𝐈𝐅𝐓𝐘 𝐓𝐖𝐎

Aria Rowen.

Draco y yo caminamos por las concurridas calles de la ciudad, dirigiéndonos hacia la tienda donde planeamos encontrarnos con los demás. Su mano nunca dejó mi espalda mientras me guiaba acera tras acera hasta que el escaparate apareció al final de la calle.

Pansy nos saludó y yo le devolví un pequeño saludo mientras nos acercábamos a las seis personas que estaban sentadas en un banco.

—Me alegro de que ustedes dos puedan unirse a nosotros...—Blaise le dio una palmada en la espalda a Draco mientras hablaba.

—¿Qué te tomó tanto tiempo?.—Dylan me lanzó una mirada curiosa y ya podía sentir un rubor subiendo a mis mejillas.

—Oh—tartamudeé un poco, tratando de encontrar una respuesta.—...sólo necesitábamos algo de tiempo extra para refrescarnos... eso es todo.

Escuché a Draco dar una pequeña risa, haciéndome darle un codazo en el costado para callarlo.

Vi a Cecile, que estaba parada directamente al lado de Luke. Ella realmente no debería haber vuelto con él, pero tampoco era mi lugar juzgar sus decisiones.

—Así que...—Pansy juntó las manos y se colocó frente al grupo.—¿A dónde queremos ir primero?.

—¿Quizás podríamos separarnos todos? ¿Las chicas van en una dirección y nosotros podemos ir en la otra?.—Theo nos miró a todos, esperando nuestra aprobación. Todos nos miramos, confirmándolo con un asentimiento.

Cecile parecía muy ansiosa por alejarse de Luke, así que cruzó la acera lo más rápido posible para pararse junto a Pansy.

—¡Suena como una idea maravillosa!.—Pansy nos sonrió a todos y me agarró del brazo, alejándome de Draco para que pudiera estar con ellos.—¿Por qué no nos vemos todos en una hora en el café de la quinta calle para almorzar, mm?.

Theo se apartó de Pansy y se unió a los chicos.—Suena como un buen plan...

[...]

Draco Malfoy.

—¿Qué pasa contigo y Rowen?.—Luke se sentó en la mesa frente a Blaise y yo, sentado directamente al lado de Theo.

Le envié una mirada confusa mientras tomaba un sorbo del vaso frente a mí.

Habíamos llegado temprano al café y ahora estábamos esperando a que las chicas se unieran a nosotros.

—Apenas la tocas a nuestro alrededor... no sé... ustedes dos parecen incómodos.—Carrow se encogió de hombros y se dejó caer contra la cabina en la que estaba sentado.

Puse los ojos en blanco y volví a dejar la taza.

—Perdón por mostrar todo mi afecto en privado.—si solo supieran que hace unas horas me la estaba follando sin sentido mientras ellos andaban por aquí vagando por la ciudad, haciendo sus compras de escaparates mientras me aseguraba de que lo único que fuera es ella. Capaz de decir mi nombre para que ella recordara quién la estaba complaciendo.

¿Apenas la tocas? Demonios, cuando estamos solos, apenas puedo apartar mis manos de ella. Ella es tan perfecta que es difícil no tocarla.

Nunca fui y todavía no soy de los que muestran demasiado afecto en público. Nunca ha sido lo mío, pero si alguna vez tuviera que demostrar que ella es mía... no dudaría en hacerlo.