INNOCENT | DRACO MALFOY ✓

𝐅𝐈𝐅𝐓𝐘 𝐎𝐍𝐄

ADVERTENCIA: contenido maduro.

Aria Rowen.

Cerré el agua de la ducha y tomé mi toalla, envolviéndola alrededor de mi cuerpo antes de atravesar las puertas de vidrio y entrar al baño lleno de vapor.

Busqué la ropa que había colocado anteriormente, pero rápidamente me di cuenta de que había dejado la pequeña pila sobre la cómoda. Solté un resoplido molesto mientras me ponía a trabajar, pasando mis dedos por mi cabello.

—¿Draco? ¿Podrías traer mi ropa?.—Llamé a través de la puerta de madera, y solo pasaron unos segundos antes de que se abriera.

—¿Me necesitabas para algo?.—Draco asomó la cabeza por la puerta y lo miré de cerca a través del espejo.

Sabía que me había escuchado la primera vez, y la sonrisa en sus labios solo lo confirmó.

—Sí. Mi ropa, Draco. Están en algún lugar. ¿Te importaría agarrarlas?.

—¿Por qué no vienes aquí a buscarla? Sin embargo, deja la toalla aquí...—Me envió un guiño mientras yo ponía los ojos en blanco en broma.

—Muy gracioso. Vamos a llegar tarde.—me burlé, viendo como salía del baño, dejando la puerta abierta detrás de él. Lo seguí poco después.

Mis ojos se posaron en la falda y el suéter que había elegido para usar esta mañana, sentados perfectamente doblados sobre mi tocador donde los había dejado.

Sentí sus manos agarrar mi cintura mientras su pecho presionaba mi espalda.

—Sabes... Pansy nunca dijo que tenemos que ir con ellos. Podríamos quedarnos aquí.—Draco alzó las cejas sugestivamente.

—No podemos quedarnos aquí todo el día.—me di la vuelta para enfrentar a Draco, colocando mis brazos sobre sus hombros mientras lo miraba.

—Por supuesto que podemos... no estoy en contra.—me envió una mirada sugerente, pero di un paso atrás ya que no tuve tiempo de quedar atrapada en cosas como esta.

Casi en el momento en que me alejé, las manos de Draco volvieron a mi cintura mientras tiraba de mi cuerpo contra el suyo. Sus labios se encontraron con los míos con entusiasmo y no pude evitar devolverle el beso.

Pasó sus labios por mi mandíbula y bajó hasta mi cuello, haciéndome echar la cabeza hacia atrás.—¿Quieres que te muestre lo rápido que puedo cambiar de opinión?.

Dejé escapar un suave gemido en respuesta mientras besaba el punto dulce en la base de mi garganta.

—Lo tomaré como un sí.—Draco rápidamente desenvolvió la toalla de mi cuerpo, tirándola y tirándola al suelo.

El aire frío inmediatamente golpeó mi piel y me aparté el cabello todavía húmedo de la cara. Draco hizo retroceder mi cuerpo hacia la cama y me empujó hacia atrás para que me sentara en el borde. Rápidamente se quitó la camisa mientras se inclinaba, colocando una mano a cada lado de mis piernas mientras me besaba.

—¿Ustedes dos están casi listos?.—Un fuerte golpe en la puerta nos interrumpió, seguido por la voz de Theodore Nott.

Draco puso los ojos en blanco con molestia, sin alejarse de mí.

—Los alcanzaremos más tarde.—su voz era fuerte, pero tranquila y silenciosa al mismo tiempo.

—¿Estás seguro, amigo? No nos importa esperar si ambos necesitan más tiempo para vestir-

—Joder, Nott. Vete.—Draco se inclinó, susurrándome al oído para que solo nosotros dos escucháramos la segunda parte de su declaración.—Antes de que te folle delante de él.