INNOCENT | DRACO MALFOY ✓

𝐓𝐖𝐄𝐍𝐓𝐘 𝐍𝐈𝐍𝐄

Aria Rowen.

Caminé por mi habitación, tratando de acomodarla a pesar de que ya la había limpiado varias veces.

Mierda. Mierda. Mierda. Le dije que sí a Draco. Eso significaba que en realidad me verían en público con él como una cita.

Si quería volver a acercarme a mis amigas, cualquier posibilidad de eso se iba por el desagüe con cada minuto que pasaba con Draco.

Lo odiaban, solo por la marca descolorida en su brazo.

Estaba casi segura de que lo despreciaban incluso más que a Luke... pero, por supuesto, Dylan podía caminar libremente para hacer lo que quisiera con su nuevo novio.

Todos excepto yo parecían pensar que Blaise era diferente a Draco o Luke, simplemente por el hecho de que sus padres fueron los que tomaron la marca... no él.

Todo eso me hizo enojar, pero aquí estaba, a una semana de tomar a Draco Malfoy como mi cita para el baile de invierno.

¿Estaba haciendo lo correcto? Estaba tan atrapada en el momento en que me preguntó... pero fue entonces cuando también me había golpeado.

Era tan jodidamente posesivo. Draco no quería que hablara con ningún otro chico, y si me veía haciendo eso... bueno, digamos que no me dejó ir una noche sin asegurarse de que yo sabía que nadie más podía tenerme excepto para él.

Me hizo pensar en la carta que había recibido de Aidan unas horas antes de ir al dormitorio de Draco a estudiar. No estaba planeando decirle que sí al chico de Ravenclaw, así que a la mañana siguiente fui directamente a ver a Aidan y lo rechacé cortésmente, diciendo que ya me habían pedido.

Por supuesto que Draco estaba de pie al otro lado del pasillo cuando le dije al chico mi respuesta, y Draco insistió en que él miraba porque quería asegurarse de que hiciera lo que le dije que haría.

En secreto había querido que Draco me preguntara todo el tiempo, y él me preguntó... no en el momento más conveniente, pero por alguna razón dije que sí.

Un fuerte golpe sonó en la puerta de mi habitación, haciéndome saltar antes de moverme con cautela para abrirla.

En el momento en que giré la manija. la puerta se abrió de golpe y Jenna entró en la habitación con las manos en las caderas.

—¿Qué diablos?

—Necesito tu ayuda...—Ella me miró con nostalgia, y no pude decir si estaba enojada o molesta.

Se suponía que íbamos a odiarnos el uno al otro en ese momento, pero no pude evitar preguntarme qué era tan importante para que ella rompiera nuestra enemistad.

—¿Con?

Resopló y se cruzó de brazos, sus ojos recorrieron la habitación mientras pensaba para sí misma.

—Necesito tu ayuda para... elegir un vestido.

Aunque debería haberme enojado, le di una leve sonrisa que traté de ocultar.

—¿Un vestido?.—Ella asintió tímidamente y miró al suelo, lo que solo me hizo sonreír más.—¿Quién te preguntó?

Ella miró hacia arriba y me miró con los ojos entrecerrados, desafiándome a preguntar, antes de que se burlara de mala gana.

—Emery... Emery Starling. El Gryffindor.

—¿Amiga de lndy?.—Ella asintió y yo traté de no sonreír mientras imaginé a Jenna yendo con la hermosa chica de cabello oscuro.

Emery Starling estaba séptimo año como nosotras y fue una de las primeras amigas de lndy antes de que nos conociéramos. Solo había hablado con ella unas pocas veces, pero sabía lo amable que era, lo que significaba que era perfecta para mi amiga.