INNOCENT | DRACO MALFOY ✓

𝐅𝐈𝐅𝐓𝐘 𝐓𝐇𝐑𝐄𝐄

Aria Rowen.

—¿Aria?.

'Henry' dio un paso adelante, pero yo retrocedí para poder estar lo más cerca posible de Draco.

Parecía tan confundido como todos nosotros, pero no dudó en poner su brazo alrededor de mi cintura.

—Contéstame...—Susurré las palabras mientras los miraba a los tres. Henry. Evelyn. Millie. No podían ser mis padres. Ellos murieron. Murieron en un accidente automovilístico cuando yo era solo un niña pequeña... Yo fui  la única que sobrevivió.—¿Son Henry y Evelyn Rowen?.

El silencio fue abrumador hasta que Henry decidió hablar de nuevo.

—Creo que todos deberíamos ir a la parte de atrás para charlar.

Me quedé sin palabras e insegura de cómo responder. No respondían a mis preguntas y eso me estaba frustrando. Tenía tanto que preguntarle a estas personas, pero por alguna razón no pude obligarme a hablar o ni siquiera pensar lo suficientemente bien como para hacerlo.

Volví a la realidad cuando Draco me dio un pequeño empujón, y levanté la vista del suelo para ver al hombre y su esposa hacer un gesto para que los siguiéramos detrás del mostrador.

Caminé lentamente, pensando en todas las preguntas que les haría cuando finalmente se abrieran a mí... cuando finalmente se explicaran.

—Aquí.—Hizo un gesto hacia un sofá donde Draco y yo nos sentamos. Vimos como él y su esposa se sentaron en un sillón frente a nosotros.

Millie subió un tramo de escaleras, probablemente sin querer quedar atrapada en medio de lo que fuera. No la culpé, y la curiosidad fue lo único que se interpuso en mi camino para salir de la tienda y correr lo más lejos posible de este lugar.

Estaba a punto de escuchar la verdad... pero no sabía si estaba listo para escucharla.

—Te ves bien, querida.—La mujer me envió un sonrisa débil, pero no la devolví.—Probablemente se esté preguntando acerca del bienestar de todo, y tiene derecho a saber.

—Por supuesto que tengo derecho a saber.—Les envié una mirada fría, esperando sus explicaciones.—Tengo derecho a saber por qué crecí sin mis padres, ¿no crees?.

Sus rostros palidecieron ante mi respuesta, probablemente dándose cuenta de que no iba a tomar parte de esto bien en absoluto.

—Um- ya ves.—Henry se rascó la parte de atrás de su cabeza, no queriendo hablar más.—Estoy seguro de que quieres una explicación.

Les envié un asentimiento, seguido de una sonrisa sarcástica. Si dejo de estar enojada, entonces la única emoción que reemplazaría a eso sería la tristeza, y se apoderaría de ella antes de que tuviera la oportunidad de detenerla.

—Aria...—Mi madre usó la voz más tranquila que pudo manejar, obviamente pensando que mejoraría la situación.—no estábamos listos para tener un hijo—

—Empieza por el principio.—intenté con todas mis fuerzas mantener mi voz firme, y mi agarre en la mano de Draco a mi lado fue lo único que me impidió desmoronarme.

La pareja intercambió una mirada antes de volverse hacia mí.

—Bueno.—Evelyn se aclaró la garganta antes de continuar.—Cuando te tuvimos... pensamos que estábamos listos financieramente. Aproximadamente un año después de que naciste, bueno, nos endeudamos bastante. Demasiado para criar a una hija sin ayuda.

Sentí que mis ojos comenzaban a lagrimear, pero me negué a llorar.

—No sabíamos qué hacer... el dinero... seguía agotándose.