𝐓𝐖𝐄𝐍𝐓𝐘 𝐓𝐇𝐑𝐄𝐄

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Aria Rowen.

—¿Él hizo qué?

Acababa de terminar de informarle a Dylan sobre los eventos de anoche mostrándole las marcas en mi muñeca y barbilla, aunque ya eran visibles.

—Mhm...—Me senté, con las piernas cruzadas en su cama, esperando que el torrente de blasfemias y amenazas saliera de su boca en tres... dos...

—Voy a asesinar brutalmente a ese puto cobarde y ahogar su cuerpo en el Lago Negro. Entonces me aseguraré de que—Escuché mientras ella continuaba despotricando y caminando por la habitación, agitando los brazos como si estaba golpeando a Luke.

—Dylan... Indy no puede saber sobre el—

—¿No puedo saber qué?.—La puerta se abrió e Indy entró pavoneándose, haciendo que mi corazón se hundiera mientras giraba la cabeza, esperando que ella no pudiera ver las marcas.

Afortunadamente, la habitación estaba tenuemente iluminada, por lo que probablemente no se daría cuenta a menos que estuviera buscando específicamente los moretones.

Dylan corrió y tomó a Indy de las manos.

—Nada. ¡Fue sólo una sorpresa para ti!.—Puso una sonrisa, haciéndome preguntarme cómo podía llevar sus niveles de ira de cien a cero en cuestión de segundos.

—¿Que sorpresa?.—Ella frunció el ceño, y la mirada inocente en su rostro hizo imposible creer que Luke alguna vez quisiera lastimarla.

La mirada de Dylan se disparó hacia mí en busca de ayuda, pero no tenía ni idea de lo que podríamos pensar.

—Bueno, no íbamos a decirte...—Dylan llevó a Indy para que se sentara en la cama, justo cuando yo me levantaba.—...¡pero íbamos a llevarte a comprar vestidos, ya sabes, para el baile!

Asentí, ayudando a la situación.

—Pero ni siquiera tengo una cita.

—¡Basura! Te encontraremos un buen chico, ¿verdad Aria?.—Ella me miró y sonrió entre dientes.

—Bien.—le devolví la sonrisa.—¡Yo sólo voy a irme por dónde vi!.—Abrí la puerta apresuradamente y salí silenciosamente.

Una vez que estuve en el pasillo, dejé escapar un suspiro profundo.

—¿Yendo a algún lugar?

—¡Merlin, Malfoy, no me asustes así!.—Casi salté cuando le abrí los ojos como platos.

Mi culpa, Rowen. ¿Cuál es tu problema?—se rió y se acercó.

—Estoy... tensa, eso es todo.—me crucé de brazos y me recosté contra la pared.

Se mordió el labio inferior y miró por los pasillos.

—¿Sabes que puedo ayudarte... a relajarte?.—Draco me miró enarcando las cejas y puso sus manos en mi cintura, alejando mi cuerpo de la pared.

—¿De verdad?—Asentí con sarcasmo.

—De verdad.

Solo le tomó unos segundos arrastrarme por el pasillo y entrar en su habitación, y en el momento en que estuvimos solos, tenía mi cuerpo inmovilizado contra la puerta mientras sus labios se zambullían para encontrarse con los míos.

Le devolví el beso, envolviendo mis brazos alrededor de su cuello mientras él movía una mano para agarrar ligeramente la parte inferior de mi garganta. Dejé escapar una pequeña mueca de dolor cuando sus labios bajaron hasta mi mandíbula, pasando bruscamente por las marcas que las manos de Luke me habían dejado la noche anterior.

Se apartó abruptamente, llevando su mano a mi barbilla e inclinando mi cabeza hacia arriba para ver mejor.

—Draco.

—¿Quién te tocó?—Su voz era tan tranquila que me asustó.

—No importa.

—Te lo preguntaré de nuevo, porque sé a ciencia cierta que no te lastimé así. Entonces... ¿quién hizo esto?.—Los músculos de su mandíbula se tensaron y prácticamente podía sentir la ira que irradiaba de él.

—No puedes enojarte.

—Aria, si no me dices quién te puso las manos encima, te lo juro, encontraré una manera de hacerte responder.—Su voz era baja y exigente mientras su mirada se volvía más intensa.

—Carrow.—Mi voz fue un simple susurro, y el nombre solo salió de mi boca por un segundo antes de que él separara mi cuerpo de la puerta y me empujara más adentro de la habitación.

—Draco, no lo hagas.—miré mientras abría la puerta y salía de la habitación.

Me congelé en el lugar, sin saber qué hacer, pero obligué a mis pies a avanzar mientras salía corriendo de la habitación detrás de él.

Mierda. Mierda. Mierda.

Alcancé a Draco y lo agarré del brazo.

—Por favor cálmate. No vale la pena. No vale tu tiempo.

Se dio la vuelta y me agarró del brazo con rudeza, tirando de mi cuerpo contra su pecho mientras lo miraba.

—Si intentas detenerme... no dudaré en hacer del resto de tu día un infierno por no dejarme ayudarte. ¿Entendido?

Su tono hizo que todo mi cuerpo se debilitara, y si no hubiera estado soportando el peso de mi cuerpo usando solo su brazo. Seguramente ya me habría caído al suelo.

Me soltó y reanudó su camino hacia la sala común. Todo lo que podía pensar era que Draco no iba a dejar que Luke se saliera con la suya esta vez.

No sabía qué iba a hacer, pero sabía que no terminaría bien para ninguno de los dos.

INNOCENT | DRACO MALFOY ✓Where stories live. Discover now