25.

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— ¡Reacciona! —Parpadeo y mis ojos se dirigen a la chica que está hecha un manojo de nervios, sus ojos casi cerrados por la presión del momento, sus labios siendo prisioneros de su colmillo.

Me gustaría reaccionar, en estos momentos solo puedo escuchar los latidos desenfrenados de mi corazón pidiéndome que conteste, ¿cómo contesto si apenas puedo respirar?, no puedo controlar lo que llevo dentro, este huracán de sensaciones que me deja sin aliento.

Seguir mi corazón nunca había sido la mejor opción, es más, me dije desde pequeña que no debía guiarme por lo que el dictaba, casi siempre se equivocaba con las caricaturas.

Una respuesta concreta a algo que llevo esperando desde hace mucho es mucho que pedir, sobre todo a mi que soy muy indecisa, mis manos se dirigen a mi corazón y una risilla se escapa de mis labios, son tan idiota que no puedo dejar de sonreír, me hace feliz estar así con ella y no puedo superarlo, quiero todo con ella y ahora que me esta diciendo esto o más bien preguntando hace que mi corazón explote de la emoción.

Ya era hora de conseguir un amor, le sonrío a mi corazón, tuviste la razón desde siempre, te agradezco que me hayas hecho feliz, que me llevarás por el buen camino, cabeza tonta que no me hace caminar, sigo en el mismo lugar solo sonríe y baje la cabeza, Chaeyoung se acerca y me abraza, tal vez piensa que no quiero nada.

Al momento que siento que sus brazos se alejan la vuelvo a acercar y agarro su muñeca para llevar su mano hasta mi corazón, es el que quiero que hable.

— Claro que si —Ésta afirmación parece ser la más importante de todas, me levanta y me baja para unir nuestros labios, no es un beso necesitado, ni uno erótico, es distinto, como si quisiera abrir mi corazón con el y entrar.

Se separa y suspiro— Me haces la persona más feliz de este mundo —Ruedo los ojos, tan exagerada como siempre, sabe que amo que actué de esa forma, el te amo de antes si que era verdadero.

Ya entiendo el comportamiento de todas y el de ella, lo gracioso de todo esto es que Rai está dormido, Taehyung y Tzuyu nunca intercambiaron números porque llego Momo y corto lo que tenían.

Se me había olvidado todo, niego y vuelvo a besar sus labios— Tu me haces la mujer más feliz del mundo —Corrijo lo que dijo y me acerco— Del universo —Ahora le quedaría perfecto un te amo, siempre estaré contigo.

Ya que ninguna lo dice me relaja un poco, eso me hace saber que me esta dando tiempo y me gusta, eso me tranquiliza.

No quiero forzar las cosas y ella está de acuerdo con solo decirnos un si, más nada, las chicas aparecen de la nada, me abrazan y cada una sale de la casa.

Todavía estoy aturdida, ya no se que debo hacer, besarla puede ser una opción, hablar del tema también, entre lanza nuestras manos y camina hacia el sofá, enciende la televisión y se queda como una niña que le acaban de poner su programa favorito.

Ella está ahí viendo todo y yo aquí pensando en que nos depara el futuro, me gustaría entrar en su cabeza y poder saber lo que le sucede, lo que siente, se ve feliz y a la vez como que demasiado emocionada tanto como para ocultarlo mientras ve una película extraña que ni sentido debe tener.

Acaricia mi brazo con la yema de sus delgados dedos desde mi hombro hasta mi muñeca donde traza círculos y vuelve a subir, mis ojos son incapaces de dejar de ver esa acción.

Algo tan simple hace a mi corazón latir con tantas fuerza, si que me gusta Chaeyoung, esto nunca me había sucedido, si me han llamado la atención una que otra persona pero de esta forma tan fuerte nadie.

Solo ella y odio admitirlo, porque se que su ego inquebrantable va a seguir así, ruedo los ojos divertida por la situación que nos envuelve y ella está seria, besa mis mejillas y suspira, luego mi nariz y sonríe, acaricia mi cuello y siento que lo único que quiere hacer es eso.

Sin tocarse más allá de estos toques inocentes que me llenan en corazón, tal vez me acostumbre a esta Chaeyoung.

— Yo preparo la cena —Toca su pecho y frunzo los labios, sabe que no me gusta— No me importa si te niegas —Hago un puchero, soy mala cocinando pero me gusta hacerlo, no quiero ser una carga para ella, no, porque luego se aburrirá de mi y eso seria lo peor— Deja de debatir contigo misma, yo la haré y punto.

Sus cejas se unen y ahora es la chica más adorable de todas, bostezo y me recuesto en su hombro, quiero hacerla prisionera para que cuando quiera cocinar no pueda y yo iré minutos después.

Plan perfecto e infalible— Ni se te ocurra dormir aquí, tienes que ir a la habitación —¡Mierda!, siempre sabe que es lo que haré, hace el amague a levantarme como princesa y yo le quito la mano de un manotazo, ya estoy grande como para que haga eso.

— Yo estoy bien aquí, tu ve a cocinar —Acepto a regañadientes, sonríe y deposita un pequeño beso en mi frente que me hace cerrar los ojos y suspirar.

Vida de pareja, me tengo que acostumbrar a ella y tomármelo de la mejor forma posible, siento que será más fácil de lo que creo que es.

Me acomodo en el sofá y apoyo mi cabeza en mi mano derecha mientras que la izquierda se encarga de cambiar a otro canal, no quiero ver películas, quiero ver series que me hagan llorar o gritar de la rabia.

— ¡¿Donde está cuchillo?! —Grita y ruedo los ojos, si la estuviera haciendo yo ya estaría terminando.

— ¡En los platos! —Veo como la puerta se abre y Chaeyoung aparece con las cejas fruncidas— ¿Te volviste a cortar?.

— No —Se de la vuelta— Voy que acomodar la cocina, no tiene sentido que el cuchillo esté en los platos.

— Si lo tiene, lo deje ahí porque se me hacía más fácil —Esa respuesta no le gusta, puedo ver como su espalda se tensa al igual que sus piernas, aguanto la respiración.

— Bien... —No dice más y entra a la cocina.

𝐒𝐄𝐗 𝐄𝐃𝐔𝐂𝐀𝐓𝐈𝐎𝐍 Where stories live. Discover now