14.

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— Parece que te dijeron la cosa más horrible de todas.

— Estoy embarazada —No aguanto la risa por la cara que puso Momo— Mentira.

— ¡Ya!, me asusté mucho estupida —Se cruza de brazos y la abrazo dejando pequeños besos en sus mejillas rosaditas por las muestras de cariño que le estoy dando o porque Tzuyu me esta viendo con una expresión de "aléjate de mujer".

Me aparto con una sonrisa nerviosa y le lanzó un beso que atrapa, se lo estampa a Sana en la mejilla y una de mis chicas favoritas me saluda, se quita el beso de la mejilla y lo pone en su boca, moviendo las cejas de forma provocadora, es definitivo no las cambio por nada.

Tzuyu solo tiene poco tiempo aquí pero es una buena chica y nos hace reír bastante.

— ¿Por qué tienes esa expresión tan triste? —Hago un puchero y retengo las lágrimas— Mina ¿quieres llorar?.

— No —Miro hacia arriba disimulando— Es que bostece —Lo hago de mentira y limpio las lágrimas— No es nada, creo que estás muy feliz con Tzuyu ¿para cuando el noviazgo? —Uno mis dedos y muevo las cejas.

— Todavía no, estamos empezando, pero vamos bien —Guiña en dirección a la taiwanesa que se está probando un vestido— Le queda hermoso.

— Puta madre se le ve expe-...se le ve muy bien —Aclaro la garganta, Momo celosa da más miedo que Dahyun con sueño, puedo decir que son las miradas más asesinas de todas.

— Cuidadito Myoui, Tzuyu es mía y tu eres de Chaeyoung —Tengo dos semanas que no la veo, bueno al parecer se olvido de mi y yo he ido trabajando en recuperar todo.

Todo paso muy rápido y se acabó más rápido, las chicas se han topado con ella y las saluda como si nada, lo que me parece excelente porque sigue ocultando todo lo que tenemos o teníamos, o algo que nunca tuvimos y me hice la ilusión de que si.

Mis ojos se entritecen y siento la necesidad, nuevamente de llamarla, enviarle un mensaje, al fin y al cabo, le había tomado cariño, cosa que no esta bien pero que ocurrió y no puedo venir ahora, por orgullosa, a decir que no es así, que no la extraño porque estaría mintiendo, mintiendome.

— Ese cambio de expresión me asusta ¿problemas con el bombón? —Fijo mi mirada  a sus ojos, demostrándole que estoy bien— Ya veo, no quieres hablar —Odio que siempre sepa que tengo.

— Digamos que estoy de vacaciones —Me levanto dispuesta a irme a mi auto, teníamos dos horas afuera haciendo nada, en la espera de que Momo quisiera irse.

Las vacaciones más aburridas y tormentosas de todas, tal vez porque la extraño o porque mi cuerpo no se ha saciado de esa forma, no me entiendo, quería saber que le pasaba, descubrir lo que sus ojos me intentaban decir, ahora solo soy una chica cualquiera que perdió la oportunidad de amar, puede ser.

O solo me estoy haciendo una historia en la cabeza de lo que pudo pasar, si le hubiera dicho o intentado hablar del brillo en sus ojos, hacerle observaciones o quejarme más de la forma en como me trataba.

Del sexo, pasamos al cariño y ¿qué hay después del cariño?, en mi caso solo hay vacío. Creo que sigue ver a la chica, eso que llego después de mi, que lo único que hizo fue separarnos, no se porque pero estoy camino al lugar en donde todo comenzó, apretando el volante con todas mis fuerzas, deseando que ellas dos no estén en la habitación.

Salgo dispuesta a entrar sin saludar a nadie, me freno en seco al verla, hablar con la recepcionista, le muestra unos papeles, los arruga y los lanza a la basura, mi mano no deja el pomo de la puerta y mis ojos no se despegan de su nuca, de su cuerpo en general, ella voltea, me mira impresionada y una sonrisa se forma en mis labios, la cola se borra al instante que da un paso a la puerta.

— Deberías entrar, hace calor y el aire acondicionado no es muy bueno —Señala el aparato y suelta una risilla— ¿Que te trae por aquí Sharon? —La forma en la que sus labios se mueven para decir mi nombre me hipnotizan.

No podía decir, estoy aquí porque quería estar segura de que no te estas revolcándose con otra— Quería continuar las clases, he conocido a alguien y me siento insegura —¿Que acabo de decir?.

Sus ojos se oscurecen y la felicidad que tenía en el rostro cambió a una rabia que se extendía por todo su cuerpo, su pecho enrojecia al igual que sus mejillas, sus puños apretados y sus pasos fuertes me asustaron, la he cagado, muy feo, porque parece que me quiere partir en dos, cosa de la que no me quejo, me lo merezco por lo que dije.

— Así que...conociste a alguien —Sus brazos se entrelazan dejando a la vista sus tatuajes— ¿Que quieres saber?.

— Cuando la persona te mira a los ojos y brilla ¿que significa? —Sonríe sin mostrar los dientes una simple acción que me descoloca por completo.

— Depende —Mira sus manos y se acerca a mi, como si estuviera estudiando mi cuerpo, trago cuando sus brazos me acercan con brusquedad a su cuerpo y nuestros pechos chocan, suelto un grito ahogado y sus labios rozan con los míos, mis piernas se sacuden como gelatinas y su aroma entra en mis fosas nasales— Si es porque solo te quiere coger, es una mirada que capaz y brilla, la mayoría del tiempo es oscura, como la tuya —Su respiración es pesada incluso más que la mía— Y si te mira como yo te estoy mirando —Sus ojos parecen dos estrellas— Es porque de verdad le gustas, deberías darle una oportunidad —Me suelta, al no sentir su cuerpo las inseguridad llegan a mi, se me acaba de declarar y yo no se que decirle.

La miro intentando buscar una forma de decirle que yo, últimamente, he estado experimentando esos síntomas o como se le diga, que me he estado replanteando si tomarme esto como una simple clase.

— ¿Podemos ir a un lugar más privado? —Atino a decir, señalando con los ojos titubeantes a la chica de al lado.

— Claro —Me agarra el brazo con su mano y lo estruja, arrastrándome a la salida, no se silo hace consciente o inconscientemente, tampoco entiendo la forma tan brusca en la que me trata y mucho menos lo que provoca en mi, una sumisión que no estoy dispuesta a mantener por mucho tiempo, con mi trombo rozando mi oreja me zarandea hasta dejarme sin aliento y toca la puerta.

Como si me estuviera pidiendo que la abra, al hacerlo sus ojos se aclaran un poco y entro con miedo a lo que dira cuando entre, se siente en el asiento del copiloto y me toque el muslo ¿realmente lo hara?.

La excitación se apodera de mi, no entiendo mi cuerpo y mucho menos la razón por la cual a mi mente le parece un deleite verla de esa forma, dominante.

Mis caderas inconsciente se sacuden hacia delante, un leve movimiento que la hace voltear y elevar una ceja— ¿Te ocurre algo? —Su voz sale profundo, siento que me habla con el alma.

— No —Intento encender el auto sin ver en donde tengo que meter la llave pero me equivoco y se me caen por la fuerza que ejercicio contra el volante, ni siquiera estuve cerca de encenderlo— Que tonta —Su mano recae en mi muslo, tal y como lo había pensado segundos atrás y se inclina para tomarla, mis pensamiento se distorsionan y mis ojos se humedecen.

— Solo estás nerviosa —Mete la llave y mueve la muñeca, haciendo que el auto suene y yo aprieto el acelerador para arrancar, mis dedos se contraen en intervalos de segundo, mi respiración es lo único que se escucha y ella parece que me estudia, su mirada quema mi rostro— Linda vista —Murmura lo suficiente fuerte para escucharla y mis piernas se cierran, como si tuvieran algo que las presiona, el roce que mi centro sintie lo hace despertar y un pinchazo me hace abrir los labios, suspira y morderme el labio inferior, todo bajo su mirada.

— Voy a chocar si no me dejas concentrar... —Detengo mis palabras y retengo una exclamación cuando su mano toca mi centro por arriba de la tela, no se por que siento que la tela de mi pantalón de mezclilla esta más fina, gruño y sigo pendiente del camino, agradezco que no hayan tantos autos— En el camino —Culmino las palabras que previamente había comenzado.

— ¿Tan excitadas estas Myoui? —Mi apellido, resuena en mi cabeza y me hace detener toda acción.

— ¿Como sabes mi apellido? —Pregunto y una sonrisa burlona aparece en sus gruesos labios.

𝐒𝐄𝐗 𝐄𝐃𝐔𝐂𝐀𝐓𝐈𝐎𝐍 Where stories live. Discover now