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POV Yerin

Me encontraba de nuevo en un edificio abandonado, era de noche, ya que estaba muy oscuro. Había algo diferente esta vez, todo se veía más alejado, ¿estaba en el aire? Era más bien como si estuviera levitando, ¿otro sueño?, se sentía muy real.

Unos sollozos llamaron mi atención, al buscar la fuente de estos pude percatarme que estaba en la misma habitación de la otra vez. Al bajar la mirada me encontré una figura femenina encogida contra la pared mientras temblaba y lloraba- ¿Estas bien?- quise saber, pero no me respondió, al parecer no me escuchaba.

La puerta de la habitación se abrió bruscamente, dejando entrar a tres hombres y una mujer, como la otra vez, ¿entonces esa mujer en la esquina llorando era yo? No, en definitiva no era yo, cuando las luces se encendieron la chica en el suelo tomó un rostro, uno que nunca pensé ver en esa situación. La mujer y los hombres dejaron ver sus caras.

-¿Qué quieren de mí?- preguntó Eunbi aun con lágrimas en sus ojos y encogiéndose más contra la pared.

-Solamente a ti- respondió la mujer con mi rostro y mi voz- ahora- se giró hacia los hombres, uno muy familiar, pero no podía acordarme donde lo había visto antes- Traigan a la otra- repentinamente arrastraron a otra chica a la habitación, pero tenía el rostro golpeado y lleno de sangre, no pude reconocerla aunque sabía que la conocía...

Sentí como me agitaban, abrí los ojos, que sobra decir estaban húmedos por las lágrimas- ¿Unnie?- una voz dulce- ¿estás bien?- al enfocar mejor mi vista pude notar los preocupados ojos de Yuna observándome. Por alguna extraña razón esto solo me hizo sollozar fuertemente.

Preocupada, me ayudó a sentar y me abrazó- Tranquila, solo fue una pesadilla- sus palmadas en mi espalda me relajaron. Al mirar a mí alrededor noté que todas estaban despiertas, posiblemente por mi culpa.

-Lo siento- me disculpé, ellas me observaron confundidas- No quería despertarlas- Nunca antes había despertado a nadie a parte de mis padres con una pesadilla...

-Con esos gritos era imposible no despertarse- comentó Yewon, ganándose un golpe de Sowon y una mirada de reproche de las demás, pero a pesar de eso se veían evidentemente preocupadas- ¿Estás bien?- asentí y me alejé de Yuna.

-Gracias por preocuparse- me quité las sábanas y me sequé las lágrimas- Necesito algo de aire- Salí de la habitación, agradecí que no me siguieran. ¿A dónde debería ir?

Eunbi debía descansar, ayer después de que llegáramos al hotel, Eunseo y Eunha se encerraron con ella en su habitación y no las volvimos a ver, así que no quería molestarlas. Además, ¿Qué le iba a decir?, sabía que debía hablar con alguien de esos sueños, pero no podía llegar y decir: ''Eunbi, he tenido dos pesadillas de lo más curiosas, en la primera tú eras una especie de secuestradora que al final se convirtió en un lobo que además intentó arrancarme la cara; pero eso no es todo. En la segunda yo era la que te tenía recluida junto con otra chica desconocida, como se veía seguramente la había torturado. Pero, no debemos preocuparnos''.

Y una mierda que le iba a decir eso. Me agarre el puente de la nariz mientras suspiraba, ella tenía suficientes problemas y preocupaciones en este momento, no necesitaba que el agregara pesadillas extrañas.

Nos arreglamos, subimos al bus y nos dirigimos hacia el complejo para los enfrentamientos del torneo de artes marciales. Hoy se definía la campeona y me sentía muy bien físicamente, gracias al descanso y la crema que Eunseo me había dado, la cual me aplique hoy también, mi hombro no dolía tanto como ayer, además de los parches musculares que también me había obligado a poner. Si no hubiera sido por ese sueño, todo sería perfecto. Como era de esperarse Eunbi no venía con nosotros, pero ni Eunseo ni Eunha habían querido decirnos nada más aparte de que estaba descansando, así que debíamos esperar a terminar los enfrentamientos para poder hablar con ella sobre lo que haríamos en la batalla campal.

Mi Sargento (Sinrin)Where stories live. Discover now