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Yerin

Después de que Eunbi se fuera no fui capaz de dormir. ¿Como iba a dormir despues de eso? Sowon entró unas horas después, con el desayuno, levante las cejas y ella se sonrojó.

-Debería hacer que me ataquen animales salvajes más seguido - bromee - Primero Hwang me trata bien y ahora tú me traes el desayuno ¿Que sigue? ¿Kim ofreciéndose a cargarme por todo el campamento?.

-Lamento decirte que eso lo ofreció a Choi - sonreí con malicia, Sowon me entregó la bandeja de comida - me alegra que estes bien - hizo una pausa mientras yo me llevaba algo de fruta a la boca - Antes de que digas algo sarcástico, todas estábamos preocupadas, deberías haberte visto.

-Lamento haberlas preocupado. Y déjame aclararte que en cualquier estado me vería hermosa - hice una mueca al sentir un tirón en el hombro.

-¿Te duele mucho? - me miraba preocupada, me hizo preguntarme en que estado me habían encontrado para que tanto Eunbi como ella me vieran como si fuera de cristal.

-Estoy bien, ¿Qué fue lo que pasó? - levantó una ceja - ¿Tan mal estaba?.

-El cadáver del oso estaba sobre ti, estabas inconciente y cubierta de sangre - su voz se redujo - Pensé que te estaba comiendo y los sollozos de Choi no ayudaban - ciertamente debió haber sido una vista aterradora - Incluso la Sargento Hwang se veía como si estuviera a punto de vomitar.

-Bueno, admito que probablemente no ha sido uno de mis mejores momentos - me encogí de hombros, lastimándome de nuevo en el proceso - Pero estoy bien, así que deja de mirarme como di fuera papel - me trague el dolor para no preocuparla.

-Señorita Jung - Eunseo había entrado sonriendo ampliamente en la carpa - Me alegra ver que este despierta y con su característico humor - se sentó en la cama y me miró seriamente - Nos tenías a todas preocupadas.

-Eso me dijieron, y presiento que no será la última vez que lo escuche hoy - suspiro frustrada

-¿Del uno al diez que tanto te duelen los músculos? - ladee la cabeza confundida - Cargaste a la señorita Choi y su equipo más el tuyo por unos 35 kilómetros, te atacó un oso y su peso te callo encima. Me sorprendería que pudieras ponerte siquiera de pie hoy - tenía un punto, intente mover las piernas, vaya error, solté una sonora maldición.

-Diría que un perfecto diez - Sowon y ella rieron, las asesine con la mirada.

-Estas despierta - la voz de Eunha logró que todas nos concentráramos en la entrada de la carpa - Nos... - levanté la mano para que callara.

-Si, si, las tenía preocupadas, me lo han dicho suficiente por hoy Eunha - Sowon me miró fríamente, me golpee mentalmente, se me había olvidado...

-Eunseo, ¿Yerin se puede mover? - me dio escalofríos al notar que ahora Sowon me miraba con ira, explicarle porque me hablaba con confianza con Eunha no iba a ser lindo.

-¿Para que necesitas que me mueva?.

-Este no es el campamento, todavía tenemos otros 40 kilómetros que recorrer - la miré como si hubiera perdido la cabeza.

-Hubieran dejado que ese oso me comiera, así no tendría que sufrir de esta forma - me quejé al borde de las lágrimas. ¿Otros 40 kilómetros?  Yuju y yo a penas lo habíamos logrado ayer, ahora lastimadas, dudaba que fueramos otra cosa más que una carga

-Yo te puedo llevar - ofreció Sowon sorprendiéndome no solo a mi sino también a Eunha quien le daba una mirada muy extraña

-Estoy bastante segura de que buscaras una oportunidad para abandonarme en medio del bosque.

Mi Sargento (Sinrin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora