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Capítulo 7- Arrogantes

Wickham

¿Que se supone que usa alguien que quiere buscar trabajo? Nunca en mi vida me ha tocado estar en ésta posición de buscar empleo, y menos en un casino.

Está bien Sarah. No debe ser tan complicado.

Decía para mis adentros. Supongo que esto suelen hacerlo los chicos como yo, a mi edad ya debo estar buscando algo de lo cual vivir, nunca funcionó la vida educativa, veremos si la vida laboral hará algo positivo.

Realmente, tiene que hacer algo positivo. Necesito el dinero.

El sol de la ventana de mi habitación está muy reluciente y da bastante visión a todo lo que tengo en mis estantes de ropa. Creo que debería ponerme algo bastante casual, ¿O elegante? No tengo nada de vestir tan extravagante. Todo es holgado y desaliñado.

Lo sé, no tengo tanta experiencia en la moda.

Decido tomar una camisa color negra, un pantalón del mismo color y zapatos blancos deportivos. He escuchado que esa combinación jamás puede fallar en cualquier momento y ocasión. Espero que no me hagan esas preguntas tan elaboradas que suelen hacerles a las personas que quieran trabajar en sus locales.

¿Que podrían preguntarme? ¿Mi nombre? ¿A qué vine acá?

En fin, trato de alejar esos pensamientos de mi cabeza, no necesito pensar tanto, simplemente ser yo misma y con eso será suficiente. Eso es lo que se tiene que hacer ¿No?, Dudo que tenga que fingir quien no soy en realidad para tener un trabajo.

Me dirijo al baño rápidamente para bañarme, cepillarme mis dientes, y vestirme en la misma habitación, tengo que apurarme porque creo que estoy llegando tarde. Primer error si quiero un trabajo.

Excelente Sarah, vamos bien.

Aunque a decir verdad, nunca me especificó nadie la hora en la que tengo que presentarme. Pensé que sería a primera hora de la mañana por eso estoy tan nerviosa, necesito mantener la concentración y contener mis ánimos de lanzarme por esa ventana de mi cuarto si todo el día de hoy vuelve a salir mal. Creo que me levanté del lado izquierdo de la cama, ¿está bien?.

Después de que ya me haya vestido por completo, arreglo mi cabello con mis manos, peinando las hebras de ella como si mis dedos fueran cepillos. Nunca fui muy amigo de ellos. Solo hacían que mi cabello se esponjara mucho y no me gustaba en lo absoluto. Decido detener el ritmo hasta conseguir que mi peinado se vea presentable.

No soy una chica que se maquilla, pero escojo algunas cosas de mi bolso de mano pequeño en frente de mi lavamanos en el baño, un brillo labial y eso es todo. Me miro por última vez en el espejo, todo bien, cabello, ropa, presentación, así que decido salir de mi cuarto para irme a buscar ese trabajo que tanto necesito.

Salgo de mi habitación rápido, cierro la puerta y recorro toda la sala de la casa para empezar a caminar hacia las calles donde está el casino "Bloody Mary".

La puerta, como cosa extraña de la vida, abre al primer golpe de cadera que le había dado. Definitivamente el día está mejorando un poco para mí.

Ya estoy en las afueras de mi casa, veo mis alrededores, las mismas flores que tanto les gusta a mi padre, aunque han estado descuidándose mucho, debería regarles un poco de agua cuando regrese del casino.

Sigo mi camino por las calles, veo algunos vecindarios, casas, pero nada extraño por los momentos. Me encuentro a lo lejos de mi casa, ya en algunos lugares que nunca había visto, supongo que estoy llegando al centro de la ciudad. Camino un poco más hasta encontrarme en un lugar lleno de personas caminando, autos estacionados, y locales abiertos, llamando la atención de la gente. Sin lugar a dudas, llegué al centro de la ciudad.