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Capítulo 3- ¿Que tan equivocada?

Wickham

Siento el brillar del sol a través de la ventana que estaba en frente de mi, apenas podía percibir mi alrededor, estaba soñolienta todavía, las sábanas me cubrían todo el cuerpo excepto una pierna que estaba por fuera de ella, no sé cuál es la razón aparente del por qué siempre amanezco así, pero no es lo importante.

Despierta, es un nuevo día para ti, Sarah.

Dije para mis adentros, de anoche estoy teniendo pequeños recuerdos que llegan a mi memoria de la conversación que tuve con Ethan en las escaleras, con la luz de la luna tenue en toda la casa. Es increíble como el parecido entre el brillo de ella y la de sus ojos tengan una conexión tan hermosa. Nunca me cansaré de ésto.

De sus ojos, claro está.

Intento levantarme de la cama, es un nuevo día y una nueva oportunidad de tomar el consejo que me dió Ethan la noche anterior. No dejar permitir que entre caos y desorden a mi vida, aún así si el desorden lo cause yo.

Aún así si el desastre sea yo.

Me siento pesada al sentarme en las orillas de la cama, mi cabello está muy revuelto, no dejé que se secara del todo después de bañarme y estaba como un completo caos. La ropa de Ethan seguía en mi cuerpo, aún holgada. Mi cuerpo es delgado, así que no muchas prendas suelen quedarme del todo a la medida.

Me levanto por completo de la cama, y trato de buscar el mismo reloj que logré encontrar anoche, puedo ver la mesa, ahora todo el cuarto tiene más visión y todo está más fácil de ver.

El reloj junto a la mesa de noche que acompaña la cama, dice que son las 2pm, debí haber dormido demasiado, pero realmente me siento descansada y muchísimo mejor, anoche me sentía muy mal, física y mentalmente. Pero ahora siento que estoy preparada para mi promesa. Descubrir quién soy realmente.

Decido salir de la habitación, más relajada y calmada que anoche, ¿Ethan ya estará despierto? Me pregunto si estará en la casa todavía. Salgo de la habitación y me dirijo al baño, al parecer está muy solo por aquí así que decido entrar sin preocupaciones.

Muy estúpido de tu parte, Sarah. No tocar una puerta antes de entrar.

Me quedé helada al ver que Ethan estaba dentro del baño, estaba con su cabello amarañado y revuelto, como un remolino, con las mismas pijamas que tenía la noche que hablamos sobre sus historias. Él noto rápidamente que había abierto la puerta, me dió tanta vergüenza de mi misma que sinceramente no sé que decir.

Trato de darle aliento a un lo siento pero no sé oye tan fuerte como debería, mi corazón está latiendo muy fuerte y no sé la razón... El nota mi nerviosismo, pero a él lo veo muy calmado, ¿No se molestó? Debí tocar la puerta antes de entrar, pero aún así no hizo nada más que mirar mi cabello hecho un desastre.

–Perdon, Ethan... No, no sabía que estabas aquí– dije apenas entrecortada mientras mi mente seguía ideando como salir de aquí. Apenas identifica lo que quiero decir el me muestra una pequeña sonrisa soñolienta, debió haberse despertado hace poco, como yo.

–No hay problema, Sarah. De todas formas ya tengo que irme, se me hace tarde– dijo con la voz más ronca de lo normal, aunque no tan proyectada, definitivamente estaba recien levantado de la cama. Aunque, logré notar que habló de manera monótona, como si fuera una rutina que suele hacer todas sus mañanas. No sé a qué se refiere así que, como me gusta indagar las cosas que prácticamente no deberían importarme, le pregunto para quitarme las dudas.

–¿Tarde? ¿A qué te refieres?– ¿No podía sonar más entrometida? Definitivamente no. Siento que lo tomo a mal ya que cambio su semblante muy rápido, ya no tenía esa pequeña sonrisa que adornaba sus labios, ahora su cara no tenía ninguna expresión y salieron palabras de su boca antes de yo poder darle una respuesta.