🥀∆ D A M A G E ∆🥀

Capítulo 6- Incurables

Desconocido

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¿Alguna vez te has sentido satisfecho con el camino que haz recorrido? ¿No? Bueno sinceramente yo si. Pero ese camino es muy diferente al tuyo... Supongo.

Sigo en mi cama, pensando las mil y un posibilidades de qué pasaría si empiezo a comportarme con las personas de la misma forma que ellos me trataron a mi. Definitivamente no sería nada bonito. Lo peor del caso, bueno... Lo mejor para mí, es que lo disfrutaré como nunca antes había disfrutado nada en la corta vida que llevo haciendo esto.

Solo lo haces por ella, por y para mí Diosa

Estar imaginando cualquier tipo de escenarios con ella me genera algo en el corazón. Siempre me pregunto si ella sentirá lo mismo que yo. Si no lo siente, no me importaría, porque haré todo lo que tenga alcanzable en mis manos para que me ame.

Absolutamente todo.

Trato de levantarme de la cama, ya estar acostado todo el día no me genera nada productivo y ahora tengo ganas de ver a mi hermosa amada. La quiero tanto... Desde que es mía no he podido parar de pensar en ella. Sus ojos... Su piel tan perfecta como siempre, y su cara... Tan triste que da lástima.

La quiero tanto y no puede darse cuenta de eso...

Me dirijo al baño rápidamente para prepararme, me veo en el espejo, mi semblante nunca cambia, no tengo expresión, simplemente es mi cara acompañada de todos los pensamientos que tengo al día, al mes, al año, todos sobre mí, y sobre las posibilidades que tengo de que una persona pueda amarme. Una pequeña sonrisa llega a mi cuando instantáneamente después de imaginarme amando a alguien pienso en ella. Es tan perfecta...

La obsesión que he generado por ella es increíblemente grande. Es frustrante pensar todos los días en alguien que sé que nunca podré tener, alguien que sabe que existen muchas personas necesitandola, pero... Yo la necesito a ella. Es mi musa, es mi Diosa. Lo es todo para mí.

A veces quisiera que ella supiera lo mucho que la amo, al parecer nuestro amor no es correspondido. Ella suele decirme que no es correcto.

Ahora bien. ¿Creen que me importa su opinión? Definitivamente no. Suena duro, pero haré lo que sea para que cambie su parecer conmigo. No soy una mala persona, no soy un mounstro.

No eres un mounstro, no lo eres...

Repito para mis adentros mientras sigo viendo mi semblante y mi inexpresion en mi cara, pero la vocesita de mi cabeza solo hace que sea más fuerte el sonido de su voz... Tan hermosa, suave, angelical. Si tan solo tuviera las agallas de decir mi nombre, que su garganta elabore para mí, por lo menos el como me llamo. Increíblemente no lo ha hecho. Es valiente, ¿No creen?.

Intento no pensar ya en este tipo de cosas que solo hacen que me hierva la sangre, cosa que hace que me moleste y que me permita hacer cosas de las cuales me podré arrepentir pronto.

Después de salir del baño, busco que ponerme, nunca me preocupo por este tipo de cosas, busco unos jeans negros, unos zapatos del mismo color y una camisa color oliva. Trato de manejar un poco mi cabello desordenado, pero es imposible cuando está húmedo, así que simplemente lo dejo así.

Decido salir de la pequeña residencia en la que estoy viviendo. Ya no me encuentro en aquella casa... La familia se volvió tan lejana a mí que no sabía si volverme a acercar era una opción.

No lo es si soy yo el causante de sus pesadillas en las noches.

Mi departamento es pequeño, simple, como cualquier otro, paredes color gris, sofá del mismo color, cocina eléctrica que suele dañarse cada dos por tres y un pequeño baño color azul. Me alejé de muchas cosas, y no parecieron notarlo.