☆𝘋𝘳𝘪𝘷𝘦𝘳'𝘴 𝘓𝘪𝘤𝘦𝘯𝘴𝘦☆ || 𝐃𝐚𝐧𝐢𝐞𝐥 𝐒. & 𝐂𝐨𝐫𝐛𝐲𝐧 𝐁.

-Una nueva vida, Olivia-

Buenos o malos días mundo, hoy no tengo ganas de nada y si digo nada es nada. La verdad si, pero en verdad no.

No quería irme de aquí, aquí me siento como nunca me sentí. Tenía a mi mejor amigo, a mi madre y al pequeño gato que me regalaron por mi cumple hace más de dos años.

Me desperté por el fuerte ruido de mi alarma. Y de un salto ya estuve en mi cuarto baño, me mire en el espejo y como siempre sonreí, pero una que siempre era falsa.

Me lave la cara y me di una ducha rápida antes de vestirme.

Al salir me visto con una ropa cómoda y ya cuando termine de vestirme me peine dejando mi pelo suelto con una diadema de color celeste en ella.

Salí y recogí mi maleta con mis libros y cuadernos. Los metí dentro y me puse mis botas. Antes de salir de mi cuarto y bajar a desayunar, me mire en el espejo que estaba pegado en mi enorme pared.

Me mire con asco, ¿como es que tengo este cuerpo? ¿por que soy tan delgada?

Eso es fácil de responder, tengo problemas alimenticios, nací así de rara pero vaya, así es la vida ¿no? También aveces lo odio por que siempre me dicen que soy una enferma y rara. Pero me da igual lo que me digan, enfermos serán ellos, yo no. Solo que nací así, no todos nacimos bien, perfectos y cuadriculados.
Pero lo odio, oído que cualquier cosa que me ponga me queda mal o me queda bien.

—¡¡Olivia mamá te llama!! — a si verdad, se me olvidaba, también tengo un hermano mayor que yo, tres años.

Rápidamente salí de la habitación y me fui hacia la cocina para sentarme en uno de los pequeños asientos de la pequeña isla.

—Buenos días mi pequeña oruga — dijo mi madre entregándome mi bol con cereales de las mañanas y también dándome un beso en mi mejilla.

—Buenos días mamá — dije y empecé a desayunar.

—¿te tomaste las pastillas? — me pregunto otra vez mi madre. Yo me lleve mi mano a mi frente cerrando los ojos negando. Ella suspiro y me prepare para recibir el disgusto más grande de mi madre. —¡te dije que te las tomaras, Olivia! — me dijo y yo asentí si entiendo culpa.

—mamá te prometo que nunca pasará, te lo juro— dije y ella negó con la cabeza repetidas veces.

—eso dijiste hace unos días y no lo cumpliste. La próxima te tendré que obligar — menos mal que me voy lejos de aquí — y no pienses que te vayas a ir de aquí por que todavía puedo decirle a Jhonny que vaya yo por el para darte tus pastillas — yo cerré otra vez los ojos y escuche a mi hermano reírse.

Después de recibir la bronca de mi madre me levante, lleve el bol a el fregadero y me fui de nuevo a mi cuarto a coger mi teléfono.
Baje las escaleras y salí no sin antes esperar a mi hermano y darle un beso de despedida a mi madre.

Extraño a mi padre.

Si, el murió en un accidente hace un año y aún no lo he superado, todavía siento que me falta algo. Era el, el es el que falta.
Algunas personas habrán pasado por lo mismo y lo habrán superado con el paso del tiempo, pero yo. Yo ni eso, yo aveces me voy a dormir con las ganas de poder darle un beso y un abrazo de buenas noches, también aveces me levanto en la madrugada para irme al cuarto de mi padre a llorarle pidiendo que vuelva a casa.