Lᴇɪᴅʏ Bʟᴀᴄᴋ, Lᴀ Rᴇɪɴᴀ Dᴇ Sʟʏᴛʜᴇʀɪɴ

Cᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ IX: Cᴏᴍɪᴇɴᴢᴏ ᴀñᴏ 1

Este acepto tras negociar un poco el sueldo que optendria además ver las ventajas que esto traería para el. Por otro lado La black le comento a su amiga que estaba pensando en invertir en San Mungo una gran suma de dinero y le estaba pidiendo consejo en que sector poder invertir. La rubia antes de centrarse en su familia había sido sanadora llegando a optener un muy buen puesto como directora de un departamento en el hospital. Pero tuvo que renunciar debido a que sus hijas merecían que estuviera para ellas.

La rubia le sugirió que invertiera en el sector de traumas y enfermedades mágicas puesto que habían muchos pacientes que estaban con problemas graves y no había mucho ingreso para investigar todas estas enfermedades y tratar de hallar alguna cura.

La hora de que la Azabache partiera había llegado, en 10 minutos tenía que reunirse con el director en su oficina. La black pidió prestada la chimenea a sus dos amigos quienes aceptaron sin dudar.

La black tras entrar a la chimenea se despidió de sus dos amigos con una seña de mano –Oficina de albus dumbledor– Dijo la Azabache lanzando los polvos al fuego y desapareciendo en llamas verdes.

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En la oficina del director se encontraban la mayoría del personal frente a el. Todos esperaban a la nueva profesora quien aún no sabían de quién se trataba a excepción clara de Albus y Minerva.

Unas llamas verdes alertaron a todos de la llegada de una persona a la oficina, tras está salir todos los presentes se sorprendieron un poco al reconocer a la persona. Un pelinegro graciento ahora reconcideraba su plan de hacerle la vida imposible a quien había robado su puesto como jefe de casa de los Slytherin, algo que lo tenía muy furioso y en numeradas ocasiones le reclamo al director quien dijo que no podía hacer nada.

–Espero no haber llegado tarde– dijo la azabache con una sonrisa de lado marcando su superioridad y elegancia

–Para nada Profesora Black, apenas daríamos comienzo con la reunión– hablo el barbudo con su típico tono de abuelo.

–Permitanme presentarles formalmente a la nueva profesora de Defensa contra Las artes oscuras, la señorita Alya Merope Black. Ella nos estará acompañando a lo largo del curso y siguientes, la señorita Black no solo será la nueva profesora sino que también fue nombrada la nueva jefa slytherin por votación del consejo estudiantil – los presentes aún seguían en comisión ante la noticia, se esperaban cualquier cosa menos que la Leidy de la antigua y noble casa Black fuera la nueva profesora y más ser nombrada jefa de casa

–Profesors black, permítame recordarle a sus compañeros. Nuestra profesora de transformaciones Minerva Mcgonagall, Nuestro profesor de encantamientos Filius Flitwick, nuestra profesora de herbologia la profesor Sprout, nuestro profesor de Posiones Severus Snape– siguio prensentando el barbudo pero algo que se le hizo raro fue no escuchar nada sobre el profesor de cuidado de las criaturas mágicas.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por otras llamas verdes provenientes de la chimenea, todos voltearon a ver para encontrarse cara a cara con un hombre alto, de cuerpo musculoso que se podía ver marcado por su camisa formal de color blanca desabotonada en el cuello y el primer botón de su pecho, llevaba unos pantalones azul marino y unos zapatos elegantes del mismo color. La Azabache lo miro dentenidamente.

El hombre se percató de la mirada de la Azabache dedicándole una sonrisa mostrando su perfecta dentadura blanca, la azabache le devolvió la sonrisa pero de forma elegante. Los ojos azules del hombre se conectaron con los verdes de la Azabache por un momento. Los demás profesores veían al hombre expectantes