~Parte 1- Capítulo 3~

7.5K 682 20
                                    


Protagonista: ~¿Cuánto tiempo he estado aquí? ¿Y esos ruidos? ¿De qué son? No puedo ver nada... ¿¡Qué está pasando!?... Cierto, ya no estoy en esa habitación de metal, pero ¿Por qué no me puedo mover? ¿Será que me harán lo mismo que Akane-san?... ¿Akane-san?... ella... ¿Había muerto?... ¿Será que podré descansar por fin de ese tormento?... ¡AH! ¿Qué ruido fue ese? ¿Era una puerta? ¿Dónde rayos estoy? ¿Será que sigo con Akane-san?... tengo miedo... por favor... Alguien... que alguien me salve... Ya no quiero sentir dolor... por favor... por favor...~




Poco a poco la pequeña pelinegra comenzó a sentir su cuerpo, y lograba mover levemente sus dedos y sus pies. Intentó con todas las fuerzas abrir los ojos, pero una luz muy fuerte le impidió completar del todo su acción. Intentó acostumbrarse a la luz en un proceso lento y pausado. 

Ya no recordaba cuanto tiempo había pasado desde la última vez que estuvo en un lugar con mucha luz. Probablemente, cuando vivía junto a sus padres en un pasado que veía muy distante. 

Comenzó a mirar el sitio donde se encontraba... ¿Una cama?... todo es muy blanco... tenía al lado unas máquinas extrañas haciendo ruido, además de unas vías que estaban conectados a ella...

--- ¡OH! ¡Doctor! ¡Doctora! ¡La niña despertó!


El grito de una mujer le hizo forzar su cuello para mirarla, tal parece que había ido al pasillo o lo que sea que se encuentre afuera de esa habitación. Comenzó a sentir dolor en su pecho, provocándole una inevitable tos que alarmó a la joven enfermera...

--- ¡Pequeña! Tranquila, aquí estas a salvo. Respira calmada, No tienes de que preocuparte. ¿Te duele el pecho? No te desesperes, respira tranquila, te voy a dar un poco de agua

La pequeña tomó un sorbo a duras penas del vaso y eso mitigo el dolor de su pecho un poco. Miró atenta a la señorita, tenía un largo cabello castaño y era bastante tierna. Incluso parecía una niña como ella...

--- ¿Cómo te sientes ahora? Los doctores vendrán en unos minutos a examinarte no te preocupes ¿Cuál es tu nombre?


Silencio retumbante que parecía intensificar el sonido de personas hablando y riendo a la lejanía del lugar, junto con sonidos de ruedas y piezas de metal.

La enfermera al ver que la pequeña no respondía, pensó en que quizás tenía un problema a la audición, por lo que acercó demasiado su mano a su oreja dando un chasquido que asustó a la pequeña...

--- ¡Perdón perdón! No era mi intención, creí que quizás no me podías escuchar. Mi nombre es Suzuki Nao ¿El tuyo? ¿Eres capaz de recordar tu nombre?

La pequeña asustada del comportamiento de la desconocida no respondía a las preguntas de ningún tipo, y esa entrevista animada de la enfermera hacía que la niña cada vez más se sintiera más agobiada. Por lo que con dolor intentó levantarse de la cama para alejarse.

Pero en eso, entró un joven y una jovencita a la habitación, ambos con batas blancas implantando recuerdos dolorosos en la niña que al verlos había comenzado a temblar...

--- Nao-san ¿qué te dijimos sobre hostigar a los pacientes con preguntas? Ella está muy delicada por lo que no la obligues a hablar

--- ¡¡Doctor!! ¡Lo siento, no lo vi entrar!

--- Estás asustándola con tanto grito Nao-chan, baja un poco el volumen para que pueda tranquilizarse, queremos intentar conversar con ella, pero está asustada (dijo la jovencita de forma calmada y serena que acompañaba al quién ya la niña identificaba como un doctor, de a poco se acercó a la camilla y se sentó al borde en donde están los pies) Buenos días, linda... Soy la doctora Nakamura Akiko, puedes llamarme por mi nombre sin problemas ¿Cómo te sientes? ¿Te duele alguna parte de tu cuerpo? (habló con completa serenidad)

La niña miró a la señorita y parecía ser que la paz con la que decía sus palabras la tranquilizaba de a poco, sentía como si sus palabras la hicieran flotar de alguna manera. Pero aun así no dijo ninguna palabra, sólo llevo sus manos al pecho como respuesta...

 --- ¿Te duele el pecho? ¿Te duele respirar?

La pequeña asintió en una acción muy lenta y tímida, pero al ver que Akiko-san empezó a acercarse, esta retrocede nuevamente con miedo...

--- Discúlpame... ¿Me permitirías revisarte? De esa forma podré ayudarte a calmar tu dolor y podrás sentirte mejor (sonrió tranquila)


La pequeña temblando levemente cerró los ojos y asintió. Tenía miedo de que esa amabilidad fuera nuevamente remplazada por crueldad, pero una mano cálida se posó en su cabeza que terminó por sacarla de sus pensamientos, recordando la vez que el joven pelinegro la rescató de ese cuarto de metal...

--- No te preocupes. Las personas que te hicieron daño no pueden volver a acercarse a ti. Nosotros solo queremos ayudarte, por lo que no debes tener miedo (habló inesperadamente el joven doctor que ella creía que seguía en la puerta) Mi nombre es Nakamura Hiro, vamos a estar ambos junto a ti para ayudarte en todo lo que necesites (dijo con una sonrisa igual de tranquilizadora que Akiko)

--- Así es, Ahh cierto (comprueba en su bolso y saca un oso de peluche) esto es un regalo de nosotros para ti. No estábamos seguros si te iba a gustar, pero puedes quedártelo. En caso de que sientas mucho miedo, puedes abrazarlo...

La pequeña levantó la mirada hacia los doctores que miraban con gentileza sus ojos ¿Así que si había personas en el mundo como mamá y papá? ¿Así que si hay más gente buena?

Ante esas preguntas, comenzó a llorar ligeramente como una forma de expresar su alivio, extendió un poco sus brazos en dirección del osito de peluche. Era café, con detalles más oscuros y del tamaño suficiente como para poder abrazarlo sin dificultad.

--- ¿Te gusta? (preguntó Hiro-san quien con bastante cuidado y precaución se sentó al otro borde de la cama, un poco más cerca de ella)

Aun con lágrimas saliendo de su rostro, asintió dando un sonido ligero, pero que no alcanzó a ser una palabra. Ante esta acción, ambos doctores se miraron y sonrieron aliviados...

 Ante esta acción, ambos doctores se miraron y sonrieron aliviados

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

--- A... a... a... ri... ga... to... (dijo casi en un susurro, pero audible totalmente para los tres adultos)

Hiro, quien continuaba con la mano en la cabeza de la pequeña, comenzó a dar cariñitos en manera de consuelo. Mientras que Akiko bajó de la camilla acercándose lentamente y tomando suavemente sus manos...

--- (sonrió con ternura) De nada querida 

~ The melodies of a hero~ [BNHA x oc]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora