Cambio de aires (AU)

24- No puedes pedirme eso

LENA

Desperté con Kara entre mis brazos y con la sensación de que todo entre nosotras se había solucionado.

Después de lo de anoche todas mis dudas se disiparon de golpe, pues Kara me había demostrado que me quería.

Me levanté y salí de la habitación sin hacer ruido para no despertarla. Me metí en la ducha y después preparé el desayuno.

La cabaña tenía una pequeña terraza con unas vistas increíbles, así que decidí llevarlo allí para desayunar al aire libre.

Volví a la habitación y desperté a Kara, besándola en la mejilla con mucho cuidado.

Ella empezó a ronronear y yo insistí, besándola por el cuello, hasta que abrió los ojos.

-Lena: Buenos días. ¿Tienes hambre?

-Kara: Sí

-Lena: Pues ven - dije, tendiéndole la mano - Ponte una chaqueta y vamos

-Kara: ¿Una chaqueta? ¿Vamos a salir?

-Lena: Más o menos. La cabaña tiene una terraza, desayunaremos ahí. Es temprano y hace un poco de fresco

-Kara: Esta bien - dijo, cogiendo una sudadera que tenía en la maleta y poniéndosela - ¿Así voy bien?

-Lena: Sí, vamos - dije, sujetando su mano y saliendo de la habitación con ella

Salimos a la terraza, donde ya había colocado el desayuno. Teníamos leche, café, zumo y unos croissants caseros que había encargado en una pastelería cercana que me recomendó la dueña de los alojamientos.

-Lena: No me dio tiempo a hacerte tortitas. Pero encargué estos croissants, están recién hechos. Espero que te gusten

-Kara: Huelen muy bien, seguro que me gustarán - dijo, cogiendo uno y llevándoselo a la boca - ¡Están increíbles!

-Lena: ¿De verdad?

-Kara: Mucho

-Lena: A ver... - dije, cogiendo uno y probándolo - Tienes razón. Casi se deshacen en la boca de lo tiernos que están

-Kara: Sí - dijo, devorándolos

-Lena: Despacio... no quiero que te atragantes. Por cierto, no has tocado la leche - dije, mientras bebía un sorbo de mi café

-Kara: No quiero la leche, llévatela

-Lena: ¿Estas bien...? - pregunté, extrañada

-Kara: Sí, es sólo que... ya no me gusta

Hacía tiempo que tenía curiosidad por saber por qué Kara ya no bebía leche, con lo mucho que le gustaba. Así que decidí preguntárselo.

-Lena: ¿Por qué?

-Kara: ¿Qué?

-Lena: Que por qué ya no te gusta la leche

-Kara: Yo... me recuerda que... Lo siento, no quiero hablar de eso ahora - dijo, tratando de evitar el tema

-Lena: Eh tranquila... - dije, sujetando sus manos - Estoy aquí, puedes confiar en mí. ¿Qué pasa? - volví a preguntar

-Kara: Está bien. Esa mañana estaba desayunando y él...

-Lena: ¿Él?

-Kara: Y yo me asusté y... el vaso se rompió en mil pedazos - dijo, sollozando - y la leche se derramó por todas partes...