⟨Les va a caer en la madre a todos, malparidos come mocos.⟩

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Nada estaba bien, para nada bien.

Jung Hoseok no sabía cómo tratar con un Omega, y menos con el lobo de un chico como Min Yoongi, un Omega que no desea ser tratado con ningún alfa.

Y él era eso, un alfa.

Podría actuar por instinto, pero no quería saber que haría Yoongi con el después de saber lo que pasó.

No es que le tuviera miedo a Yoongi, pero ya a esas alturas de su convivencia sabía algunas cosas de Yoongi. Por ejemplo, que no hicieran algo sin su consentimiento

Y ahí estaba el tratando de apartar delicadamente al Omega que no era Yoongi, era su Omega.

El rubio quiso volver a abrazar al alfa pelirrojo, pero este se apartó sintiendo su pecho arder.

Como si hubiera una fogata dentro de sus pulmones.

—Yo- Yoongi.. —Su voz Tartamudeado, paso saliva por su garganta sonoramente —Haz que vuelva Yoongi —pidió delicadamente, Jung.

Con cada acercamiento del pálido, Hoseok se sentía cada vez más nervioso.

Pero el Omega ni se inmutó, intentó volver a abrazar al pelirrojo.

—M-me estás mareando, Min. —Se quejó el más alto apartando nuevamente al Omega.

Cada vez más las feromonas  reproductivas del de tez pálida aumentaba con cada inhalación de aire. El corazón de Hoseok empezaba a acelerarse. Pero aún estaba en sus cinco sentidos, apesar de todo.

Apesar de que su lobo intentaba hacer de todo por lanzarse y reclamar a Yoongi.

¿Por qué justo en ese momento el Omega de Yoongi salió a flote?

Yoongi se detuvo, y ambas miradas se encontraron. Los primeros de un color café y los segundos de un color amarillo vibrante totalmente dilatados

A través de los ojos del Omega, Hoseok podía ver muchas emociones, emisiones negativas. Eso era algo nuevo, frunció su entrecejo.

El rostro del Omega se entristeció y de sus labios brotaron un suave sollozo lastimero, se hizo dos pasos hacia atrás y bajó su mirada nuevamente.

De pronto sus feromonas cambiaron a Miel, limón combinado con la tristeza. Ya lo había cagado; sin embargo, Jung recordó que, la personalidad de ambos lados siempre coincidían, Yoongi es una persona totalmente altanera, por lo que su Omega debía ser algo similar, pero a como se mostraba ahora...

Algo que no le gusto para nada a Jung Hoseok.

—¿Alfa no le gusta aroma de Omega? —dicho eso, pequeñas lágrimas descendieron de sus ojitos los cuales con sus manos cubrió. —Soy un Omega inútil para alfa...

Y en ese momento Hoseok sintió la fuerte presión en su pecho y lo atrajo a él en un abrazo que ni el mismo sabía porqué lo hizo. Solo... Sintió que debía hacerlo.

Quería pensar que era por pura reacción de su lobo al sentir a su destinado triste. Quizás solo eso.

—Omega... —la voz grave y autoritaria del pelirrojo tomando entre sus grandes manos las húmedas mejillas del más bajito, conectando nuevamente sus ojos con los más pequeños.

Lentamente, Yoongi fue acercando su rostro al del alfa, pudiendo sentir la respiración de este. Tan cerca de los labios ajenos... Y los párpados de ambos cayeron dejándose llevar por lo que venía a continuación.

[•••]

En un aeropuerto, un chico con un particular y colorido cabello azul arrugaba su entrecejo y hacía un puchero disgustado arrastrando sus maletas fuera del aeropuerto.

Volvió a llamar a su amigo, pero después de seis tonos volvió a hablar la contestadora, por doceava vez desde que aterrizó.

—Hyung estúpido. Menos mal que fuiste tú quien se ofreció a buscarme, te estoy odiando en este preciso momento. —Se quejó en voz alta mirando hacia los lados si veía algún cartel con su nombre o algún auto conocido. Pero al no ver ninguno, suspiró frustrado, ubicó una banca donde sentarse y se entretuvo en un videojuego después de mandarle un mensaje a su hermano diciéndole que había llegado a Seúl.

Después de unos 38 minutos, se aburrió y se levantó de la banca no sin antes gruñir enojado.

¡¿Nadie pensaba ir por él?!

—Les va a caer en la madre a todos, malparidos come mocos. —gruñó comenzando a andar por el estacionamiento y llegar a las calles de Seúl ubicando con el GPS un buen lugar para comer, porque además de que fue olvidado en el aeropuerto, estaba hambriento.

—No hay muchos locales de comida cerca del aeropuerto.... Y el más cercano es a 12 cuadras ¡Estoy cansado, tengo hambre y estoy solitos! —pataleó llamando la atención de varias personas y después sentarse encima de su maleta.

Si, y en la mitad de la acera.

Con sus brazos cruzados, miró sus zapatos nuevos pensando que hacer y a donde ir. Porque tampoco traía dinero consigo.

—Esto me pasa por confiar en personas estúpidas. —Intentó hacer otra llamada, pero justo en ese momento, la pantalla de su celular se apagó. El peliazul miró hacia el nublado cielo. —¿Qué es esto, algún reto, obstáculo o pondrás a alguien en mi camino para estar a su lado toda mi vida? Porque si es alguna de esas ¡Te exijo alguna evidencia!

—Disculpa.. —Escuchó una voz a su lado, por ende miró hacia donde provenía la voz.

Un joven en un auto estaba inclinado hacia la ventana del auto mirándole.

El peliazul miró de reojo al cielo y de nuevo al alfa en el auto y se señaló a sí mismo arqueando una ceja.

El extraño asintió. El de cabellos azules arqueó ambas cejas y sus labios formato una pequeña "o".

El universo lo escuchó?

—Quería saber si necesitabas que te llevara a algún sitio. —preguntó el alfa señalando el asiento del copiloto.

Gracias universo querido, prometo no dudar más nunca de ti. Pensó el peliazul.

—¿Podrías? —preguntó esperanzado levantándose para tomar sus maletas. La verdad es que él no quería caminar —Si no es mucha molestia, claro...

—Obvio no, por algo te estoy preguntando —El chico rió, el peliazul asintió. —Ven, sube.

Dicho aquello, el alfa bajó del auto, abriéndole la puerta del copiloto al peliazul para que entrara y guardó las maletas en la cajuela. Realizado eso, volvió al asiento del conductor y puso en marcha el auto.

—Que suerte que vine al aeropuerto por las donas que venden ahí y que a mí amigo les gusten mucho, si no pues, creo que te hubiera tocado caminar. —comenzó a hablar el alfa animando al contrario.

Éste le miró de reojo asintiendo nuevamente.

—Tienes hambre? Si gustas podemos ir a comer algo antes de llegar a tu destino que dices?

Los ojos del peliazul brillaron.

—Si, si por favor, se lo agradecería mucho. —Pidió mirándolo con sus ojos bien abiertos. El alfa le miró de vuelta.

—De acuerdo, pero antes que nada, me dirías tú nombre Omega? —pidió el alfa volviendo la vista frente.

—Taehyung, soy Kim Taehyung. —se presentó el peliazul.

—Es un gusto, Kim Taehyung. Yo soy Jeon Jungkook.

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૮₍ ˃̵͈᷄ . ฅ ₎ა

Training of a good Alpha (pausado)Where stories live. Discover now