○ Prólogo ○

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Lo último que necesitaba después de terminar con su ahora ex-novia, era estar completamente solo y encerrado

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Lo último que necesitaba después de terminar con su ahora ex-novia, era estar completamente solo y encerrado. Así que Adrien no lo pensó mucho e invocó su transformación para tomar un poco de aire y despejar su mente.

Fue saltando de techo en techo, confirmando por milésima vez lo bien que se sentía tener el viento golpeándole el rostro.

Estaba por dar otro salto cuando entonces vio una cabellera azabache que desprendía por todos lados lo triste y decepcionada que estaba, y no pudo evitar sentirse culpable por eso.

Kagami no pudo tomar otra decisión mejor de la que tomó esa día en clases de esgrima. Tal vez exceptuando el hecho de que literalmente casi lo hace trizas, pero su frustración era entendible, aunque Adrien quería pensar que no todas las chicas reaccionaban así.

Él admiraba a su amiga. Era valiente y fuerte, tenía fe en que iba a salir muy pronto de esa situación. Puede que lo amara, pero se amaba más que nada a sí misma, y por ella misma iba a mirar hacia adelante y dejarlo en el olvido.

Adrien quería confiar en ello, porque no podía más con la culpa de verla así por él.

Suspiró y decidió dar media vuelta, tomando así una ruta diferente. Habrá saltado unos diez minutos antes de encontrarse con una situación no tan distinta a la que vio anteriormente, pero ésta lo dejó anonado.

Marinette yacía sentada en el suelo de su balcón, con la mirada perdida en las estrellas infinitas que habitaban en el cielo, y con un puchero que de seguro aguantaba todo el llanto que quería soltar.

Chat recordó el pánico que le recorrió el cuerpo cuando no lograba encontrar el amuleto de Marinette. Es cierto que dijo esa mentira para despistar a Kagami, pero no llegó a pensar que de verdad lo había perdido y que su acompañante lo había encontrado. Por un momento quiso sentirse aliviado, pero se dio cuenta que la chica lo atrapó con las manos en la masa.

Fue confuso, se sintió aliviado, asustado, nervioso. Definitivamente ese día fue todo un carrusel de emociones. Lo único que tenía en claro, es que de ahora en adelante cuidaría más a su amuleto.

Se acercó sigilosamente por la espalda de la ojiazul y se sentó en la baranda de su balcón sin que ella se dé cuenta.  Dirigió su atención a las estrellas y pronto se vio atrapado por su intenso brillo.

Todas brillaban, hasta la más pequeña.

—Son hermosas...—susurró despacio —Tienes suerte de tener tan bonita vista a tu disposición.

Marinette dirigió su vidriosa mirada hacia la figura del héroe gatuno sin poder esconder su sorpresa.

—Chat Noir...—dijo en un hilo de voz —¿Q-Qué te trae por aquí?

Al fijar sus esmeraldas en los zafiros de su compañera, no pudo evitar compararlas con las estrellas. Su iris era como el cielo azul, su pupila como una estrella, y brillaban tanto debido a las lágrimas que se esforzaba por contener.

‹‹La suerte del Gato Negro›› // Reto Marichat 2021//Where stories live. Discover now