○ Día 24: Celos ○

1K 118 98
                                    

Chat Noir observaba con el ceño fruncido y los brazos cruzados desde una esquina de la habitación, cómo es que su novia y su mascota parecían divertirse demasiado sin su presencia

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Chat Noir observaba con el ceño fruncido y los brazos cruzados desde una esquina de la habitación, cómo es que su novia y su mascota parecían divertirse demasiado sin su presencia.

—Ignórenme. —habló en voz alta —Se la pasan muy bien sin mí. Mejor me voy.

Él había llegado con toda la buena intención de jugar con Abrazos, y lo único que hizo fue darle un rasguño en cuanto se acercó a él para mimarlo.

—¿Qué pasa, Gatito? —Marinette preguntó burlonamente mientras le tiraba a su mascota el pasador con el que estaban jugando —¿Por qué no vienes y te nos unes?

—Abrazos no me quiere. —aseguró con voz dolida. —Y tú solo te vas con él. Soy el que sobra aquí. —dramatizó.

—No es que no te quiera, solo está a la defensiva porque siempre lo molestas —explicó avanzando hacia él —Ya es grande y puede defenderse. Yo nunca lo molesto, así que viene conmigo.

—¿Nunca?

—Bueno, no siempre. —se encogió de hombros. —De todos modos, es un poco ridículo de tu parte que te pongas celoso por eso.

—¿Celoso? Ja, ya quisieras.

Marinette rodó los ojos antes de soltar una ligera risa, la cual se convirtió en carcajada cuando Abrazos llegó a morder el cinturón de Chat Noir.

—¡Hey! —exclamó con molestia, arrebatándole su cinturón —En serio, ¿qué tienes en contra de mi cola?

—La ve colgando y no puede evitar jugar con ella —respondió la joven de manera divertida.

—Como sea. —sacó su vara y observó la hora antes de soltar un gruñido al recordar su sesión de fotos —Me tengo que ir.

—Pero qué carácter...—murmuró su novia para después hacer un puchero y abrazarlo —No te vayas, ahora estaré contigo —prometió.

Chat Noir se vio demasiado tentado a aceptar su propuesta, pero el imaginarse recibiendo un regaño de su padre al no encontrarlo donde debería y arruinándole el día, hizo declinarla casi al instante.

—De verdad debo irme —respondió con una mueca —Pero prometo regresar más tarde.

—¿De verdad?

—Claro que sí. —le dio un beso en los labios antes de saltar por la trampilla —Te amo —susurró él desde arriba —Hasta luego, Princesa.

—Adiós, Gatito. También te amo. —sonrió.

||•••||

Adrien se tiró sin cuidado en su cama, resoplando ante lo cansado que era su día al ser Adrien Agreste. Excepto que... Había alguien que le quitaba todo lo cansado y aburrido a su vida.

‹‹La suerte del Gato Negro›› // Reto Marichat 2021//Where stories live. Discover now