Permanece a mi lado por favor...(Shoto Todoroki)

La primera vez que él rió

-Él que pierda el piedra, papel o tijera irá por los jugos- le dije a Shoto.

-Está bien.

-Piedra, papel o tijera!

-Te toca.-dijo porque yo había perdido.

Estábamos acostados viendo las nubes como ayer, teníamos ganas de tomar jugo pero ninguno de los dos quería bajar. Como perdí el piedra papel o tijeras me levante y fui a la cafetería para traer los jugos.

Compré nuestros jugos favoritos pero cuando ya iba de regreso Bakugo se puso en frente de mi. Pensé que iba molestarme como siempre, pero no lo hizo. Tenía la cabeza abajo y se rascaba la nuca. Suspiró y el Bakugo de siempre volvió, pero no con una acción que yo esperara.

-Toma.

Estiró su mano con una barra de chocolate en ella.

-¿Por qué me das esto?

-Lo compre para ti, solo tómalo.

Yo sonreí y tome el chocolate, pero aún así estaba muy sorprendida.

-Pero...¿necesitas que te haga un favor o algo?

-No, solo quiero dártelo.

-Oh, de acuerdo, ¡muchas gracias entonces!

^BAKUGO^

La verdadera razón por la que le di ese chocolate a Masako...no lo sé ni siquiera yo.
Desde el festival deportivo que no puedo parar de pensar en nuestro combate, mientras más convivo con ella, más extraño se siente este sentimiento.

Le conté esto al maldito de Kirishima y lo único que me dijo fue: "¡Ya se lo que te pasa bro! deberías darle un regalo, ¡como un chocolate!".

Eso hice y creo que valió la pena, porque al ver que ella aceptaba el chocolate con una sonrisa, me tranquilizó.

^Masako^

-Toma, aquí está tu jugo.

Me recosté de nuevo, ambos abrimos los jugos y empezamos a tomarlos.

-Nunca me cansaré de tomar este jugo.

Después de clases
Ya era hora de irnos a casa, caminábamos por la calle y casi llegábamos a la casa de Shoto.

-Llegando a casa creo que lo único que haré es dormir jajaja- le dije y recordé que había olvidado comer el chocolate que me había dado Bakugo. Lo saque de mi mochila y lo abrí.

-¿De dónde lo sacaste?

-Me lo regaló Bakugo.

Me lo arrebato de la mano y se lo comió completo.

-¡¡¡Oyee!!!! ¡Era mi chocolate! ¡Si querías un poco me pudiste habérmelo pedido!

-Lo siento.

Dijo con la boca llena. Justo habíamos llegado a su casa pero él no se movió.

-¿No...vas a...entrar?

-Te acompaño a tu casa.

Abrí mis ojos como platos, ¿pr qué de repente quería acompañarme a casa?

-Bueno, entonces vamos.

Fuimos en dirección hacia mi casa. Como era muy cerca llegamos en cinco minutos.

-¡Me voy! ¡¡Nos vemos mañana!! ¡¡Regresa con cuidado y descansa!!

-Sí, nos vemos.

Espero hasta que yo entrara por completo a mi casa, así que yo me asomé por la ventana y grité.

-¡Te vas por la sombritaa!

Inesperadamente él empezó a reír, nunca lo había visto sonreír así que lo consideré como una victoria.