El examen de ingreso a la UA

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Hoy es el examen para entrar a la academia UA, la mejor escuela para héroes en todo Japón. Como muchos, he soñado con entrar toda mi vida, y graduarme como heroína. Para lograrlo siempre tuve que apuntar alto y estudiar para este momento pues hay muchas personas que tienen el mismo sueño, pero solo los mejores pueden estudiar en una academia como la UA.

Hace unos meses llené mi formulario de la solicitud para el examen de ingreso, este pedía algunos datos básicos de mi persona. El primer dato requerido fue mi nombre (Masako Yawarakai), edad (15 años), nacionalidad (japonesa), escuela secundaria de procedencia (Chūgakkō) y don (súper fuerza).

Me levante temprano y me puse el uniforme de secundaria para asistir al examen, estaba algo desvelada, no había podido dormir en toda la noche de la emoción. Salí de mi habitación y encontré a mi padre, Kaede Yawarakai (de quien heredé mi súper fuerza), mi madre, Nara Yawarakai (cuyo don es "Healer", puede curar heridas y enfermedades con sus manos) y a mi hermano mayor, Masaki Yawarakai (heredó el don de mi madre).

- ¡Ten mucho cuidado! ¡Esfuérzate mucho!- dijeron los tres con entusiasmo.

-Lo se, lo se, no se preocupen- dije sonriendo.

-Pasaré por ti más tarde, si te lastimas estaré ahí para curarte- me dijo Masaki.

-Estaré bien, ahora soy grande y no me lastimo fácil como antes.

-Es que me preocupa que no puedas llevar guantes ni botas- respondió, tiene el instinto de hermano mayor sobredesarrollado.

-De acuerdo, puedes pasar por mi- reí un poco.

Generalmente me pongo guantes y botas cuando uso mi poder, pues es más fácil usarlo así y no me lastimo las manos, aunque mi piel y huesos estan hechos para soportar ese tipo de tensión, puedo llegar a sufrir desgarres cuando me excedo.

Me despedí de mis padres y hermano mientras salía de la casa.

-¡Suerte Masako!- se les notaba la preocupación, pero sabía que confiaban en mi.

-¡Gracias!- dije mientras me iba.

No vengo de una familia de héroes, fui la única que nació con las ganas de ayudar a las personas de esta forma, por esto mis padres siempre me apoyaron.

Camine tranquila y emocionada, las calles estaban llenas de árboles de cerezo, ver tantas sakuras me motivaba.

Llegué a la escuela y cuando la vi de frente me sorprendió lo grande que era. Caminé adentrándome en ella y de repente choqué con un chico pequeño con....¿bolas moradas en la cabeza?

-¡¡Hola!! Se..señorita... ¿Podría darme su número? ¿Po..por favor?- tuve que mirar hacia abajo pues era muy pequeño.

Me quedé procesando lo que dijo unos segundos, pero el se rindió en su intento. Se fue y empezó a pedírselo a otras chicas, desde ese momento comprendí que era un pervertido.

Primero presentamos el examen escrito, estuve estudiando mucho para poder pasar esta parte fácilmente, tanto que me sentí muy confiada resolviéndolo. Al terminarlo, nos llevaron al auditorio donde nos explicarían el examen práctico.

Una vez nos separaron en grupos, fuimos a ponernos ropa deportiva, por suerte no me toco en el grupo del chico pervertido. Llegamos afuera del centro de batalla, estábamos frente a una puerta muy grande. Mientras iniciaba el combate, yo intentaba concentrarme, haciendo estiramientos con mis brazos, piernas y dedos.

Abrieron la puerta y todos corrimos dentro, sin ningún aviso o conteo previo. Inmediatamente después que di la vuelta, me encontré con unos robots de los que nos dijeron que teníamos que exterminar para ganar puntos, así que uno a uno los destruí intercalando golpes con mis manos y piernas que los mandaron más lejos de lo esperado. Corrí tratando de buscar más robots, sin embargo, se estaban acabando muy rápido. Miré a los demás, ellos tenían dones geniales, pero no podía distraerme, tenía que seguir.

Faltaban al menos dos minutos, mientras destruí unos cuantos más. En eso, vi a un chico de cabello rubio, me llamó la atención lo rápido que destruía los robots con sus explosiones, pensé que el definitivamente iba a ser elegido por la UA. De repente, apareció el robot gigante del que habían hablado en el auditorio, entonces corrí lejos y el tiempo se terminó. Recuerdo que conseguí cerca de cuarenta puntos, espero que eso sea suficiente para poder quedarme con un lugar aquí.

Todos salimos de ahí, fuimos a cambiarnos y en los vestidores vi a un chica sentada sacando algo líquido de sus manos.

-Vaya, me quede sin ácido- dijo una chica con piel y cabello rosado.

-¿Es tu don?- dije con una sonrisa mientras me acercaba a ella.

-¡Sip! Me permite crear líquido corrosivo de mi piel, me ayuda a fundir objetos y deslizarme con facilidad, y ¿cuál es el tuyo?- su sonrisa también me hacía sonreír.

-Es súper fuerza, aunque ahora mismo siento que si me quede sin fuerzas de nada- dije riendo un poco.

-Jajajajaja, eres graciosa, pero... no aparentas tú don, eres delgada y no eres muy alta.

-Sí, supongo, mi físico no suele cambiar aunque coma mucho o haga mucho ejercicio - dije sonriendo y rascándome la nuca.

-Todos salgan de las instalaciones- dijo uno de los supervisores del examen-. En unos días les llegará una carta con sus resultados.

-¡Espero que nos veamos pronto!

-¡Yo igual!

Salimos de los vestidores y luego de la escuela, ya me sentía algo cansada. Masaki estaba esperándome afuera, subí a su auto y fuimos camino a casa.

-¿Cómo te fue?

-Creo que bastante bien, el examen teórico lo resolví con facilidad pero creo que en el práctico fue donde hubo más competencia.

-Sabía que te iba a ir bien.

-y a ti...¿cómo te fue?

-¡Sí me aceptaron en el hospital!

-¡¿En serio?! ¡Genial!, estoy muy feliz por ti.- le dije con una sonrisa.

El sueño de Masaki siempre fue convertirse en un doctor, salió hace poco de la universidad y ahora está trabajando en el hospital donde trabaja mamá.
Seguimos platicando pero en un tiempo de silencio me quede dormida.

^MASAKI^

Llegamos a casa, pero cuando vi a Masako ya estaba dormida. Mire sus manos, estaban algo raspadas y maltratadas. Puse mis manos cubriendo las de ella utilizando mi poder para curarla. Mientras lo hacía, la miraba y me di cuenta que por su personalidad y el aspecto que tenía en ese momento, ella había dado todo hoy. Yo nunca fui como aquellos niños que ven la televisión y se inspiran de las hazañas de All Might, tal como creció Masako. En cambio, yo crecí admirando lo que mi madre hacía, creo que nos comprendemos muy bien porque tenemos el mismo don, ella me enseñó que no solo los héroes ayudan a las personas, sino también los médicos, por eso me convertí en uno. Pero Masako, debido a su fuerza, siempre admiro a All Might, quería ser igual de fuerte que él y estudiar en la misma academia que él. No importa cuál sea el resultado, ella seguirá los pasos de All Might y se convertirá en heroína, de eso estoy seguro. 

Después de curar sus manos salí del carro y la llevé cargando hasta su habitación para que pudiera descansar después de este día agotador.

Permanece a mi lado por favor...(Shoto Todoroki) Where stories live. Discover now