Permanece a mi lado por favor...(Shoto Todoroki)

Un día comun

Los últimos días han sido comunes, aunque yo diría que ahora estoy más despierta en las clases, se lo atribuyo a que ahora solo necesito levantarme quince minutos antes para llegar a tiempo al salón de clases debido a la cercanía de los dormitorios.

Hoy también era un día común, al despertarme fui al baño a lavarme la cara, me puse el uniforme, me coloqué un poco de rubor y ricé mis pestañas, por último arreglé mi cabello en una coleta y tomé mi mochila.

Salí de mi habitación y cuando llegué al piso de abajo me encontré con varios compañeros, entre ellos estaba Shoto. Llegué por atrás y tomé su mano, él se giró y me miró.

-¿Lista?

-Sí.

-Vamos.

Caminamos juntos al salón de clases con las manos entrelazadas como lo habíamos hecho desde que llegamos a los dormitorios.
El profesor Aisawa nos dio una clase de cómo evitar los más posible hacer daños materiales cuando ocurre un incidente con un villano.
En el descanso, Shoto y yo nos sentamos juntos en la azotea, escuchábamos música y yo recargué mi cabeza en su hombro. Él me prestó su teléfono para escoger las canciones y entonces le llegó una llamada de un número desconocido.

-Oh, permíteme un momento.

-Sí.

Contestó el teléfono. Cuando terminó la llamada el regresó pero tenía un comportamiento extraño.

-¿Todo bien?

-¿Eh?-preguntó distraído-. Ah, sí, todo bien, era solo una persona queriendo venderme una secadora.

-¿De cabello?

-Creo que de ropa, pero le dije que no lo necesitaba.

Regresamos a clase y después de eso volvimos a los dormitorios.

-¿Harás algo?- le pregunté a Shoto.

-Tengo que llamar a mi hermana.

-Oh está bien, si necesitas algo estaré en mi habitación.

Últimamente me he sentido muy cansada después de clases, he tratado de dormir en horarios adecuados para ver alguna mejora pero sigo sintiendo el cuerpo cortado. Tal vez es solo gripe.

Del cansancio me quedé dormida en cuanto entré a mi habitación y cuando desperté me di cuenta de que ya era tarde y era hora de comer algo para la cena. Pero cuando baje hasta el primer piso...

-¡¡¡Feliz cumpleaños!!!- gritaron todos mis compañeros al unísono.

^Shoto^

-¿Hola? ¿Eres Shoto?

-Sí ¿Masaki?

-Sí, tengo algo que decirte pero tengo que irme rápido.

-¿Que sucede?

-Hoy es el cumpleaños de Masako.

-¿Enserio?

-Sí, me imaginé que no te lo diría porque nunca hacíamos nada especial en nuestros cumpleaños, mi madre solía prepararnos como regalo un pastel de fresa, pero ahora que no está supuse que extrañara ese pastel.

-¿Tienes la receta? Yo podría preparárselo.

-¡Oh eso lo encantaría! Te la envío por mensaje en un momento. Muchas gracias Shoto, ¡nos vemos!

-Sí, adiós.

Después de la llamada, decidí no comentarle nada a Masako para que fuera una sorpresa.

Más tarde recibí el mensaje con la receta pero supe que no podía hacerlo solo, así que cuando Masako se fue a su habitación la pedí ayuda a mis compañeros.

-Tenemos que hacer algo- dijo Ochaco después de que les contara acerca de la llamada.

-Sato, me gustaría que me ayudaras a preparar el pastel, a ti se te da muy bien- dije acercándome a Sato.

-Por supuesto- dijo animado.

-Dividámonos en dos grupos, unos que hagan el pastel y otros la decoración- sugirió Momo.

-De acuerdo.

Terminamos muy rápido de preparar todo, y Momo fue a ver qué hacía Masako.

-Está dormida.

Decidimos esperar a que bajara pero tuvieron que pasar algunas horas hasta que la vimos bajar de las escaleras.

-¡Feliz cumpleaños!

-Wow ¿Qué? ¿Cómo se enteraron?

-Tu hermano le dijo a Todoroki.

-Así que no eran secadoras.

-No, no lo eran.

Ella se acercó y me miró mientras yo cargaba con ramo con flores para ella.

-¡Oh por Dios!- dijo y saltó para abrazarme-. ¡Son hermosas!

-Está sorpresa te va a gustar más...- dije mientras Ochaco se acercaba con el pastel.

Sus ojos se abrieron y de ellos salieron lágrimas.

-Pero...¿lo hiciste tú?

-Lo hicimos todos.

-¿Puedo probarlo?

-Primero pide un deseo y sopla las velas.

Ella lo hizo y luego todos nos sentamos en la sala, partimos y repartimos el pastel.

-Muchas gracias de verdad...pensé que nunca iba a volver a probarlo...

-Es lo menos que podía hacer- dije para después darle un beso en los labios.

-Me encantó.

-¿El beso o el pastel?

-Ambos.