Permanece a mi lado por favor...(Shoto Todoroki)

La plancha mas larga

Despertamos muy de madrugada, ya había un poco de luz, así que regresamos a las cabañas a terminar de dormir.

Pasaron unas dos horas cuando todos se despertaron, nos cambiamos con ropa deportiva porque el profesor nos iba a poner a hacer ejercicio.

Salimos y ya estaban comenzando a reunirse en el patio para escuchar lo que diría el profesor.

-Bueno, ya están todos...el día de hoy vamos a hacer unos cuantos retos por equipos. Los dividiré en equipos según sus dones.

Sacó una hoja con nuestros nombres y los retos.

-Primer equipo y que tiene que empezar ya porque sino nos iremos muy tarde de aquí...Midoriya, Sato, Ojiro, Kirishima, Yawarakai y Shoji, ustedes harán una competencia de plancha, quien dure más tiempo en esa posición estará exento del examen del trimestre. Comiencen ya!

Nos pusimos en posición tan rápido como pudimos y nos quedamos ahí.

-Los demás, síganme les daré las indicaciones a los demás equipos.

Ellos se fueron y nos dejaron solos.

-Esto será algo aburrido, probablemente pasaremos muchas horas aquí sin movernos- dije con un suspiro de aburrimiento.

-Cierto, todo el mundo va a hacer retos divertidos, nosotros solo debemos quedarnos aquí, ni siquiera he despertado del todo- dijo Kirishima.

Después de dos horas, Sato y Ojiro cayeron; como Ojiro no estaba enfocado en este tipo de fuerza, era lógico que cayera antes que nosotros, pero la razón de Sato era que le hacía falta azúcar, claro...aún no hemos desayunado.

Después cayeron Shoji y Deku, habían pasado como tres horas después de la primera caída, yo no me sentía tan cansada, sin embargo, ya tenía hambre.

Solo quedábamos Kirishima y yo, incluso los de los otros equipos ya habían terminado sus retos, pero nosotros seguíamos ahí.

-Esto es espectacular y espeluznante, ¿no nos estarán mintiendo y pararon para descansar?-dijo Denki sorprendido.

-Si eso hubiera pasado, entonces ya habríamos ido a desayunar, tenemos hambre, ¿verdad Masako?- respondió Kirishima algo cansado.

-Sí...creo que llegaremos más bien a la hora de la comida.

-Desayunarán cuando termine la competencia, los que ya terminaron, vayan a hacer la comida- dijo el profesor Aisawa.

Kirishima y yo empezamos a sudar, estábamos cansados, sin darnos cuenta, ya habían pasado ocho horas y media desde que comenzamos.

-Masako...eres muy...pero muy fuerte...jamás lo olvides- dijo con la respiración cortada.

Antes de contestarle él ya había caído.

-¿Kirishima?

Me levante rápidamente, yo había ganado después de doce horas, pero...

-Espera, lo hiciste porque soy una mujer o...

-No, tú realmente eres muy fuerte y yo caí por que estaba muy cansado.

-Gracias Kirishima.

Nadie vio cuando terminó el reto, pero cuando entramos al comedor, todos dejaron de comer para mirarnos.

Sin decir nada, Kirishima tomo mi muñeca y la levanto. Todos empezaron a aplaudir, yo sonreí avergonzada.

Nos sentamos a comer y después de eso nos dimos todos un baño. Nos preparamos para partir del campamento, guardamos nuestras cosas y subimos al autobús.

Esta vez, cuando subí me encontré con Shoto quien me estaba guardando un lugar, entonces me senté a su lado.

-¡Mira! Ahora sí los saqué- le dije mostrándole mis audífonos, él los tomo y puso nuestra playlist.

Era tan relajante, la música tranquila y mirar por las ventanas el camino de regreso a la ciudad.

Estaba preocupada, ya quería ver cómo estaba mi madre.

Llagamos a la escuela y todos bajaron del autobús.

Tome mi maleta pero antes de irme Shoto me llamó.

-Masako, ¿quieres ir a lo concierto de Hanako conmigo?

-¡¿Hanako dará un concierto?! ¡¿Cuándo?!

-El 25 de diciembre, en navidad.

-Wow, ¡claro! vayamos juntos.

Me despedí de todos, no nos veríamos hasta después de las vacaciones de invierno, un descanso bien merecido. Camine hacia mi casa pero cuando ya estaba a dos calles escuché la voz de Ochaco.

-¡Masako! Necesito tu ayuda.

-¿Qué sucede?

-El departamento donde me estoy quedando iba a fumigar mientras yo iba al campamento, pero me acaban de llamar y dicen que no han terminado de fumigar.

-No te preocupes Ochaco, puedes quedarte en mi casa.

-Gracias Masako.

Caminamos juntas a casa. Abrí la puerta con mi llave y al entrar pude ver que mi padre y mi madre estaban en la mesa tomando té, ambos reían, tranquilizó el sentimiento de incertidumbre.

-¡Hola! ¡Ya llegue! Ella es Ochaco, están fumigando su departamento y quería ver si se podía quedar a dormir.

-Mucho gusto Ochaco, ¡claro que puedes quedarte!

Nos sentamos en la mesa con ellos y yo preparé más té.