(16) Amor de familia

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Capítulo XVI: Amor de familia.

Jade.











Gimo de placer al sentir la humedad de mi entrepierna ser lamida por su lengua, me hace perder el control con las leves mordidas que deja y me prende más el como mueve sus dedos en mi interior.

El sonido de los jadeos, los gemidos y las respiraciones desastrosas se mezclan con la música de fondo. El rubio me toca y me ve con profundidad, susurra cosas en alemán cerca de mi oído que hace que me ponga más cachonda, aumentando la velocidad de sus movimientos vuelve a abrir la boca para decir:

—Gótica, ¿quieres ser mi chica?

Quiero responder pero los espasmos del orgasmo me sacuden dejándome sin habla, satisfecha y cubierta de mi propio flujo.

—Tomaré eso como un si —dice colocándose un preservativo para comenzar la fiesta—. Sube, gótica.

Me monto a horcajadas sobre él y empiezo a cabalgarle como toda una experta, sujeta mi trasero con fuerza y los estruja dejándome la piel roja, mordisquea mis pezones y deja marcas alrededor. Me muevo en círculos, de lado, de todas las putas formas posibles, la cama no deja de chocar contra la pared, como si la estuviesen martillando y agradezco que mis padres aún estén de viaje.

—Ahora es mi turno —muerde mis labios con hambre—. Joder... mira lo roja que estás.

—Déjame coja por unos días, Milner —le ordeno

Las posiciones cambian, ahora estoy debajo de Alex y él no deja de embestirme y frotarme con sus dedos. Siento que estoy por correrme, conozco esa sensación que tenía tiempo sin sentir, los hombres con los que me había acostado antes de Milner no sabían lo que hacían... eran unos inútiles.

Rasguño su espalda con mis uñas, enredo mis piernas a su alrededor y dejo suaves mordidas por su cuello; me comporto como una urgida cuando la lujuria y el erotismo me invade, nunca me cansaré de esto y siempre me encantará que me follen bien duro.

—Oh, me corro...

Inevitablemente exploto y lleno todo de mi flujo vaginal, Alex llega al orgasmo y se corre casi al mismo tiempo que yo. El líquido tibio queda dentro del preservativo y saca el miembro de mi intimidad para evitar accidentes.

Se tumba a un lado de mí y se quita el preservativo, me lamo los labios por el líquido que desprende su verga y antes de que se la limpie me siento sobre su cara y muevo mi trasero sobre su boca, no duda en usar su lengua y meterla en mi canal. Me inclino hacia adelante y llevo su pene a mi boca, chupo y me trago su semen, no sabe mal si te acostumbras.

—Maldito —me quejo con su verga en la boca cuando mete un dedo dentro de mi trasero.

—¿No te gusta? Tengo una vista excitante —mete más el dedo.

—Alex... —ahogo un gemido, respiro hondo y me sujeto de las sábanas... esta sensación es rara pero jodidamente excitante.

—Jade, sigue chupando. ¿Te comió le lengua el ratón?

—Imbécil... ¡Oh! —mete dos dedos y lame mi coño pasando mis jugos al otro canal.

—No te escuché bien. Que dijiste, ¿que me detuviera?

—¡No...! Sigue...

—Así me gusta, putita.

—Tu putita...

—Mía... —dice con la voz ronca.

Vuelvo a tomar su miembro y sujeto sus testículos con una mano, con la otra masturbo su pene y coloco el borde de mis dientes en su glande. Lo escucho maldecir allá atrás, eso le pasa por meterse donde no debía.

LimerenciaWhere stories live. Discover now