彡❤[ROOMIE-SAIOUMA]❤ミ

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And I do not give a damn if you don't believe

(una vida pretendiendo ser el gato que consiguió la crema, oh, todos decían: "marina es una soñadora" a la gente le gusta decirte "lo que vas a hacer no es mi problema si no ves lo que yo veo y me importa un carajo si no crees")

Finalmente, después de tanto tiempo pude ver lo que sería lo común para mí a partir de ahora: los locales modernos, las personas con ropa cara y como si fuese una atracción turística la gran academia que se encontraba como el final de la calle, siendo rodeada por todos estos lujos.

El sol se reflejaba por las gigantescas ventanas dando la ilusión de que la academia resplandecía, parecía casi un lugar mágico o místico. Mi tío se estaciono bastante cerca de la entrada y antes de dejarme salir me dedico unas palabras:

—Veras Shuichi— exclamo después de un suspiro- antes de que te vayas. . . Bueno yo. . .

—... ¿Sí?

—Solo quería decirte que. . . Tus padres estarían orgullosos, realmente orgullosos, tanto como yo

Al decir esto mi tío saco unas pocas lagrimas que intento secar inmediatamente sin pensar que eso me haría repetir su acción, como pude me acerque a él desde el asiento trasero para darle un fuerte abrazo que fue rápidamente correspondido, todavía estuve un rato más con él, aunque no fue mucho porque llegaría tarde a mi primer día.

Me vi en la obligación de bajar del coche, dar un último adiós y entrar a aquella tan reluciente institución que me esperaba. Con maleta en mano me dirigí por los inmensos pasillos viendo con atracción a cada estudiante que pasaba, todos con el clásico uniforme café de la academia y extrañamente sonrientes, no es común ver a los estudiantes tan felices antes de tomar las clases, pero supongo que eso es algo que tiene esta academia.

Con ayuda de algunas indicaciones que me iban dando distintos alumnos con los que cruzaba palabra logre llegar hasta la oficina del director, antes de poder entrar vi a su secretaria quien se presentó como Aoi Asahina y me deseo suerte en este ciclo escolar, me pidió que me sentara en las bancas que yacían fuera de la oficina y esperara puesto que el director parecía estar ocupado con lo que ella llamo "asunto grave".

Luego de un tiempo no muy largo pude ver como una chica rubia de ropas rosas extravagantes y un chico albino más bajo que ella salían claramente descontenta.

—¿¡cómo se atreve!?—grito la rubia—¡soy Miu Iruma, la inventora definitiva, no la gata definitiva!

—solo es un pequeño castigo... además nos lo merecemos— comento el albino

—¿¡"un pequeño castigo"!? ¡es una tortura!

—solo vámonos

—¡todo es culpa de esa rata asquerosa y su mini rata!

El chico tomo de los hombros a su acompañante y la comenzó a encaminar por el pasillo al ver que ella no querría moverse por su cuenta mientras no dejaba de quejarse y gritar.

—¿Saihara Shuichi? tu turno

Finalmente pude ver al director quien se disculpaba constantemente con otra chica que también estaba en la oficina.

—juro que esto no estaba en lo planeado señorita Akamatsu—comento el director con clara vergüenza

—no se preocupe director, no me molesto

La chica rápidamente capto mi atención, era sencillamente hermosa: de altura apreciable, piel limpia y clara, cabello rubio que cruzaba la espalda, rasgos delicados, ropa linda mayormente rosa al igual que sus ojos y una voz dulce y alegre.