— Tranquilo, hablemos — Pedía Jung con intension de calmar al hombre y conservar lo que sostenía firmemente en sus manos.

— ¡No me toques imbecil!—

El cuerpo de Jung choco contra una vitrina a causa del empujón del hombre de lentes quien seguido de ello utilizó la hoja de un cutter para amenazarnos a todos nosotros y poder hurtar la comida que exigía y creía que le correspondía para no morir.

— ¡Tú, dame la llave del auto! ¡Dame las llaves del auto, estupido! — Eun Hyuk no se inmutó ni un poco al escuchar las órdenes del hombre. — ¡Dame las llaves hijo de ...! —

Sang Wook apareció justo en el momento indicando tomando a aquel hombre por el cuello de su camisa arrastrándolo lejos de nosotros; bastó con encestar un solo golpe en el pómulo de ese hombre para poder someterlo y llevarlo fuera de aquel lugar.

Los desesperados gritos masculinos alarmaron a todos provocando que se reunieran para atestiguar lo que estaba sucediendo y cómo Sang Wook manejaba la situación con una frialdad autoritaria, siendo secundado por Gil Seob quien se encargó de terminar de humillar y calmar a ese hombre tras acusar vilmente que inclusive los niños morirían allí adentro.

Cuando las persona se dispersaron por todo el lugar quedando únicamente Hyun Su y yo busqué refugio en su pecho abrazando su dorso.

— Puedo sentir como tu corazón golpea mi dorso — Sonreí, pero seguí sin apretarme de él. — ¿Tienes miedo? — Negué.

— Todo fue un mal entendido. Lo único que Eun Hyuk quiere es habilitar un vehículo para hacer expediciones y traer provisiones — Apreté ligeramente más mi agarre. — Si eso sucede serias el primero en ir, Hyun Su —

— ¿Es esto de lo que querías hablar? —

— Si. ¿Y si en verdad deciden enviarte afuera? Tus heridas tardarán más en cerrarse si algo o alguien te lastima ¿Qué se supone que haré si un día no regresas o si quedas herido de gravedad y no pueda ayudarte? —

— Sanaré — Su voz seguía tan tranquila y serena que parecía que ignoraba la gravedad del asunto.

— Vamos, no actúes como si no te importara lo que puede suceder contigo — Por fin me separé encarándolo con el ceño fruncido. — Pelea conmigo, expresa lo que sientes, di lo que te molesta. Hyun Su por favor haz algo  —

— No — De nuevo esa tranquilidad.

Quería abrir la boca y gritarle, pero no podía hacerlo.

Me rendí y guardé silencio despejando mi mente de todas las ideas trágicas y pesimistas que podían venir a mi cabeza.

Unas horas después se convocó a una reunión en la cual se nombró y describió el verdadero problema que estábamos presentando con la escasez de comida y agua; una reunión en donde confirmé mi teoría, comenzaríamos a ir a expediciones en donde irían los más fuertes y como era de esperarse las miradas se posaron en Hyun Su.

— Cuando sea necesaria su ayuda, yo me encargaré de llamarlos — Terminó Eun Hyuk.

— Odio estas malditas reuniones que duran poco y solo traen noticias de mierda — Solté sin cuidado alguno mientras caminábamos por un pasillo.

— Estas muy estresada — Opinó Ji Soo quien estaba cubierta de una fina capa de sudor. — ¿Por qué no te alejas de aquí un rato con Hyun Su? A ambos les hará bien —

— Ji Soo ¿Te sientes bien? Parece que tienes fiebre — Ignoró descaradamente mi pregunta y volvió a hablar.

— Encontré una vieja guitarra, estaré por ahí si gustan acompañarme —

— Te buscaremos — Contestó Hyun Su.

Ji Soo se marchó rápidamente dejándome únicamente con mi chico noble e incapaz de levantar la voz cuando la injusticia lo estaba acabando; maldecí una y otra vez internamente al notar su postura y reconocer que era exactamente igual que yo.

Ambos guardábamos silencio aún cuando no debíamos hacerlo.

— ¿Estas enojada conmigo? —

— ¿Qué? No, no para nada. Es solo que no me gusta ver que ellos disponen de ti como si les pertenecieras — Reí irónicamente. — Lo siento, eso sonó muy anarquista —

— Solo yo puedo hacer esas tareas — Bajo la mirada con tristeza. — No podemos dejar que los demás pongan en riesgo su vida —

— ¿Por qué no aceptas que te lastima? Hyun Su expresa tus sentimientos, no te hagas daño —

— ¿Quieres que exprese justo ahora lo que siento? — Asentí con alivio creyendo que por fin escucharía un queja de su parte. — Lo haré —

Tomó mi nuca con rapidez empujando de ella hasta su rostro formando una unión entre nuestros labios.

Caí rendida olvidándome por completo del disgusto que cargaba hace unos segundos atrás; lleve mis manos a sus mejillas y los pegué aún más a mi para profundizar el beso que comenzaba a llevar un ritmo lento pero delicioso.

Al separarnos saboree cada sensación de relajación y aturdimiento que aquel magnífico beso había dejado en mi; abrí lentamente mis ojos encontrándome con su dulce rostro.

Capture su rostro nuevamente y deje tiernos besos por todas sus mejillas haciéndolo sonreír tornando sus pómulos del carmín más bello y encendido.

Pronto una melodía se escuchó a lo lejos del pasillo haciendo que prestáramos mucho más atención a ella dispuestos a seguirla para escucharla mejor.

Tal y como Ji Soo nos había dicho, estaba sentada en un viejo banco tocando cuatro cuerdas de una guitarra creando una peculiar melodía basada en la imperfección del instrumento.

Era una melodía especial, la música nos envolvió a los tres en un profundo trance que nos acobijaba y traía recuerdos de lo que significaba un hogar o al menos eso sentía yo; tal vez era extraño relacionar aquel término con esa canción, pero después de todo eso era lo que estaba formulando dentro de mi removiendo emociones.

Imágenes de mis padres corrieron por mi cabeza obligándome a esbozar una sonrisa nostálgica que traté de disimular. Recuerdos de los tres como familia, yo siendo una niña pequeña jugando y corriendo por nuestra antigua casa mientras mi padre miraba deportes en la televisión y mi madre cocinaba.

Maldición, si pudiera recuperar ese tiempo perdido. Volver a abrazarlos y decirles cuanto los amaba.

— Dulce hogar — La voz de Hyun Su nos interrumpió a Ji Soo y a mi.

— ¿Qué? — Preguntó la chica con calma.

— Está canción me hace sentir como en casa — Ji Soo sonriendo levemente mientras asentía al comprenderse a sí misma.

— Gracias — Contestó.

— ¿Por? —

—No tenía titulo para la canción, pero ya le pusiste uno "Dulce hogar" — El débil rostro de nuestra amiga nos dedicó una tierna sonrisa.

Hyun Su a pesar de haber estado riendo y sonriendo minutos atrás, al estar frente a Ji Soo mantenía un semblante serio; el mismo semblante por el cual todos lo reconocían como un chico apático y deprimido.

— Supongo que seguiré sin conocer tu sonrisa Hyun Su — Los dedos de Ji Soo volvieron a las cuerdas y siguieron tocando aquella bella canción.

Sweet HomeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora