36. Persecuciones

Start from the beginning
                                    

Ella resopló y se apartó de los barrotes, arrastrando sus pies tras de sí mientras se movía hasta dejarse caer en la cama pegada al muro contrario. El colchón crujió debajo de ella y las polvorientas sábanas se deslizaron hacia el suelo.

—No, ninguno de ellos sabe que estoy de vuelta en los muros —Ymir pausó, considerando—. Ni siquiera Historia.

—¿De vuelta? ¿Acaso te fuiste?

—Hah, hui junto a Reiner, el Acorazado, y Bertolt, el Colosal, hacia el Muro María luego de que la Legión llegara para rescatar a Eren —la chica alzó sus dos manos al aire y comenzó a trazar cosas con ellas—. Fui parte del escuadrón que buscó refugio en Utgard, así que vi al mono. No supe muy bien qué carajos importaba hasta que hui con esos dos.

—Estás hablando de Zeke.

Ymir ladeó el rostro, y a pesar de que los mechones marrones le caían por un costado del rostro, eran capaces de ver el brillo en sus oscuros ojos y la sonrisa.

—¿Zeke? —preguntó Kenny, intrigado.

—El Titán Bestia —corrigió Félix de inmediato, echándole una mirada de soslayo antes de volverse a Ymir—. ¿Te dijo algo más?

—¿Aparte de enviarte saludos? Un par de cosas, nada interesante. Pero supongo que querrán saberlo todo.

Kenny asintió a eso, pero por lo demás, se mantuvo callado. Félix volvió a mirarlo de reojo, notando los brazos cruzados y la inexpresiva mueca en su rostro usualmente adornado con locura o burla. La actitud del hombre le desconcertaba un poco, sobre todo porque se suponía que Kenny era su superior, y el que estaba haciendo las preguntas era él.

El Ackerman, como si sintiera su incertidumbre, le devolvió la mirada y una de sus manos le palmeó la espalda suavemente.

Félix asintió, y encaró a Ymir de vuelta.

—¿Cómo es que huiste?

—La verdad no planeaba hacerlo. Bertolt y Reiner hablaban mientras que yo trataba de tragarme el miedo que sentía al volver a ese país. Zeke llegó unas horas después, al anochecer. Venía del otro lado del muro —su mirada se afiló un poco y se le perdió en el oscurecido techo de piedra—. No sé qué diablos pensaría él sobre mí, o si creyó que yo haría algo o lo que sea, pero con los otros dos distraídos, dijo que quería enviarle un mensaje a alguien, ¿y quién mejor para entregarlo que una traidora como tú?

Creyó ver un asomo de dolor en su rostro, uno que apareció por solo unos segundos antes de desvanecerse. Félix frunció levemente el ceño, y tanto él como Kenny compartieron una mirada.

—Los titanes no se mueven por la noche, así que apenas los noté alistándose para partir, me transformé y eché a correr hacia Trost. Reiner trató de detenerme, pero su titán es lento, y Bertolt no iba a hacerlo. Zeke los detuvo antes de que llegaran demasiado lejos —suspiró—. Dijo que no tendría caso perseguirme, que era mejor moverse en esos momentos, o se encontrarían con más problemas al amanecer. Prioridades, fue lo que me dijo a mí.

Ymir se enderezó, y mientras lo hacía se encogía de hombros con un aire de derrota que le supo un poco amargo. No podía ver su expresión, no desde donde se hallaba de pie, pero por lo caído de sus hombros, por cómo le caía el pelo sobre la cara, se imaginó que quizás se sintiera... aliviada en el sentido más extraño de la palabra.

—¿Prioridades? ¿Qué clase prioridades?

—No lo sé, sinceramente tampoco comprendí a qué se refería con ello, pero —ella pausó un segundo—. Quizás piensen volver. Reiner parecía muy interesado en llevarse con él a Eren, y después de lo que él hizo, bueno, es entendible. Así que es probable que no se hayan rendido aún y piensen volver.

Friend of the Devil ━shingeki no kyojinWhere stories live. Discover now