25

280 26 5
                                    

"¡Muere! ¡No te queremos en nuestra sociedad! ¡No eres normal, muere!"

Al escuchar eso, el mayor no evitó apretar sus manos mientras su hermano lo observaba y veía detrás de la entrada aquella orda de personas. Entonces no evitó pensar en que había sido traicionado por aquel de apellido Kim, quién al marcarlo no había contestado. Entonces supo que algo estaba mal.

Hyunjin: ¿Qué haremos?

Se atrevió a preguntar. Porque después de todo, el mayor era su hermano, y aunque quería destrozar su felicidad, no deseaba que éste muriese en manos de aquella débil raza de monstruos de carne y hueso.

Minho: ¿qué haremos? —chasqueó su lengua, aún de espaldas— ¿Aún preguntas eso? ¡Esto es tu culpa! —volteó a observarlo, apretando sus manos fuertemente— si no hubieras robado nada, sino hubieras dicho nada a Kim, tal vez todo hubiese sido diferente

Habló dando algunas pasos hasta él, prendiendo sobre su mano, leguas de fuego mientras sus ojos cambiaban totalmente a rojos. No quería pensar en quitarle la vida a un pariente suyo, pero el tan solo saber que había sido traicionado por éste muchas veces, le daba a entender que era el responsable de aquella masacre que iba a conversar, que era el culpable de quitarle a la persona que amaba de su lado y que ahora iba a dejar caer abajo el imperio que había formado con Fran esfuerzo hasta ahora en el mundo humano.

Minho: Si hago algo, déjame decirte que no será contigo. —habló firme.

Hyunjin: ¿Por qué no? ¡Soy tu hermano!

Minho: ¡No! ¡Nunca lo fuiste! —gritó causando que el contrario enfurezca— Y ya creo que debes saberlo. Siempre quise cuidarte pero sabía que me ibas a traicionar. Pero aún así mamá me convenció de que te quedaras en casa. Eres el resultado de la sangre maldita de aquel que mató a mi padre. Eres el reflejo de tu padre. Eres el reflejo de un Hwang

Al escucharlo el menor no hizo más que negar. Sabía que su hermano estaba tan furioso que toda aquella irá había nublado su vista y sus sentidos. Más no creía que llegara a tanto, para decir que era el hijo de un asesino, y no de cualquiera, sino del más buscado de todo el mundo vampirezco. De ese que alguna vez había huído con la corona y la vida de aquel que un día había sido nombrado rey.

Hyunjin: Mientes. Lo dices por rabia —habló dejando que su cabello cubra su rostro, al menos hasta sus ojos— mamá nunca mentiría

Minho: Si no lo hiciera, ¿Por qué se ha metido hasta ahora en problemas?

Hyunjin: No puedo creer que digas algo así sólo por molestia. ¡Yo no tengo la culpa de que te quieras alejar de Jeongin! ¡No es mi culpa que casi lo conviertas! ¡No es mi culpa que te guste tanto para renunciar a todo! Eres débil, entonces, ¿Por qué debo pagar por esa debilidad tuya?

Preguntó, antes de desaparecer, dejando al mayor totalmente solo, ante las miradas de sus empleados, quienes trataban de guardar sus cosas lo más rápido posible. Por su lado, Minho solo se concentraba en ver cómo todo por lo que había luchado comenzaba a desvanecerse, como todo empezaba a morir junto a la vida tan perfecta que había construido. Porque ahora estaba totalmente sólo, porque ahora no había manera de ocultarse.

Chris: ¡Minho! —gritó por otra parte aquel secretario, tomándolo de los hombros para que lo viese, mientras éste no se movía ni un milímetro tratando de razonar entre todas sus acciones— ¡Hey! ¿Qué te pasa? ¿Por qué no estás haciendo nada? ¿Por qué solo te quedas así? ¿No ves que están queriendo destrozar todo?

Minho: ¿Y qué?.

Más esa solo fue su respuesta. Por parte del contrario, Chan sólo apretó sus puños y los colocó sobre aún los hombros del mayor, queriendo pensar en que no lo había dicho con mala intención.

Chris: ¿Y qué?, ¿Solo dirás eso? —negó con una sonrisa mientras veía a Felix llegar hasta ellos con una cara de horror— ¿Acaso no te asusta que todas las personas acá pierdan sus vidas?

Minho no dijo nada, lo que le molestó aún más a Chan, quien no hizo más que alejarse, caminando hasta y
el pequeño pecoso, dándole una indicación rápida para que llevara a éste lejos de ahí, mientras trataba de combatir con esas personas afuera. Porque si su amigo no haría nada, él tendría que hacerlo. Entonces el menor sólo asintió tomando la mano del mayor para desaparecer de ahí, viendo por última vez la mirada de Bang, quien le recordaba mucho a su padre. Por esa fuerza interna que poseía.

Por parte de Minho, lo último que vio, fue solamente a su secretario llamar a sus guardias mientras mandaba a abrir la puerta principal, preparándose para confrontar a la multitud. Mientras él desparecía con la ayuda de Felix.

[...]

En otro lado, al mismo tiempo que esto sucedía, se encontraba aquel niño de ojos alargados, quien llegaba a su casa con el rostro lleno de lágrimas, con ese dolor en el pecho que solamente le hacía gritar y botar las cosas a su alrededor.

Jeongin: ¡Te odio!

Apretó sus manos y no evitó dejarse caer  sobre el piso, sentándose con varias hojas de papel a su alrededor, en los cuales se encontraba la mayor parte de la información de aquella empresa, la cual había pasado leyendo todo el día de ayer. Dónde había querido ayudar a éste, más ahora solamente le daba ganas de encender todos ellos para jamás tener algo que lo relacione con esa maldita empresa. Con aquel lugar donde ahora su corazón había sido tratado como un simple papel.

Más cuando reunió cada uno de ellos se encontró con un archivo extra con el rostro de su padre en medio de ellos. Un archivo secreto según las siglas. Por lo que no evitó comenzar a leerlo, y mientras más seguía dejando que sus ojos se posen sobre aquellas letras, sus manos más comenzaban a apretarse, posando sus ojos sobre aquel reloj en su brazo, el cual fue arrancado hasta dejarlo caer sobre el suelo, rompiéndose. Entonces no evitó pensar en como todas las piezas encajaban. Entonces no evitó en darse cuenta de cómo había sido engañado todos esos años por su tío, quien había sido el verdadero culpable de la muerte de su padre.

AMOR DE UNA NOCHE [MINJEONG] [+18] [FINALIZADO]Where stories live. Discover now