21

380 33 8
                                    

Por otra parte, se encontraba Jeongin, mientras estaba detrás de una computadora terminando de ver toda la información recopilada de aquel día, viendo tras las cámaras pelear a su jefe con una fuerza inaudita, volviendo y revolviendo la cinta una y otra vez. Más había algo que no había captado esas cámaras y era a las personas que estaban detrás de ese atentado. Pero no podía hacer nada, era lo único que había tenido hasta ahora por recopilado mientras su tío, Kim, no le dejaba salir por nada de casa. Pero, ¿Por qué? Según él, su jefe había sido el responsable. ¿Acaso había tratado de matarlo? No, él no era así.

Dios, me estoy muriendo

Pensó mientras terminaba de comer un rico pan dulce, antes de volver a las documentación viendo uno por uno cada archivo. Y entre ellos estaba el nombre de su familiar. Kim Seungmin. Al verlo sólo mordió su labio, colocándose bien los lentes antes de poder seguir buscando algunas clápsulas que le detallen cada procedencia de ambos archivos conocidos como registros secretos del Área 8.

Interesante... ¡Dios parezco Sherlock!

Sonrió cruzándose de brazos antes de ver todo con la barbilla en alto. Estaba más que emocionado y nada podía eliminar esa sensación. Nada incluso el recuerdo de esa noche y de todas las escenas dónde su jefe cagaba todos los sentimientos hermosos que había creado. Al pensarlo sólo suspiró dejando todo a un lado, dejando aquellas fotos borrosas en blanco y negro, dejando sus notas para levantarse y echarse en su cama, exhausto, perdido en nada y nada menos que en la sensación de ese día mientras sus manos bajaban a su cuerpo y tocaba cada parte suya como lo hizo el mayor, empezando por su cuello, bajando por su pecho, comenzando a masturbarse y levantar su polo para estimular sus pezones. Enserio estaba loco, pero loco por aquel de apellido Lee.

Jeongin: Mgh —echó su cabeza hacia atrás, necesitaba sentirlo. Necesitaba imaginar que estaba ahí. Y cuando más lo pensaba más su mente recreaba aquella escena, viendo frente a sus ojos la imagen de aquel hombre que lo volvía hormonal, y entonces comenzó a ver cómo esa boca tan varonil comenzaba a supcionar sus pezones— ahm~ J-jefe

Pensó, mientras se seguía masturbando, dejando a su cuerpo proseguir.

Jeongin: m-más, siga, no pare —decía ante ver a aquel rostro bajar por su cuerpo dejando leves besos por su cuello, observando cómo sus manos comenzaban a adentrar sus dedos dentro de él, jugando con su entrada. Al sentir no evitó arquear su espalda— oh my- ahí~

Habló dejando que su cuerpo siga experimentando los deseos de su psique. Y entonces comenzó todo a tornarse más erótico, viendo al mayor dentro suyo, susurrándole cosas que tal vez hasta el verdadero no diría. Por lo que no deseaba volver a la realidad, quería quedarse imaginando estar con él, siendo uno, sin que nadie lo separase. Más horas después tuvo que hacerlo, terminando con el cuerpo cansado y la respiración agitada mientras su pecho iba de arriba a abajo con sus prendas todas tiradas a un lado de su cama y el semen exparcido por todo su estómago.

Qué hice...

Se preguntó, tapando su rostro, avergonzado. Pero no podía decir que imaginarse a Lee Minho a su lado no había sido algo candente que le subiera el ánimo. Aunque en el fondo sea totalmente desvergonzado imaginar a su jefe ahí, haciendo esas cosas inauditas con él. Pero, ¿Qué podía hacer? Si cuerpo lo necesitaba. Pero no podía ir hacia él y hacer como si todo estuviera bien. No. Porque le había hecho daño y como su tío dijo, debía odiarlo. Porque...al final para eso había sido mandado. Pero, ¿Por qué no podía? ¿Se había enamorado del asesino de su padre?

Jeongin: ugh —tapó sus ojos, tomando una sábana para cubrise aún estando tan pegajoso— te odio Lee. Te odio te odio te odio

Dijo en medio de una rabieta, terminando con las piernas abiertas y la sábana en medio de éstas, tapando su miembro.

Jeongin: Eres un viejo sabroso —formó un leve puchero para suspirar— pero...

¿Por qué jamás me dijeron que fue lo que hizo? ¿Acaso lo habrá hecho realmente?

Suspiró mientras observaba el techo y recordaba las palabras de aquella vez en su casa, sus ojos al hacerlo la última vez y las millones de decisiones para mantenerlo lejos. Entonces no supo cuando pero se había quedado dormido viendo entre sus pensamientos a esa persona frente a él, con un traje diferente y esos ojos rojos que nunca antes había visto jamás.

— Caín

AMOR DE UNA NOCHE [MINJEONG] [+18] [FINALIZADO]Where stories live. Discover now