16

577 50 6
                                    

Maratón 6/10

Furia, vergüenza, miedo, dolor. Era lo que llegaba a sentir el menor en medio de aquella sala, dónde ahora se había escondido, abrazando sus pequeñas piernas. Era lo que llegaba a sentir en su pequeño corazón, ese que no dejaba de llamar a gritos a aquel en que primera instancia había tomado su corazón y lo había hecho suyo. Pero, ¿Por qué no podía olvidarlo? ¿Por qué no podía dejar de pensar en ser tocado nuevamente por esas manos? Jeongin no entendía nada, más solamente deseaba huir de ahí. Huir antes de siquiera salir dañado. Salir de aquel juego antes de sufrir más. Pero no podía y dolía, mientras sus lágrimas bajaban una a una por su suave piel. Mientras afuera de aquella puerta, se encontraba el de piel pálida tratando de guardar silencio en secreto, sin siquiera tocar la puerta, mientras se dignaba a mantener esa postura recta de siempre, antes de poder caminar con aquel chico que lo había seguido a querer hablar con él a cómo dé lugar, de regreso a su oficina.

¿Me quieres? ¿Sabes cómo me siento?

¿Podré amarte?

¿Por qué duele?

¿Por qué me da miedo? Si no puedo sentir como los demás. ¿Qué es esto?

Tengo miedo

Quiero amarte

Por favor, aléjate. Sólo me haces más daño verte

Ambos al pensar la última palabra no hicieron más que dirigirse cada uno a su propio destino, mientras aquel niño terminaba de vestirse y disponía a irse a casa, y el de vestimenta fina, con un corte sin igual al lado de la ceja y un tatuaje de serpiente en el cuello, pasaba dentro de su oficina para escuchar por fin al de mejillas abultadas, a pesar de no querer concentrarse por nada. A pesar de estar controlándose para no salir corriendo en busca del menor. Pero no. No tenía que hacerlo, porque sería peor para ambos. El dar vida a algo que no sería, el amarse locamente como los cuento. Porque ese no era uno de ellos. Era la vida real, y simplemente duele más que en cada una de las frases escritas en uno.

¿Entonces, es así como duele el amor?

Pensó el mayor antes de prestar atención a la pequeña boca moviéndose frente a él.

Jisung: Lo siento por llegar así como así —pronunció, haciendo una leve reverencia. El mayor, quien no tenía ganas de pelear solo asintió, manteniendo sus manos debajo de la mesa para no dejar que algo se saliera de control— pero necesito contarte algo. Necesito decirte lo que piensan hacer

Minho: Está bien, dímelo antes de que pueda arrepentirme —habló quien en un principio hace mucho tiempo dudaba en dejarlo con vida— no estoy de humor hoy

Jisung: Es por eso mismo que necesito proceder a contarte esto —pronunciò— Seungmin viene por ti, está mandando a sus hombres a infiltrarse en tu compañía. Yo solo soy uno más de ellos

Minho: ¿Y porque me lo cuentas ahora?

Preguntó algo confundido, sacando al escondido una de sus armas de uno de los cajones, por si las dudas. Por si alguien llegase a interrumpir esa reunión.

Jisung: Lo hago por... —mantuvo un breve silencio, pensando hasta que pudo volver a contestar— porque no quiero dañar a alguien importante

Minho: ¿Hablas de Chris?

Jisung: ¿Lo ... sabías?

Preguntó avergonzado. El mayor asintió con una leve sonrisa, mostrando por unos momentos sus ojos rojos y ese anillo que guardaba bajo el manto secreto de su magia. Siendo el anillo del rey, ese del que todos quieren apoderarse, y nunca lo han logrado.

AMOR DE UNA NOCHE [MINJEONG] [+18] [FINALIZADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora