19

381 37 4
                                    

Maratón 9/10

Mientras tanto de regreso a la empresa Lee, se encontraban ambos chicos, viéndose fijamente, mientras aquel pálido parecía ladrarle como un perro de tan sólo verlo, más sabía que Chan hace días no había tomado sangre humana y seguramente estaría débil, por lo que aprovechó ese momento para buscar con la mirada el lugar donde seguramente estaban las bolsas de sangre que Lee había guardado. Ya que al ser medio vampiro, aquel pecoso guardaba poderes básicos para un casi humano. Alguien tan fantástico al ojo de cualquier vampiro, al saberse ya de por sí que alguien parte de ambos mundos no podría sobrevivir por mucho tiempo sin ser perseguido por los jueces de mayor rango por ser un monstruo engendrado. Pero él lo había hecho y nadie sabe cómo, pero había sobrevivido. Más un niño con tan solo dieciséis años, era todo un milagro en esos años, y una mentira para Bang.

Felix: ¿Vas a seguir mirándome? —preguntó, tratando de no oler ese olor a furia del mayor. Odiaba tener un buen olfato al ser una intersección entre ambas razas— ya te dije Bang, soy hijo de Jisung

Chris: No te creo. Hueles a... Vampiro —gruñe bajo antes de tomar la mano del menor— y tienes un anillo del reino vampiresco. ¿Quién eres en realidad Lee Felix? ¿Por qué aunque hueles así pareces tan humano?

Felix: Es que soy humano, dá —sonrió mientras lograba soltarse y lograba hacerse hacia atrás en su silla— veamos. ¿Acaso quieres que te haga una línea de tiempo sobre mi vida?

Chris: No estoy jugando —dice puntual.

Felix: Oye, no te pongas a la defensiva. Es verdad que huelo a vampiro, pero hay una explicación. Y es que mi madre fue parte de ese reino, luego me tuvo con mi padre en una noche de pasión. Él le me-

Chris: Si, si, ya entendí —dijo ya cansado tapando su rostro con una expresión de asco. Ya que no quería detalles de cómo su Jisung había estado con otra persona, porque no lo deseaba creer. Le dolía— entonces, ¿Eres un Dhampir? 

Felix: Tin Tin Tin ganaste la lotería —rió bajo antes de levantarse, colocando su rodilla cerca entre las piernas del mayor, agachándose un poco hacia él, logrando ponerlo nervioso.

Chris: ¿Qué rayos-

Más antes de que pudiese decir una palabra más, detrás de su cabeza alguien ya había abierto la puerta secreta detrás de la pared, donde habían varios frascos de sangre. 

Felix: Ag, pensé que dolería menos —dijo al ver su mano sangrar— supongo que tardaré en regenerarme

Chris: ¿Qué has hecho niño? Esa es una pared costosa —dijo casi gruñendo luego de sacarlo de su regazo a jaladas.

Felix: ¿Yo? Pero si yo te salvé —se cruzó de brazos antes de oler un aroma conocido muy lejos de ahí. Por eso odiaba a los vampiros. No sabían cómo decir gracias— necesitas nutrirte. Aunque podamos regene-

Chris: ¿Podamos? Niño, eres mitad vampiro, tú deberías tener cuidado —dijo ya ofuscado, tomando su mano, asustando al menor, quien abrió grandemente sus ojos— ¡Ahora! Te llevaré a casa

Felix: ¡No conoces mi casa!

Chris: ¿Acaso sabes a quién hablas? Conozco todo sobre Jisung —lo observó y desvió la mirada, tomando su saco y sus lentes de sol para salir de aquella sala— al menos eso pensaba 

Pronunció antes de salir de aquel lugar con aquel pecoso que sólo bufa, viendo esa mano tan grande tomar la suya. Sonriendo levemente, porque después de todo, ahora lograba ver porque su padre hablaba mucho de su amigo "especial". Ahora sabía de ese sentimiento del cual hablaba.

[...]

Por otro lado, lejos de ahí, se encontraba un pelinegro dentro de su castillo, escondido de todos mientras trataba de encontrar una salida para devolver a la persona que tanto decidió alejar de su lado. Mordía su labio, más aún así no lograba encontrar una forma de traerlo de regreso. Ya habían pasado días, semanas y nada. Entonces pensó volver a dar su vida como lo hizo alguna vez hace milenios. Pero no, no era buena opción cuando ya había logrado saturar la herida. Ahora sólo debía devolver su alma de una forma u otra. 

Un alma rota.

Minho: Qué difícil —pronunció mientras jugaba con su anillo, viendo frente a él, el cuerpo del menor— no debiste venir a mí. Debiste huir cuando pudiste

— ¿Huir?

Habló una voz detrás de éste, de costa en la puerta, apoyado en el filo de ésta mientras sonreía divertidamente jugando con las bolas de fuego en sus manos.

AMOR DE UNA NOCHE [MINJEONG] [+18] [FINALIZADO]Where stories live. Discover now