𝗆 𝖺 𝖽 𝖾 𝗅 𝗒 𝗇

𝐝 𝐞 𝐮 𝐱

〄

    LUEGO DE OBTENER UN MIRADA por parte de todos al lograr que EL Jasper Hale, el chico en sufrimiento, riera, finalmente llegaron a la clase de francés.

"Aquí es donde la dejo señorita" Él observó dentro del salón, sonriendo un poco y girándose hacia Madelyn. Luego de que ella le agradeciera, hizo una reverencia antes de irse hacia su propia clase.

    Ella era la primera en llegar y solo el profesor se encontraba en su escritorio. Tenía que hacer que sus profesores firmaran su hoja así que decidió hacerlo ahora debido a que estaban solos.

"Umm, ¿Señor?"

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    NATHANIEL SE ENCONTRABA CALIFICANDO algunos exámenes cuando olió el perfume más intoxicante que alguna vez olió. No era como el de los humanos que usualmente conocía, no era la sangre de la persona sino su presencia completa. Su sed de sangre y el sonido de los corazones palpitantes en la escuela parecieron desaparecer. También percibió la presencia de Jasper pero se desvaneció con el aura de el bosque y vainilla.

"Umm, ¿Señor?" La voz más suave que él había escuchado en su vida habló a su lado.

    Él parecía calmado pero estaba gritando en su interior cuando observó hacia arriba de su papel. Una hermosa chica se encontraba sonriendo suavemente hacia él con una hoja rosa en su mano. Ella debía ser una de las nuevas chicas de las que el pueblo estaba hablando.

    Él sabía que ella era su compañera pero ni siquiera había pensado en que hacer si su compañera era más joven que su edad "humana". Él era su profesor y ella su estudiante, aún si sucediera, tendrían que mantener su relación en secreto. Pero él no quería aquello. Él quería ser capaz de mostrarle al mundo que aquella hermosa chica era de él, y solo de él.

    Saliendo de sus pensamientos, él contestó. "Tu debes ser la chica nueva, Madelyn Swan, ¿Cierto?" Se paró y tomó su mano extendida. En vez de sacudirla, presionó un tierno beso en sus nudillos. Rio suavemente cuando vio sus rosadas mejillas y la observó asombrado. Dejó ir su mano y tomó la hoja mientras la sentía ligeramente nerviosa.

"Si lo soy. Tú debes ser el Sr. Cullen, ¿No es así?" Ella era 15 centímetros más pequeña que él así que ella tenía que elevar su cabeza para mirarlo adecuadamente.

    Él era apuesto, utilizando un traje completamente negro y largo cabello oscuro. Cuando lo vio a los ojos, sintió como si solo ellos estuvieran en el planeta.

    Por un par de segundos, su visión era inexacta y vio a dos personas acercándose la una a la otra, casi besándose pero sin poder ver quienes eran. Vio a esas dos personas riendo y jugando a las peleas; a un lobo gris y a un hombre persiguiéndose el uno al otro.