Competencia de amor

Capítulo XII

Narra Setsuna

Hoy era el día, hoy por fin después de tanto tiempo, hoy empezaban las competencias, mentiría si dijera que no estoy nerviosa, sentía que en cualquier momento me desmayaria de tantos nervios.

Moroha sería la primera en competir junto a su equipo, Moroha se veía genial en su uniforme y se veía muy relajada, Towa y yo estábamos paradas en las grandas, toda la familia estaba presente, lamentablemente nos se habían podido sentar juntos, ya que mi abuela Irasue y mi abuela Izayoi estaban presentes, y a menos de que queramos un masacre, tuvimos que separarnos.

-suerte Moroha- dijo Towa.

-gracias Towa- dijo Moroha.

-no te vayas a pelear con nadie, te conozco como la palma de mi mano y estoy segura de que harás algo- le dije.

-no te prometo nada- contestó antes de salir corriendo hacia la cancha junto a sus compañeras.

Towa y yo nos sentamos hasta adelante, el mismo lugar que habíamos apartado desde hace media hora, ya habían lanzado la moneda. Moroha ya estaba en posición, era la mejor jugadora del equipo, toda la escuela lo sabía, y probablemente la otra escuela también lo sabía, escuchamos el silbataso para indicar que el juego había empezado.

El otro equipo pateó el balón, una chica del equipo de nuestra escuela (nunca me aprendí los nombres de las chicas del equipo de fútbol femenino) detuvo la pelota con el pecho, inmediatamente que la pelota tocó el césped de la cancha la pateó hacia otra chica, quien empezó a correr mientras pateaba la pelota hacia la portería, Moroha quien estaba corriendo del otro lado de la cancha le hizo una señal de que estaba sola, la chica que llevaba el balón lo pateó hacia donde estaba Moroha, una vez tuvo el balón en su poder corrió hacia la portería, sin embargo una chica (quien era más robusta que Moroha) se acercó para quitarle el balón, Moroha lo pateó hacia la portería, pero la portera logró desviar la dirección de la pelota hacia un lado.

Towa quien estaba junto a mí estrello el pie contra el piso, yo suspire, sería la hora más larga de toda mi vida.

Estábamos en el minuto 15 cuando Moroha se empezó a acercar a la portería contraria, hasta hace unos momentos el balón había estado muy cerca de nuestra portería, pero gracias a una de las chicas de defensa había logrado patearla hasta casi llegar al otro lado de la cancha, para mala suerte del equipo contrario Moroha había llegado hasta el balón y a tan solo unos pasos estaba la portería, todo paso como en cámara lenta, Moroha pateó el balón y la portera no logró detener la pelota.

-¡GOOOOOOOOOOL!- grito Towa prácticamente en mi oído.

Sino hubiera sido por ese gol probablemente nunca hubiera descubierto la fuerza sobrehumana de Towa, literalmente me había levantado de mi asiento de un jalón y ahora prácticamente me tenía cargando mientras daba brincos como canguro.

-¡sueltame Towa!- le dije.

-lo siento- dijo mientras me soltaba.

Volví a ver hacia las grandas donde las jugadoras celebraban y se abrazaban entre ellas, Moroha estaba rodeada por sus compañeras quienes la abrazaban, sonreí por ella. Sin embargo mi alegría no duró mucho, al estar prácticamente enfrente, podía escuchar a las porristas hablar, estaba de más decir que sus comentarios no eran precisamente de apoyo.