Capítulo 30

1.9K 68 2
                                    

— Estás embarazada — dijo Bea emocionada.

— A ver — pedí para confirmarlo y cuando vi ese test positivo me eche a llorar.

— Enhorabuena mamá — río Bea.

— ¿Y ahora como se lo digo yo a Joao? — susurré.

— Yo le hice a Koke una cajita con el test pero primero soluciona tus dudas que son una tontería y se lo dices — me dio una sonrisa tranquilizadora.

Después de ese momento en el baño bajamos al campo donde estaban ya los niños correteando con sus padres y yo solo podía pensar en que uno de esos niños sería el mío en un futuro.

— Mi amor — note que me abrazaban por detrás y evidentemente era él — te he echado mucho de menos — me beso.

— Yo tambien a ti — lo abrace fuerte — te tengo que hacer una pregunta.

— Dime.

— ¿Has visto a Magui cuando estuviste en Portugal? — pregunté con miedo por la respuesta.

— No — me miro confuso — se que estaba en el mismo sitio de fotos que yo pero no la vi en ningún momento.

— Gracias a Dios — suspire — no sabes lo mal que lo he pasado esta última semana — reí levemente.

— Tienes que confiar más en mi bebé, sino lo pasas mal por una tontería y no quiero que lo pases mal — sonrió y lo bese.

— Te quiero mucho.

— Y yo a ti gorda — me volvió a besar.

— Ya vale, mucho amor — nos separó Koke — te he echado de menos enana — me abrazó y yo reí.

Saludé a todos los chicos y estuvimos un rato hablando hasta que se tuvieron que ir a calentar y nosotras al palco, pero conseguí convencerlas para ir a la zona de las gradas cerca del frente donde merezco estar porque es que sino las mujeres del resto de futbolistas y del equipo contrario me miran raro cuando grito.

— Necesito que me hagas un favor — le susurré a Bea.

— ¿El que? — me miró.

— Le voy a decir a Joao lo del bebé cuando acabe el partido pero necesito una caja, un body y un chupete del Atlético.

— No te preocupes, yo me encargo — sonrió — ahora venimos — les dijo a las chicas y me agarró la mano y nos fuimos a no sé qué sitio.

Empezamos a recorrer todos los pasillos del Wanda Metropolitano hasta que llegamos a la tienda que estaba llena de gente así que no sé cómo está mujer pretende comprar algo.

— ¿Que quieres comprar aquí? — pregunté confundida.

— El body y el chupete — respondió obvia.

— ¿Y como vamos a conseguir pasar toda esa fila? — señale a las veinte, treinta personas que teníamos delante, aproximadamente.

— A veces ser novia de sirve para algo, aunque no me guste utilizarlo — me guiño un ojo.

Y así es como conseguí salir en menos de 10 minutos con un body que decía papi y el número 7, un chupete, y el peluche de la mascota del Atlético solo por ser la novia de Joao Felix y la mujer de Koke.

— ¿Que llevas ahí? — me pregunto Paddy cuando llegamos a donde estaban sentadas.

— Nada importante — sonreí nerviosa.

— Mira ya salen — señaló Leo emocionado interrumpiendo nuestra conversación.

Joao, Koke y Llorente eran titulares así que estaba más que emocionada porque uno es mi novio, y los otros dos son como mis hermanos.

— Eso ha estado cerca — suspiré cuando llevábamos media hora de partido y casi nos marcan.

— Bendito Jan Oblak — reímos Bea y yo — pasasela a Joao — grito Bea con todas sus fuerzas y parece ser que Koke la escucho porque se la paso y chuto y metió gol.

— Te lo ha dedicado — me guiño el ojo Paddy y yo reí.

Ya había acabado el partido y al final acabo 2-0 a favor del Atlético de Madrid con gol de Joao y Llorente, ahora mi novio se encontraba dando una entrevista y yo estaba con Bea en los vestuarios haciendo la caja para dársela cuando salieran de cambiarse.

— Vigila a ver si viene alguien — le susurré a Bea.

— Voy — hablo de igual manera que yo y fue a la puerta mientras yo colocaba todo en la caja — corre corre que ya vienen — acabe de meterlo todo y lo metí en la bolsa.

— Ya está — fui a la puerta y salimos corriendo tratando de que no nos viera nadie.

— Casi nos pillan — dijo Bea colocando sus manos sobre sus rodillas exhausta.

— Vamos al campo antes de que nos vean.

Nos fuimos al campo donde estaban las chicas con los niños jugando y por suerte no había rastro de los chicos porque sino no sabría que hacer.

Después de una media hora decidimos ir adentro, donde los vestuarios, porque los chicos saldrían dentro de poco y yo cada vez estaba más nerviosa.

— Calmate — me susurró Bea.

— No puedo — dije muy nerviosa.

— Ya salen así que calmate.

— Hola amor — me saludo Joao con un beso — ¿Has visto que he marcado un gol?

— Si, también he visto que me lo has dedicado — reí.

— ¿Que es eso? — señaló la bolsa.

— Ven — lo agarre y lo aparte un poco del grupo porque lo quería hacer un poco íntimo — ábrelo — le entregue la caja y vi que Bea estaba grabando.

— ¿Es de verdad? — pregunto y vi que tenía los ojos cristalizados — dime qué es verdad — asentí — te amo — me abrazó y me beso.

— Yo tambien a ti — lo bese.

El hotel (Joao Felix)Where stories live. Discover now