Capítulo XXV

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-Como grites, te mato- dijo Breck, sonriendo. Pero no era una sonrisa como la de Marvel o Clove, de maldad, no: era la sonrisa que solía tener él.- ¿Te puedo quitar la mano de la boca?

Dudé un segundo, pero asentí. Él me quitó la mano.

-Vale, te lo voy a decir rápido, porque si me pillan ayudándoos estoy perdido.- me miró fijamente.- Los del Z planean tirar sobre la zona A una bomba atómica. Quieren iniciar una guerra. Cuando acaben los juegos, y es muy importante que hayan acabado, se lo tienes que decir a Abraham y a los demás. Tenéis que huir a un sitio seguro antes de que lo hagan. La tirarán dos días después de los Juegos.- estaba muy serio.

-¿Y quien me dice que tengo que creerte?- le pregunté, con mucha desconfianza. A estas alturas no confiaba en nadie.

-Venga Rue, me tienes que creer. Me creíste cuando te dije que no maté a Seneca. Esto es más importante.

-¿Y por qué me lo dices si estás aliado con ellos?

-Finjo estar con ellos. Lo he fingido para decíroslo. Te lo juro.- me dijo, levantando las manos. Abrí la boca para decir algo, pero él se adelantó y me besó en los labios.

-¿Crees que me lo voy a creer porque me des un beso?

-Vale, lo he intentado. Y no te lo has creído. Así que intentaré hacer algo yo. Intentaré convencer a Moonjy de que te salve, a ti y a Abraham y Jessie. Solo a vosotros. Y si solo me deja a uno, le digo que a ti solo. Y si no me deja ninguno, me suicido. Bueno, ya estoy muerto, pero... Bueno, yo me entiendo.

-¿Quién es Moonjy?

-El líder del Z. El que planea e inventa casi todo. Era un científico del 3. Si lo estas pensando, sí, es el que nos dijo Abraham.

-¿Y solo has venido para decirnos eso?- le pregunté, tímidamente.

-Si. Para eso y para volver a verte...

Apenas terminó la frase... cuando oímos ruido de la maleza al moverse.

-Corre Rue

-¿Y tú?

-Da igual. Tú corre. ¡CORRE, RUE, CORRE!

Me quedé mirándole un momento. No podía dejarle allí. Pero salí corriendo, por una sencilla razón: si ellos no me habían visto con él, no tiene porqué haber estado conmigo. Al cabo de unos minutos, escuché lejos, dónde había dejado a Breck, un grito. Sin duda era de él. Me pensé en volver a buscarle, pero no sabía que hacer. Pero no tuve más remedio que seguir mi camino cuando escuché pasos acercándose a mi. Me dirigí lo más rápido que pude al lugar donde me gritó Ethan. Pero cuando llegué, no había nadie. En el suelo solo había cadáveres de monos naranjas. Seguí los cadáveres y me di cuenta de me dirigían a la playa. Después de correr una media hora, los encontré. Peeta estaba cogiendo, dentro del mar, a alguien herido, y al lado estaba Katniss. Finnick había ido a la selva otra vez, quien sabe para qué. En la orilla del mar, estaba Ethan, con Peter y David, mirando a los trágicos amantes. Al llegar, capté su atención.

-¿Quién es ella?- pregunté, todavía jadeando de haber corrido. Creo que también notaron las lágrimas que me caían por la cara.

-La adicta a la morflina. Ha salvado a Peeta de los monos. No podemos hacer nada por ella.- me dijo Peter.- Ya no tenemos alianza a la que ayudar. Y Finnick está a por las flechas de Katniss.

-¿Qué te pasa?- me preguntó David.

-Pues...- le iba a contar toda la verdad: lo de Breck, la persecución, el grito... Pero Ethan me detuvo.

-Le grité antes por la muerte de Mags. Lo siento mucho, de verdad.- me dijo Ethan.- Es que Mags es muy importante para mi y... No lo he soportado.- le iba a contar mi anécdota, cuando me contó Abraham que Breck era inocente, pero al recordar su nombre preferí no decir nada.

Cuando sonó el cañonazo de la adicta a la morflina, Peeta, Katniss y Finnick se reunieron para comer. Tenían marisco y pan del distrito 4, un gran manjar, para Finnick sobre todo. Nos había salido costra donde estaban antes las ampollas, y picaba un montón. Menos mal que el bueno de Haymitch nos mandó una pomada para el picor. Ahí fue cuando me acordé de Aiden. Había estado pensando tanto en Breck que no me había fijado en él.

-Ethan, ¿dónde está Aiden?

-Se lo han llevado al hospital. -me contestó.- Antes de que yo lo pudiera impedir, Marvel le dió con la lanza.

-¿Crees que estará bien?- le pregunté.

-Supongo.- dijo, simplemente.

-¿Y Marvel, Clove, Glimmer y Cato? ¿A dónde han ido?- le pregunté, dejando de llorar un poco.

-Cato escapó, a Clove se la llevaron antes de que se ahogara, Glimmer se quedó en la jungla, en medio de la niebla y Marvel quedó con una lanza clavada en la pierna y me da a mi que no podrá andar en un tiempo. Y a los demás, Titus, Breck y Marina, no les ha visto nadie.

-Vale.- me limité a decir.

Y allí, en la playa, con la pomada puesta y recién comidos, Ethan nos contó por que apreciaba tanto a Mags...

Los Juegos Del Hambre ~Desde El Otro Lado~ ||TERMINADO||Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt