MATCH MADE IN HELL 》markhyuck

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Más tarde ese día, la mamá de Donghyuck invadió su espacio personal. Su cama, en la que trataba de dormir, era un desastre. La colección de osos de peluche estaba alineada perfectamente junto a la pared pero la cama entera estaba llena de cobijas y sábanas. Donghyuck nunca fue alguien ordenado con su cama pero su cama ahora estaba en un nuevo nivel de caos.

Ella entró ruidosamente haciendo que saltara y se golpeara su cabeza contra la pared.

—¿Qué? ¿La cocina se incendia? —gritó viendo a su mamá entrar a su tan llamado oasis. Ella rara vez entraba ahí, así que cuando sucedía eso significaba que algo pasaba.

—No, idiota —ella rio y le paso por la cara un sobre. —Tienes una carta.

—¿Una carta? —Donghyuck entrecerró sus ojos. La habitación estaba completamente a oscuras como a Donghyuck le gustaba descansar en lo oscuro mientras que su hermana no lo podía soportar. Si Donghyuck quería dormir, usualmente apagaba todas las luces y no dejaba que las volvieran a prender. Ese día sucedió lo mismo, así que Donghyun se vio obligada a irse y hacer su tarea en la cocina. —¿Quién diablos escribe cartas en estos días?

—Las personas a las que no les gusta la tecnología —ella le dio el sobre a Donghyuck.

Él la tomó un poco sorprendido. ¿Quién le podría haber escrito una carta?

—¿Quién es? —preguntó más para sí mismo que para su mamá pero ella respondió de todas maneras.

—No lo sé. Algún chico. Ya la leí pero no pude comprender nada. Estaba más interesada en el dinero que estaba ahí —ella dijo encogiéndose de hombros. —Espero que el método por el cual lo hayas ganado no haya sido ilegal.

¿Dinero? Donghyuck no lo pudo soportar más. Tomó rápidamente la carta y prendió las luces, perdiéndose la parte en la que su madre decía que la leyó sin haber esperado a Donghyuck.

No había demasiado escrito en la carta. En realidad solo habían unas cuantas oraciones con muy poca información. El dueño de la carta era Chenle. Le agradecía diciendo que no podía estar más agradecido de alguien como Donghyuck. Chenle escribió que Donghyuck de verdad era valiente para ayudarle en ese estado. Estaba fascinado porque Donghyuck no se asustó al verse envuelto en algo así. Al final, Chenle escribió que le pagaría generosamente a Donghyuck por su ayuda.

Habían grandes números escritos al final de la carta, que hicieron que los ojos de Donghyuck crecieran. Casi se desmaya al nunca haber tenido tanto dinero de su propiedad como en ese instante. Agitó la carta y comenzó a contar el dinero que Chenle le dio. Era pésimo en las matemáticas pero fue rápido para notar que los números no coincidían. Algo faltaba. Observó la carta una vez más pensando que tal vez paso por alto algún detalle.

Luego se dio cuenta. ¡Alguien lo tomó! Observó a su mamá pero parecía que ella ya estaba preparada para algo así porque estaba sonriendo de una manera burlona.

—Lo admito. Lo tome.

—¡Mamá! —Donghyuck gritó. —No tienes ningún derecho-

—Sí lo tengo, cariño, tú no. Todavía estas viviendo bajo mi techo. Eso significa que todo queda bajo mi cuidado —ella acarició la cabeza de Donghyuck como si fuera un cachorrito. Aunque sí parecía uno, haciendo un puchero de esa manera. —No estés triste. Deje la mitad para ti. No necesitas tanto. Será mejor que lo guardes para la universidad.